Y es que en su partido ya se apresuran a evitar que este escándalo de corrupción amenace la campaña de Morena rumbo a las elecciones presidenciales del 2018, pero más apremiantemente la campaña de Delfina Gómez en el Estado de México.
Por eso la bancada de Morena en la Cámara de Diputados solicitó ayer que se agilice el proceso de desafuero para que éste se lleve a cabo en un periodo extraordinario.
“Nos parece muy importante que esto se realice lo más pronto posible, que se realice un periodo extraordinario con este propósito; recordamos que hubo un periodo extraordinario para la chapodiputada, una diputada local (de Sinaloa) que presuntamente había cometido delitos federales. Aquí estamos en la misma circunstancia”, señaló el diputado federal Vidal Llerenas Morales.
Al mismo tiempo, dijo que Morena asume los errores por la postulación de Cadena Sandoval en la elección: “En ese mismo contexto de responsabilidad, lo que nos corresponde a nosotros es buscar que efectivamente se investigue y se proceda conforme a derecho, y para que eso suceda debe haber un juicio de desafuero de esta diputada”, enfatizó.
Videoescándalo en tres actos
Lo que olvidan los representantes de Morena, es que ellos mismos, bajo el discurso de que la corrupción se encuentra allende su partido, negaron toda acusación contra Cadena hasta que fue inevitable el derrumbe.
Cuando surgió el primer video, en el que se observaba a Eva Cadena recibiendo un millón de pesos para la campaña de López Obrador, éste acusó a la “mafia en el poder” de querer ensuciar su campaña.
En el segundo video, donde la suma era de 10 mil dólares y 50 mil pesos, Norma Rocío Nahle, coordinadora del grupo parlamentario de Morena, exigió que se investigara la procedencia de los fondos y acusó al PRI y a Miguel Ángel Yunes de orquestar la entrega. La propia Cadena señaló que el material se encontraba claramente manipulado.
Ya para el tercero, donde el millón de pesos recibido revela más bien un acuerdo sobre un “dictamen” de una ley que ella puso “a modo”, el conjunto del partido no pudo seguir negando que algo estaba mal con su propia candidata, ya apodada “la recaudadora” por los medios.
La misma Rocío Nahle, antes defensora de Cadena contra Yunes, señaló ahora que “Morena es un instituto político que le abre las puertas a la gente que viene a trabajar con buena fe, con buena voluntad”, para excusar al partido de haber aceptado a Eva Cadena en sus filas a sabiendas de que ésta, con militancia previa en el PAN, PRI y PRD, no era más que una de tantos políticos que saltan de un lado al otro con tal de extraer todo lo que puedan al erario.
En el momento en que López Obrador abre las filas del partido a todos los que quieran sumarse con tal de llegar al poder, así vengan del Pacto por México o de lo más putrefacto de la sociedad, la verdadera trilogía de corrupción que ahora empaña las filas de Morena no es más que una muestra de la estrecha relación entre la “clase política”, los empresarios y el crimen organizado, que nos recuerda que este régimen es irreformable.
A pesar de la esperanza que amplios sectores de trabajadores, mujeres y jóvenes depositan en el Morena, el caso de Eva Cadena pone en evidencia que nada bueno puede venir de los personajes provenientes de los partidos al servicio de los empresarios.
Muestra también, de forma aguda, la necesidad que existe de dar pasos para construir una herramienta política de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, que luche por sus derechos y contra los planes del gobierno de Peña Nieto y los ataques de Trump en forma independiente de los empresarios y los partidos del Congreso. |