Ayer en el marco de una nueva jornada del juicio por el asesinato del campesino y militante del MOCASE Cristian Ferreyra, declararon los dos principales acusados: el empresario Jorge Ciccioli y el asesino de Ferreyra, Javier Juárez.
Como era de esperarse, el empresario se declaró inocente, negó las acusaciones en su contra, cuestionó su detención e intentó desmentir que sea un “poderoso productor sojero”. En cuanto a las tierras en disputa, contó que fueron compradas al empresario tucumano Enrique Luque, y dijo haberlas adquirido legalmente, además de contar con los papeles correspondientes. Por ultimo advirtió que no sabia de la existencia del MOCASE, ni del conflicto alrededor del territorio, al mismo tiempo que demonizaba con su testimonio a los campesinos por supuestas amenazas contra él y sus empleados.
Por su parte Javier Juárez declaró que Cristian Ferreyra y su compañero Darío Godoy, que también fue herido el día del crimen, lo amenazaron en reiteradas ocasiones con destruir los postes que Ciccioli había puesto en el campo.
Según su declaración, el día del crimen Godoy lo llamó cuando pasó por la puerta de su casa, y acto seguido fue abordado por Cristian y Sergio Ferreyra. En ese momento, frente a las supuestas agresiones por parte de los campesinos y al parecerle ver que Cristian llevaba algo en la cintura, sacó su arma y disparó. Juárez cerró esta confesión diciendo ante que el tribunal: “nunca quise matar, solo me defendí”
Ante las preguntas del fiscal sobre su relación con Ciccioli, contestó que solo eran de tipo laborales, que se encargaba de hacer los postes para el campo. Y en cuanto a la escopeta utilizada, dijo no recordar lo que había hecho con ella. |