Si nos atenemos a la mayoría de las encuestas sobre las preferencias electorales en el Estado de México (empate técnico), entenderíamos porqué hay tanta alarma en el PRI, en el gobierno de Peña Nieto, en los gobernadores del tricolor, en los grandes contratistas ligados al gobierno estatal y federal, y en el ejército.
La campaña atemorizante de que un triunfo de Delfina, la candidata del Morena, sobre el “junior” priísta Alfredo del Mazo apuntaría a un fortalecimiento de Andrés Manuel López Obrador en la carrera presidencial es un peligro para México se apoya en premisas falsas.
El mundo de los negocios
Bajo el supuesto de que con López Obrador se afectarían las ganancias de los capitalistas, se esconde el temor de cierta pérdida de privilegios de la “clase política” basados en el imbricado sistema de relaciones políticas y económicas sobre las que se ha encumbrado este sector de políticos y empresarios.
López Obrador ha levantado como eje central de su programa el combate a la corrupción y esos privilegios de lo que él llama “la mafia en el poder”. Una propuesta difícil de cumplir si sigue reuniendo como aliados a personajes provenientes del PRI, del PAN y del PRD.
A su vez, Delfina Gómez, entre sus propuestas presentó a un sector de empresarios –entre ellos José Luis Salinas, presidente de la Unión de Empresarios del Estado de México, y Arturo Beteta del Río, presidente de Coparmex Metropolitano– un proyecto económico en el que propone un sistema fiscal “para simplificar los trámites para las empresas."
Esto demuestra que un eventual triunfo del Morena no va a atacar la propiedad privada de los medios de producción (la base de explotación y la opresión de la clase trabajadora), aunque tal vez podría limitar las ganancias fraudulentas que, en base a la corrupción, obtienen los que han puesto las reglas en ese país durante más de 70 años.
Por ejemplo, podría comprobar los jugosos contratos realizados entre el gobierno del Estado de México (como cuando Peña Nieto gobernó esa entidad) y constructoras como la española OHL y el Gripo Higa a quienes entregó la construcción de obras públicas a cambio del financiamiento para las campañas políticas del PRI. Y es casi natural que, el PRI y aquellos con los que construyó esa estructura “comercial”, defiendan la fuente de acumulación de sus inmensas fortunas.
Banca y finanzas
Pero también la banca –mayoritariamente extranjera– beneficiada por los compromisos del gobierno federal), quiere que gane el PRI pues la política cambiaria y hacendaria está determinada –en gran parte– por la poderosa Asociación de Banqueros de México. Con el consentimiento oficial, los banqueros especulan con la moneda mexicana y sacan los capitales del país a su antojo, descapitalizando las finanzas nacionales y presionando la devaluación del peso.
Fue el gobierno del priísta Ernesto Zedillo quien, en diciembre de 1994, adelantó a los banqueros su decisión de devaluar el peso (casi 100 por ciento) para que compraran dólares previamente a la devaluación e hicieran un gran negocio.
La relación con la Iglesia católica
En otro rubro, aunque AMLO ha declarado su fe cristiana –es decir, no es ateo– y ha buscado acercamiento con el alto clero católico, no es el consentido de los jerarcas de esta milenaria institución, sino que es el PRI, con quien han establecido terrenales acuerdos políticos y económicos.
Para muestra basta un Onésimo Zepeda, el golfista ex Obispo de Ecatepec que estuvo muy ligado al gobierno del Edomex y a Los Pinos, fue corredor de Bolsa y trabajó para Grupo Financiero Banamex, Citygroup, etc. Y es que la Iglesia católica, utilizando las creencias religiosas de la mayoría de la población, hace campaña desde el púlpito por los candidatos del PRI a cambio de aumentar sus privilegios y violar la ley de cultos al hacer política públicamente.
Propuestas del Morena ante el TLCAN
Con el PRI están también las empresas depredadoras del medio ambiente que, través de sus mineras o industrias eólicas, hace más difícil la calidad de vida de la población. El apoyo federal a estas empresas muestra la gran corrupción estatal que ha consentido hasta asesinatos de activistas ambientales opositores a estos proyectos insalubres. El caso más reciente es de los hermanos Miguel y Agustín Vázquez Torres, asesinados el 20 de mayo en la comunidad wixárika (huichol) de San Sebastián Teponahuaxtlán, municipio de Mezquitic, Jalisco, que tuvo que contar con la complicidad de las autoridades.
Sin embargo, AMLO no perdió oportunidad de tender su mano a las mineras canadienses, aplicadoras de un modelo extractivista que devasta el medio ambiente, expolia recursos naturales y territorios de las comunidades indígenas, y que tienen ya 70% de sus inversiones en México. En su decálogo de propuestas para enfrentar a Donald Trump, presentado el 20 de enero de este año convocó a impulsar "un acuerdo bilateral específico con Canadá, el cual prevé, entre otros, compromisos para lograr una mayor inversión de las empresas mineras canadienses en México, con salarios justos y cuidado del medio ambiente”.
Pero principalmente es el gobierno de los Estados Unidos el que prefiere en el gobierno al partido de la estabilidad burguesa; al que más ha avanzado en la subordinación a los intereses yanquis.
Sobre todo, ante la agresiva política proteccionista del bárbaro Trump que negociará el TLC con México bajo sus condiciones. La política injerencista de Peña Nieto en Venezuela –demandando democracia, alto al autoritarismo y a la violencia– alineándose con la política de la Casa Blanca, es un sometimiento que el imperialismo no quiere perder.
En conclusión, los grandes empresarios y la llamada clase política no quieren arriesgarse a un cambio en las formas descaradas sobre las que hacen fraudulentas fortunas. Y son quienes, si la elección en el Edomex se dirime por un escaso margen de diferencia entre PRI y el Morena, avalarían un fallo –parcial– del INE a favor Del Mazo.
¿Qué cambiaría si gana el Morena?
El partido de López Obrador ha despertado ilusiones en amplios sectores hartos del PRI-PAN-PRD, todos protagonistas de innumerables escándalos de corrupción, con vínculos con el crimen organizado, y responsables políticos ante la masacre de Iguala y la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. A eso se debe su fortalecimiento.
Pero, más allá del temor de esta decadente clase política ante algunas medidas anticorrupción que pudiera imponer Delfina si ganara la gubernatura; de un gobierno que eliminara gastos suntuosos. Fomentando los programas de asistencia social para los adultos mayores y otros sectores de la población que podría ejecutar –medidas progresivas pero limitadas que el PRI y el PAN no impulsarían–, no habría un cambio esencial en el régimen político y la situación de la clase trabajadora y los sectores populares, cuyas condiciones de vida están más degradadas cada vez. |