Se trata de un grupo de mujeres que se reúne durante 40 días, correspondientes con la cuaresma, a rezar y ayunar por “la vida de los niños por nacer y sus madres” en una plaza de la Ciudad de Mendoza.
En sintonía con las declaraciones del Papa Francisco con respecto al aborto y sumándose a la Campaña internacional de oración para erradicar el aborto en el mundo, estas mujeres, que fueron entrevistadas por El Otro Diario, declararon que esta campaña la hacemos para que las leyes sociales y políticas defiendan a estos niños que no tienen voz, aún porque están en la pancita de sus mamis, y para concientizar a la gente sobre el valor de la vida en el momento de la concepción del ser humano y agregaban que también nos une el “No a la muerte”. Defender estas vidas de ocho semanas y concientizar a las mujeres para que sepan que si un niño muere en sus vientres, esos vientres son un sepulcro.
Y con una frase clave como “el cuerpo de las mujeres no es de las mujeres, sino de Dios” nos demuestra que se trata claramente de una campaña contra el derecho que las mujeres deberíamos tener para decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra maternidad; y, por lo tanto, el derecho de miles de mujeres pobres a no morir por una práctica clandestina y en condiciones infrahumanas, derecho que el Estado nos sigue siendo negado. No es sólo eso, sino que incluso se oponen al aborto en todas sus variantes ya sea por violación, malformación del feto o riesgo de vida por parte de la madre. En síntesis, se pronuncian por el derecho a la vida de un embrión, pero no por el derecho a la vida de las mujeres.
Vivimos en una provincia donde el Aborto No Punible fue aprobado hace más de 90 años, pero no existe protocolo para llevarlo a cabo debido a la interferencia sistemática de la Iglesia y su fundamentalismo. Nos encontramos con una campaña eclesiástica que no sólo ha sido tomada por este reducido grupo de mujeres y por la campaña de El Bebito, sino que también a nivel nacional pudimos ver cómo el mismísimo Ministro de Educación, Esteban Bullrich, se pronunció contra el aborto y adhiriendo al Día Mundial del Niño por Nacer que fue decretado por Menem.
Sin embargo, hace algunas semanas nos enteramos de que la justicia tucumana absolvió a Belén, luego de un reclamo que fue llevado a cabo por miles de mujeres que se manifestaron en todo el país contra la criminalización de aquellas que abortan y, principalmente, de aquellas que “caen” al hospital público por complicaciones que surgen de una práctica clandestina y en pésimas condiciones antisépticas porque no pueden pagar un aborto en una clínica privada.
Es importante destacar este gran triunfo del movimiento de mujeres que debemos tomar como ejemplo de la fuerza que tenemos, y que demostramos a través de todas las marchas por Ni Una Menos y el Paro Internacional de Mujeres el pasado 8 de marzo. Un triunfo que sirve de base para multiplicar la organización de miles y miles mujeres que nos proponemos conquistar el derecho al aborto libre, seguro y gratuito en los hospitales, así como también Educación Sexual Integral y la entrega de anticonceptivos de calidad en todos los centros de salud públicos sin excepción. Porque sin aborto legal, no hay Ni Una Menos. |