Debate con poco debate, y diferencias
La sensación fue que hubo poco debate, lo señaló el propio conductor Manuel Astorga, preocupado por el bajo rating de 5 puntos (aunque fue trending topic en twitter). Fueron preguntados por diversos temas: sistema de salud, de AFP, legalización de la marihuana, adopción por parejas del mismo sexo, educación, financiamiento del programa, mar para Bolivia, entre otros.
Las coincidencias fueron mayoritarias. Aunque hubo algunas diferencias: Mayol, declaró que el Frente Amplio debería declararse como de izquierda. En cambio, Beatriz Sánchez expresó que ella se consideraba una mujer de izquierda, pero que el Frente Amplio era más que eso. Lo que es una realidad: el Partido Liberal insiste una y otra vez que no es de izquierda.
Otro tema fue el financiamiento del programa de Gobierno, que Beatriz Sánchez fundó en los impuestos, y Mayol en lo que llamó “expropiación” del 20% de las empresas estratégicas.
Otro más, sobre el mar para Bolivia: Mayol sin duda se declaró a favor, Sánchez prefirió no pronunciarse escudada en que era "material del Tribunal de La Haya".
Hubo una interpelación mutua: Sánchez a Mayol por la entrega de mar a Bolivia, que no le quedaba claro. Mayol a Sánchez sobre el CAE.
¿Qué otro Chile quiere el Frente Amplio?
A diferencia de la derecha que quiere pasar una retroexcavadora al revés, y de la Nueva Mayoría que solo realizó unos cambios cosméticos, los dos candidatos en algunos puntos proponen un Chile, como dicen, con más derechos sociales. Más claramente ante el sistema previsional, pronunciándose por NO+AFP, por un seguro universal de salud (aunque no es claro si mantendrían un sistema mixto, es decir, con las Isapres), por el derecho a la adopción por parejas del mismo sexo, un aumento del sueldo mínimo a entre 350 y 400 mil pesos, entre otras. Es decir, toman muchas de las banderas de las movilizaciones y demandas sociales de los últimos años. Pero no claramente todas. Dos llaman la atención.
Estudiantes y trabajadores
¿La expectativa que despierta el Frente Amplio en anchas franjas de estudiantes y trabajadores serán respondidas? En el candente debate educacional, fueron ambiguos. Preguntada por la gratuidad, Sánchez respondió que concibe la educación como derecho, y criticó a Piñera por decir que retrotraería la gratuidad. Pero, no se pronunció claramente por el derecho a la gratuidad universal. Tampoco está en su programa.
En la educación básica y media, defendieron la existencia de la educación privada. “El punto no son los colegios privados”, dijo Beatriz Sánchez, agregando que “la idea es que la educación pública debe ser tan buena que sea competencia”. Por su parte, Mayol afirmó que “tenemos que ser capaces de reestructurar la educación desde las bases”, y no se mostró partidario de terminar con los colegios privados. Pero, ese es el punto.
En cuanto a los trabajadores, ninguno instaló ningún punto, aunque en sus programas hablan de un aspecto, la negociación ramal.
Pegando donde no duele
¿Puede ese otro Chile con derechos sociales alcanzarse sin afectar los intereses capitalistas? Todo apunta a que no. Sin embargo, los candidatos parecen creer que sí. Preguntados por el financiamiento, Beatriz Sánchez habló de “impuestos justos”, un aumento de impuestos para asegurar los derechos sociales. Algo que en Chile con tanta impunidad patronal parece muy disruptivo, pero no se aleja de lo que sucede en cualquier país del mundo. Aunque será un debate: Piñera quiere rebajar los impuestos a las empresas.
Mayol, habló de “expropiación” del 20% de las empresas estratégicas, ¿pero es afectar los intereses capitalistas? Lo aclaró él mismo: es para tener más “información” del funcionamiento de las empresas. No para terminar con los abusos empresariales, la explotación de los sueldos de hambre, el saqueo de los recursos naturales, la expoliación imperialista, como pasa en el cobre que el 70% está en manos privadas llevándose todas sus ganancias.
Es más, la propuesta de Mayol, también de Sánchez, para el sistema de reparto, es que sus fondos se destinen e inversiones en empresas que no afecten el medio ambiente, respeten derechos laborales, etc., es decir, que se destinen a seguir financiando empresas.
Pero, “el punto” precisamente es que las empresas son las responsables de las desgracias que padece el pueblo trabajador. |