La convención del partido de los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA por sus siglas en inglés) finalizó el domingo 6 de agosto. Al evento de cuatro días de duración realizado en la universidad de Illinois, en la ciudad de Chicago, asistieron entre 700 y 800 delegados en representación de 25.000 miembros en todo el país que fueron votados en las semanas previas en reuniones locales, a razón de 1 cada 30 miembros. En la semana anterior se propusieron numerosas resoluciones, en nombre de grupos o de forma individual, algunas de las cuales circularon por toda la organización y fueron presentadas para su discusión y votación durante la convención.
Durante el sábado, el tercer día del evento, la discusión se centró en propuestas de enmienda a los estatutos y las prioridades nacionales de la organización.
Los delegados votaron cortar relaciones con la Internacional Socialista, (IS) un conjunto de partidos que ha aceptado y, en algunos casos adoptado, políticas neoliberales en los países donde gobernaban (los ejemplos más resonantes son el SPD alemán, el PS del ex presidente frances Francoise Hollande, el PRI de Peña Nieto y el PASOK griego).
La resolución que se aprobó dice: “Nuestra afiliación con la Internacional Socialista dificulta nuestra habilidad para desarrollar relaciones profundas con partidos y movimientos sociales que comparten nuestros valores y que, en muchos casos, se oponen fuertemente a la seccional de la IS de su país”. Y continúa, “En muchos países, los miembros de la IS han sido parte de los ataques al estado de bienestar y a los derechos de los trabajadores y sus sindicatos.”
El DSA pertenece a la IS desde su fundación en 1982. La votación de este sábado inicia un viraje histórico traccionado por las tendencias políticas de los nuevos miembros que ha hecho crecer a partido exponencialmente.
Esto se da mientras algunos miembros presentan propuestas para construir “relaciones más fuertes con nuevos partidos y movimientos de izquierda” por fuera de la IS “desde Podemos (España) al PSOL (Brasil) hasta Momentum en Gran Bretaña (Plataforma DSA Momentum)”
Durante el sábado también se votó el apoyo al movimiento Boicot, desinversiones y sanciones (BDS) contra el estado de Israel. La resolución constituye una acusación sobre la ocupación ilegal de tierras Palestinas por parte de Israel:
“Israel ha encarado un programa de colonización rapaz de los territorios de la Palestina Ocupada mediante su política de asentamientos. Los colonos israelíes que habitan en Cisjordania tienen los derechos de ciudadanos israelíes, están sujetos a la ley civil y se les permite transitar por caminos prohibidos a los palestinos... Los palestinos no son considerados ciudadanos israelíes y están sujetos a la ley marcial y son juzgados por cortes militares con un 99% de tasa de condena, son forzados a transitar por caminos diferentes… Hay por lo menos 50 leyes que discriminan a los palestinos con ciudadanía israelí.Todo lo anterior constituye un apartheid”
Con esta resolución el DSA ha sentado una postura que deja atrás la línea del partido Demócrata y de Bernie Sanders que claramente contestó en una entrevista de la cadena Al Jazzera “No, no estoy a favor” del movimiento BDS.
Las redes sociales se hicieron eco inmediatamente de esta nueva decisión que fue elogiada desde dentro y fuera de la organización.
El mismo sábado se adoptó la propuesta de los miembros del Afro-Socialist and Socialists of Color Caucus de la ciudad de Nueva York y del norte de Jersey. Esta incluía el reconocimiento formal del grupo por la organización nacional y una declaración a favor de la reparación por parte del gobierno de los Estados Unidos a las “comunidades descendientes de esclavos” y a las naciones del sur “que han sufrido durante cientos de años la explotación económica” por parte de las “naciones imperialistas”.
La declaración señala que “las reparaciones no borraran la vergonzosamente violenta historia de nuestro país o el daño irreparable que más de cuatrocientos años de trabajo esclavo han causado a la comunidad negra. Son, sin embargo, una medida de redistribución de la riqueza a las comunidades que descienden de esclavos para disminuir el agobio material al que están sujetas”.
Vale la pena destacar que Dan Labotz y Selig Stern, dos miembros de Nueva York, propusieron una enmienda al preámbulo de la “Resolución de prioridades” que hablaba sobre la relación del DSA con el partido Demócrata.
En ella se puede leer:
“Debemos reconocer que el Demócrata no es nuestro partido, aunque algunas veces apoyemos sus candidatos o incluso seamos candidatos. En consecuencia, no tenemos intereses en sus batallas internas, como la pelea entre Keith Ellinson y Tom Perez. Debemos abstenernos de apoyar a cualquier demócrata que esté involucrado en una lucha política dentro del partido Demócrata. Tomar partido en estas batallas sólo desorienta a nuestros miembros, llevándolos a creer que este partido puede ser un vehículo de las aspiraciones de la clase trabajadora.
Creemos que es importante remarcar este punto porque el partido Demócrata ha sido históricamente el mayor obstáculo a vencer para los movimientos progresistas.”
Si bien la enmienda no representaba una clara ruptura con el partido Demócrata y era tibia en su contenido la convención finalmente la rechazó por un estrecho margen de 266 votos contra 303.
La estrategia electoral del DSA y la cuestión de la total independencia del partido Demócrata aún no está resuelta, los eventos que tuvieron lugar en la conferencia son señales auspiciosas de los cambios generados por la gran cantidad de nuevos miembros y la influencia de la juventud.
Traducción: Nicolás Daneri |