Desde el año pasado que la policía local al mando de Fernando Telpuk, por indicación expresa del Intendente Arroyo, viene intensificando los controles policiales en la zona roja, con apoyo de la división narcotráfico de la policía bonaerense. El objetivo de persecución a la comunidad trans Telpuk no lo disimula. “La oferta sexual como se hace ahí es inadmisible, y hay que cambiar. Hay conductas que deben ser permitidas en ambientes más cerrados, pero no en la vía pública y ahí lo que tenemos es oferta sexual implícita”, declaraba cínicamente el funcionario en abril del año pasado.
El fiscal subrogante Rodolfo Moure declaraba respecto a otro operativo ocurrido en diciembre: “(las trans) ya ni siquiera se desempeñan como trabajadoras sexuales, sino que se están dedicando lisa y llanamente a vender estupefacientes”, pero claro, no conforme con estigmatizar a la comunidad trans como narcotraficantes, también se ocupo de discriminar a las inmigrantes: “otro peruano. Esto evidencia serios problemas en las leyes migratorias, porque no se puede actuar en presencia de extranjeros que deciden venir al país a vender drogas y no a trabajar honradamente.”
Un operativo contra las mujeres, los jóvenes y la comunidad LGBT
En diciembre, la gobernadora Vidal anunciaba el despliegue de un nuevo operativo Sol en 2017. Contando con más de 16.000 efectivos de las fuerzas represivas, además de miembros de la División Canes, el Grupo Halcón, las brigadas de lucha contra el Narcotráfico y el Registro de Expendio de Bebidas Alcohólicas (REBA).
El resultado de este fortalecimiento de las fuerzas represivas no sorprende: mayor persecución hacia la comunidad LGBT, las mujeres y la juventud.
Desde la clausura preventiva de los dos únicos boliches LGBT de la ciudad, realizada dos semanas atrás por funcionarios de REBA y levantada pocas horas después, pasando por numerosos operativos policiales para secuestrar alcohol en las playas, hasta el insólito despliegue de más de 26 policías en Necochea para evitar que varias mujeres estuvieran en “topless” en la playa, no podían faltar numerosos operativos en la zona roja, como el de diciembre, que termino con 11 trans detenidas. O el operativo de este miércoles, en que detuvieron a 12 trans, dando parte esta vez a migraciones.
La homofobia y xenofobia de Cambiemos
Lo cierto es que el gobierno de Cambiemos, Vidal y Arroyo, que nunca han disimulado su homofobia, profundizan la criminalización de las personas travesti, transgenero y transexuales y de los inmigrantes.
Mientras la discriminación fuerza a las trans a prostituirse confinadas a las zonas rojas para sobrevivir, Vidal se niega a reglamentar la ley de cupo laboral trans, fortaleciendo en cambio a la policía bonaerense, una mafia podrida hasta la raíz que domina las calles y todo tipo de delitos, incluyendo por supuesto el narcotráfico, negocio que no podría funcionar sin la complicidad de la policía, el poder judicial y los políticos.
En sintonía con Cambiemos, los grandes medios de comunicación demonizan a la comunidad trans marplatense, buscando asociarlas de forma xenófoba con la inmigración y responsabilizándolas de “elegir” la prostitución y el narcotráfico. En el caso de “La Capital”, dedicando toda una seguidilla de notas tanto en sus versiones digital como impresa, y escribiendo permanentemente sobre las trans en género masculino.
Una campaña a tono con el endurecimiento de la política migratoria que Macri está llevando a cabo con la modificación por DNU de la ley de migraciones. |
