Una nueva convocatoria para movilizar este próximo 3 de junio al grito de #NiUnaMenos ya genera expectativas en miles de mujeres estudiantes, trabajadoras, desocupadas. Porque luego del último paro internacional de mujeres realizado el 8 de marzo donde la tierra tembló, una vez más, nos preparamos para salir a las calles por nuestras demandas.
Extenuantes jornadas laborales que luego siguen en nuestras casas con el cuidado de los hijos y las tareas domésticas. En los lugares de trabajo la discriminación va enlazada con el látigo de la explotación capitalista. En la Zona Norte, las mujeres tienen hasta el 26 % de diferencia salarial con respecto a los varones, las categorías más bajas, se les destinan las tareas más repetitivas y por eso muchas veces las compañeras que son madres no pueden levantar a sus hijos en brazos porque están rotas. La mayoría de las jóvenes trabajadoras están tercerizadas, por agencia, contratadas. En el caso de las estudiantes terciarias, obligadas a hacer malabares para hacerse un tiempo y poder estudiar.
Quienes integran la comisión de mujeres de Madygraf bien saben sobre esto, ellas en carne propia vieron como una empresa multinacional yankee se iba del país dejaron en la calle a cientos de trabajadores y sus familias. Junto a sus compañeros ocuparon la fábrica y la pusieron a producir.
La comisión de mujeres que ya estaba conformada antes de la toma de la fábrica se fortaleció aún más en esa lucha. Marcharon contra la violencia machista, fueron parte del #ParoInternacionalDeMujeres y todos los años se organizan para dar la pelea junto a Pan y Rosas en el Encuentro Nacional de Mujeres. Pusieron en pie una juegoteca dentro de la fábrica para sus hijas e hijos junto a compañeras docentes que aportaron desde el principio en el desarrollo de esta experiencia. Ellas vienen una vez más a nuestro profesorado para transmitirnos estos ejemplos de organización, gestión obrera y libertad.
Lograr que la realidad de las mujeres de la clase obrera entre a nuestras aulas y forjar en las calles una alianza de estudiantes y trabajadores, como lo hicimos desde la Juventud del PTS estando codo a codo con Madygraf y decenas de luchas obreras, es algo por lo que desde la Corriente Docente-Estudiantil “9 de Abril” peleamos todos los días.
Las mujeres podemos ser una fuerza arrolladora cuando nos vemos en la necesidad de organizarnos para terminar con la violencia patriarcal y capitalista que día a día se hace carne en nuestros cuerpos. Supimos transformar el dolor y la bronca en movilización como dice nuestra compañera Myriam Bregman, que es pre-candidata en la Ciudad de Buenos Aires a Diputada Nacional por el Frente de Izquierda en las próxima elecciones.
Venimos llevando una fuerte campaña militante bajo el lema: “Nuestras vidas valen más que sus ganancias”. La experiencia de las compañeras de Madygraf es un punto de apoyo para el conjunto del movimiento de mujeres y la clase trabajadora: pero entendemos que el problema es de raíz, que las millones de mujeres asalariadas que pelean por vivir su vida plenamente deben ir a fondo en su ataque contra este sistema de hambre y opresión para nosotras. Por eso acompañamos la propuesta de reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, cobrando igual la canasta familiar.
Este jueves junto a las mujeres de Madygraf vamos a abrir el debate sobre nuestros derechos y las perspectivas que vemos para construir una fuerza en las calles independiente de los gobiernos el Estado, la justicia y la iglesia. Para acabar con la violencia machista del Estado capitalista-patriarcal, hacia otra sociedad que siente las bases de nuestra libertad. ¡Este próximo 3 de junio nuevamente que la tierra tiemble! |