Tras más de 20 días de retraso en el pago de la liquidación de octubre, vacaciones y aguinaldo, los trabajadores del Ingenio San Juan volvieron a manifestarse en una jornada de escraches y reuniones ante el empresario Carlos Omil, del grupo Altamiranda; y el jefe del RRHH de la empresa, Juan Carlos Ovejero, ex policía del D2 (Departamento de Inteligencia).

El día jueves 20, una delegación de un centenar de trabajadores del Ingenio San Juan protagonizaron nuevamente una jornada de protesta reclamando el pago del salario que se adeuda desde el mes de octubre, la liquidación restante de los pagos adeudados y la reincorporación de Diego Llanos y Gustavo Zárate, despedidos del ingenio tras presentarse como referentes de la Lista Joven hace 2 años.

La jornada tuvo inicio frente a la casa de Carlos Omil, donde lo encontraron junto al jefe de Recursos Humanos del ingenio, Juan Carlos Ovejero, y fueron interpelados duramente por los obreros, exigiendo respuestas por los días en los que trabajaron gratis, dichos de los obreros, y estos intentaron responder y con llamados “que se cortaban”, respuestas impotentes y ante la negativa de una indicación concreta, fueron presionados a que se dirijan a la sede del IPAAT (Instituto de Promoción del azúcar y alcohol de Tucumán) para tener una reunión con los encargados del ente para mediar el conflicto.

En la sede tuvo lugar la reunión que la presidieron los representantes del Instituto, junto a Omil y Ovejero, representantes de FEIA, trabajadores del Ingenio San Juan, junto a su electo secretario general del - Sindicato recuperado del San Juan, de la Lista Joven – , Ramón Padilla. Luego de una hora y media de intenso debate, solo recibieron como respuesta la promesa de que entre el día de ayer y durante el día de hoy se tramitaría la venta del producto de alcohol almacenado para que se pague lo que se adeuda a los trabajadores, respuesta similar como fue hace casi un mes con la cantidad de 20000 bolsas de azúcar.

Lo pronto es que para la próxima semana se esperan nuevas movilizaciones ya que como expresaba la bronca de los trabajadores, esto recién empieza y la lucha sigue. Mientras siguen en espera, y con el trago amargo de azúcar y alcohol que no combinan, los trabajadores del San Juan aún no están dispuestos a bajar los brazos.