El discurso del Gobierno de Cambiemos sigue repitiéndose, mientras que afirman que los brotes verdes están sólidos, quienes tienen la responsabilidad de manejarla economía del país continúan dejando la mayoría de sus bienes en el exterior.
La lista la encabeza Juan José Aranguren, quien estuvo envuelto en una polémica el año pasado por mantener acciones de la casa matriz de la petrolera mientras era el ministro a cargo del área energética. Luego, anunció que las vendió.
El ex CEO de Shell anunció un tarifazo en el año 2016 con la excusa de la "pesada herencia" de un 300% promedio en las facturas del gas. Tarifazo brutal contra los trabajadores y los sectores medios; en ese momento sostuvo que la electricidad en las provincias antes era más cara, pero evitó decir quién se quedaba con la diferencia y ocultó que gran parte de los quinientos mil millones de pesos de subsidios que otorgó el kirchnerismo fueron a engrosar las ganancias empresarias de los amigos del presidente, como Nicolas Caputo, Lewis y compañía. Es el mismo que posee el 83% de sus 104,7 millones en el exterior. Principalmente, en depósitos radicados en Holanda y Estados Unidos.
Nicolás Dujovne, no se queda atrás y posee tres cuartas partes de su patrimonio afuera, en distintas inversiones. Son 74 millones de pesos, a los que habría que sumar una propiedad en Uruguay. Este personaje fue el que propuso "reducir el peso del gasto dentro del PBI sin una crisis, porque hasta ahora siempre que en la Argentina se bajó el gasto se lo hizo en medio de licuaciones y crisis". El encargado de que las inversiones lleguen al país tiene la mayoría de su patrimonio en el exterior. Beneficios para pocos y ajuste para las grandes mayorías.
Otros de los nombres que barajaron en las listas fueron Luis Caputo (Finanzas), Federico Sturzenegger (Banco Central), Mario Quintana y Gustavo Lopetegui (vicejefes de gabinete).
Mientras así viven los de arriba, los de abajo no llegan a fin de mes. Las estadísticas del Indec muestran que el promedio de ingresos en el primer trimestre de 2017 para la población relevada en los aglomerados urbanos fue de $12.695.
Mientras los trabajadores y el pueblo pobre tienen que hacer equilibrio con sus ingresos y viven atemorizados de perder sus puestos de trabajo, los ricachones del macrismo, los mismos que fugaron sus capitales a paraísos fiscales como lo demostraron los Panama Papers, le piden al pueblo trabajador que se sacrifique en pos de "sincerar la economía" y hacerla competitiva, es decir plausible de ser entregada al capital extranjero.
