La jornada laboral empieza con un cronómetro que indica cuantos minutos tenemos para almorzar, hasta para tomar agua. Todo está absolutamente controlado. Las llamadas son escuchadas y grabadas permanentemente, la exigencia de jefes y supervisores se vuelve insoportable para que las 6 horas de trabajo rindan al máximo, para que atendamos cientos de llamados sin parar garantizándole mayor rentabilidad a las empresas a como dé lugar. Puede que para ello hasta te vayan a buscar al baño si lo cronometrado no se condice con las necesidades humanas.
No importa si en el intento dejamos nuestra salud psíquica, nuestra voz, oídos o nuestras espaldas. La mayoría somos jóvenes, todos los que trabajamos en un call sufrimos de distintas enfermedades, disfonía y problemas auditivos, estrés, dolencias en nuestros cuerpos, debido a las malísimas condiciones y los altísimos ritmos en los que nos obligan a trabajar.
Carlos trabaja desde hace 4 años en el call center de un banco: "Muchas veces en los puestos de trabajo los operadores terminamos con ataques de pánico, angustias, producto de los nervios de las situaciones que vivimos a diario y nos dejan quemados. Las quejas de usuarios y clientes que llaman alterados por las estafas de las mismas empresas que nos explotan a nosotros, cuando venden productos y servicios con promociones engañosas y en muchos casos truchas que van variando todo el tiempo, son parte de este "combo" explosivo.
Como si eso fuera poco, si no logramos que el cliente desista de dar de baja productos, nos descuentan el llamado"
El negocio de los call precariza, despide y enferma en todo el mundo
En Argentina y otros países de América Latina crecieron exponencialmente las centrales de llamadas: hoy casi todas las empresas tienen este "servicio" de atención al cliente. Las Aerolíneas, tarjetas de crédito, bancos, empresas telefónicas, de televisión y tantas otras, los han incorporado. El boom de los call en Argentina surge a partir de la crisis del 2001, la devaluación y nuestro país se convirtió en un paraíso para la terceriarización de este tipo de trabajos. Sin embargo en la actualidad, grandes multinacionales migraron sus centros de atención a otros países como Colombia donde todos estos servicios cuestan la mitad del costo laboral. La propia Cámara empresaria que agrupa a los call centers asegura que ya se han perdido 25.000 empleos en el último año y aún están en riego otros
20.000 puestos de trabajo. Por lo tanto las condiciones de trabajo y el salario de los trabajadores son terribles también.
Ana trabaja en un call center de venta de productos hace 2 años y en su cuerpo ya sufre las consecuencias: "Quieren exprimirnos aún más y dejan trabajadores en la calle para reventar a los que quedan, subiendo la productividad a niveles que ninguna persona puede soportar. Por lo tanto lo sentimos al poco tiempo de empezar a trabajar, cuerdas vocales llenas de nódulos, disfonía, problemas de audición, son sólo algunas de las consecuencias que se suman al estrés también provocado por el trabajo"
Más productividad, más enfermedades
En cuestión de apenas segundos las llamadas entran una tras otra.
Como explica un estudio elaborado por el Colegio de Fonaudiólogos de La Plata: "Decenas de llamados por hora, escaso tiempo para descansar y altos niveles de estrés, son una fórmula que complica cada vez más a los trabajadores de centros de atención telefónica. Hay una exposición a tener problemas de audición cuando el tiempo de trabajo supera las 13 horas semanales". En cualquier call center se trabajan entre 30 y 36 hs por semana como mínimo, es decir el triple o más.
Trabajar menos para trabajar todos y no dejar la salud, incluso la vida en el trabajo.
Nuestras vidas para las empresas y las ART son un negocio. Los sindicatos, bien gracias.
Las ART son un gran negocio de las empresas que sólo piensan en ganar plata. Tanto la reforma a esa Ley que se hizo durante el gobierno kirchnerista como en la del gobierno de Macri empeoraron aún más la situación de miles de trabajadores, no sólo los de call center.
En Argentina mueren 7000 trabajadores por año a causa del trabajo, es terrible. Los sindicatos burócratas son cómplices y parte en el negocio.
Pero la bronca de miles de trabajadores de call center del país se tiene que unificar para organizarnos y pelear por todas nuestras demandas. Nuestras vidas valen más que sus ganancias |