Maestro luchando, también está enseñando. Esta consigna, que se repite en cada reclamo docente, es de fácil comprensión para cualquier persona que haga un mínimo análisis. Porque como padre con hijos en edad escolar entendí que ninguna acción me hará caminar con la frente bien alta, ni me hará más libre, que luchar por mis derechos. Y nosotros, como padres, luchamos para poder mirar a los ojos a nuestros hijos, sin sentir vergüenza.
¿Cómo no entender el justo reclamo de los maestros? Ellos también enseñan a los jóvenes a luchar por sus derechos, a no dejarse pisotear, a no resignarse y no agachar la cabeza. A no carnerear una huelga.
Dice Michetti que no haría paro. Cobra 16 sueldos docentes. Cínica. Qué los funcionarios cobren como una maestra entonces.
Ver maestros corrigiendo exámenes en el colectivo, porque viajan en este no tan barato medio popular de transporte, y no entender de qué cuatro horas de laburo hablan Bullrich y toda su casta. Estos que estudiaron en escuelas privadas, a las que ahora envían a sus propios hijos.
Esta campaña de desprestigio, orquestada por Vidal, y apoyada por algunos medios de comunicación no debe prosperar. Por fortuna los maestros tienen amplio apoyo de varios sectores de trabajadores y estudiantes. Sólo así, unidos entre el pueblo trabajador y los estudiantes, lograremos romper el techo del 18% que quieren imponer a las paritarias. Y exigir salarios dignos, igual a la canasta básica.
La crisis que la paguen quienes la provocaron: los capitalistas, corruptos y antiobreros, que piden sacrificios y son incapaces de dar el ejemplo. No pongan en hombros del pueblo su ineptitud para gobernar.
Y la tregua de las centrales sindicales con el gobierno cada vez es más evidente. El anuncio de paro general sin movilización es un escándalo. Y en tono lúgubre lo llaman para el 6 de abril.
Para que la lucha de los docentes triunfe el paro debe ser ahora. | 
