Este miércoles llega a Córdoba la Escuela Itinerante de CTERA. Esa “escuela”, que pretende erigirse en defensa de los derechos conquistados por los trabajadores y en defensa de la escuela pública, es la materialización de la entrega que hacen las conducciones de los sindicatos de base de CTERA de las luchas en cada provincia.
La conducción de CTERA dejó pasar el Operativo Aprender, está dejando pasar el Plan Maestro, nada hizo frente a la dictatorial represión que tuvo lugar el año pasado contra los docentes de Tierra del Fuego y de Santiago del Estero. Inclusive, cuando estaba montando la Escuela Itinerante en Plaza de Mayo, sufrió la represión del macrismo y ni así fue capaz de impulsar un plan de lucha nacional.
Juan Monserrat, secretario de Organización de CTERA y jefe de la UEPC, dijo en la Marcha Federal en el mes de marzo que a Macri se lo puede enfrentar en la calle y también en las urnas. La Celeste se propone reducir la batalla material (en defensa del salario, de la escuela pública, contra la precarización laboral, etc.) a un enfrentamiento simbólico. ¡Decenas de declaraciones y ningún plan de lucha!
Con ese contenido “enfrenta” a Macri en la calle. No busca defender la educación ni el salario sino que quiere desprestigiar la política neoliberal, antipopular y antieducativa del macrismo para fortalecer al PJ-FPV en las urnas… después de que esa “oposición” ha votado en el Congreso las leyes del ajuste, desde el pago a los buitres hasta el presupuesto.
Los socios de los ajustadores
Está muy bien que la conducción de CTERA le exija a Macri que convoque a la paritaria, pero al no nacionalizar la lucha, dejan pasar no sólo los ataques a la educación y a los docentes en cada provincia, sino que le permiten a Macri avanzar con un ataque nacional. Aquella exigencia, como todo lo demás en manos de estos dirigentes, son palabras.
Uno de los grandes trofeos que consiguió el capital durante el menemismo y la Alianza fue la precarización laboral. Con estos dirigentes sindicales, durante el kirchnerismo esa precarización avanzó en la docencia como nunca antes. Incluso en esos años de “gobierno popular” pactaron sumas salariales en negro e inauguraron los acuerdos salariales en cuotas.
Con el lema “la escuela pública enseña, resiste y sueña”, dirigentes que hace años no enseñan ni resisten parecen invitarnos a soñar que la remake de la Carpa Blanca es parte de una pelea seria contra los neoliberales. Lo cierto es que junto a la CTA son parte del ala progresista de la tregua interminable de los dirigentes sindicales con el ajuste de Macri y los gobernadores.
La única forma de defender la educación es con un plan de lucha nacional
A esta altura cabe preguntarse cómo se puede defender la educación pública y el interés de los trabajadores de un ataque tan violento como el que llevan adelante Macri junto a Vidal en Buenos Aires o Alicia Kirchner en Santa Cruz. Desde la Corriente Nacional 9 de abril entendemos que la única forma es impulsar un plan de lucha serio en todo el país, movilizando al millón de docentes para mover la fuerza que necesitamos para derrotar al gobierno.
No sólo denunciamos con claridad la política de entrega que llevan adelante quienes conducen CTERA sino que además les exigimos que rompan la tregua con el gobierno y convoquen a asambleas de base para votar un plan de lucha para tirar abajo este plan de ajuste.
Defender la educación es inseparable de exigir el aumento del presupuesto destinado a educación a la vez que se cobren impuestos progresivos a las grandes fortunas, a las rentas (financieras y del suelo) y al capital, y que no se pague la fraudulenta deuda externa.
Nosotros acompañamos la propuesta del PTS en el Frente de Izquierda para que se valore la vida de los trabajadores por encima de las ganancias de los capitalistas. Proponemos que los docentes trabajemos seis horas diarias, cuatro frente al aula y dos horas para planificar y capacitarnos, con un sueldo inicial igual a la canasta familiar. Queremos la puesta en marcha de un plan integral con construcción y reparación de escuelas para garantizar la educación desde los 45 días, con comedores de calidad y la posibilidad de otorgar becas a los estudiantes terciarios para enfrentar la deserción. |