Luego de asumir este domingo a la presidencia de Francia, Emmanuel Macron, nombró este lunes como nuevo primer ministro a Édouard Philippe, hasta ahora diputado en la Asamblea Nacional por la derecha republicana y alcalde de la ciudad portuaria de Le Havre, al norte del país. Philippe es miembro del ala republicana afín al ex primer ministro Alain Juppé, derrotado en las primarias de la derecha por François Fillon y condenado a 18 meses de cárcel en 2004 y prohibición de ocupar cargos electivos durante 10 años, por financiación ilegal del partido republicano. Esa es la corriente que intenta “seducir” Macron. El traspaso de poderes con el primer ministro saliente, Bernard Cazeneuve será a las 16h (horario francés).
Philippe militó durante dos años en el Partido Socialista antes de unirse a la Unión por un Movimiento Popular (UMP), embrión de Los Republicanos, donde ha hecho carrera bajo el ala protectora de Juppé. Diplomado en la Universidad Sciences Po, el nuevo jefe de Gobierno ingresó después en la Escuela Nacional de Administración (ENA), de la que procede la élite política del país -como el propio Macron- y en la que acabó entre los primeros de su promoción.
Definido como "un auténtico centrista" por su entorno, con su nominación Macron se aproxima a la derecha moderada, a la que Philippe llegó después de que el ex primer ministro Michel Rocard fuera excluido del Partido Socialista.
La ceremonia de traspaso entre Holande y Macron se realizó tras un encuentro privado de una hora con el mandatario saliente, que le entregó el acceso oficial a los códigos nucleares. Además, Macron recibió el collar de oro que lo convierte en “Gran Maestro de la Orden Nacional de la Legión de Honor”. Además, fue recibido por 21 cañonazos en la Explanada de los Inválidos y rindió tributo en el Arco del Triunfo a los soldados caídos por Francia.
En sus primeras palabras en el cargo, se refirió a la campaña electoral, en la que superó ampliamente al Frente Nacional, pero que fue una para casi la mitad de los 47 millones de votantes franceses que no fueron a votar a votaron en blanco, no fue más que un balotaje entre dos candidatos ajenos a todo interés popular.
“La división y las fracturas en nuestra sociedad deben superarse. Sé que los franceses esperan mucho de mí. Nada me detendrá en la defensa de los más altos intereses de Francia y en el trabajo para reconciliar a los franceses", dijo Macron. En todo caso, se tratará de la defensa de los “más altos” intereses imperialistas de Francia y de su clase empresaria, del sector que se beneficiará de los planes de ajuste que planea llevara delante el nuevo presidente. Y agregó: "El mundo y Europa necesitan más que nunca a Francia, a una Francia fuerte que hable en voz alta por la libertad y la solidaridad", en un intento de mantener al país, junto con Alemania, como potencias de la Unión Europea que se resquebraja día a día.
Encuentro con Merkel
La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó este lunes, antes de su encuentro con Macron, que "confía totalmente" en que el nuevo presidente francés, que tiene un plan para su país y aseguró que Berlín no va a ir de "sabelotodo" para decirle qué es lo que tiene que hacer.
Merkel aseguró, en la rueda de prensa que ella será "la última quien le diga a Francia lo que tiene que hacer". "Tengo total confianza en que él lo sabe", dijo Merkel, quien consideró que Macron "mira con optimismo al futuro", tiene una "buena visión" de qué quiere para su país y "buenas iniciativas" para Europa, que ella va a recibir con "apertura".
Luego, agregó, vendrán las conversaciones bilaterales, que arrancan esta misma tarde en la Cancillería, ya que es tradicional que el líder recién nombrado en uno de los dos países acuda en primer lugar a visitar al del otro.
La canciller aseguró que se estudiará en qué se puede cooperar, teniendo en cuenta que cada país tiene sus propios intereses, pero subrayando también que muchos de ellos son coincidentes y citó, a modo de ejemplo, iniciativas para mejorar las cualificaciones de los jóvenes y para aumentar las inversiones.
Merkel reiteró a este respecto que "a Alemania sólo le irá bien si a Europa le va bien". No obstante, evitó posicionarse con respecto a alguna de las propuestas lanzadas durante la campaña por el presidente francés, diciendo que "muchas propuestas llevan en la mesa desde hace tiempo".
Macron ha apostado por avanzar en la integración de la eurozona, dotándola de un ministro de Finanzas común y de un presupuesto común, algo que en Berlín se ha visto tradicionalmente con escepticismo por temor a que la factura de este nuevo paso recaiga principalmente sobre Alemania. |