“¡Cómo olvidar ese día! Todxs esperaban mi regreso después de dos años y medio encerrada injustamente. ¡Cómo olvidar que ese día… VOLVÍ A NACER! (…) Gracias a cada mujer, a cada organización, al movimiento de mujeres y a cada una de las personas que puso su granito de arena para ayudarme, que se puso la camiseta de libertad para Belén y salio a la calle a luchar por mi libertad.” (*)
Esas palabras escribió Belén hace unos días, en la víspera del primer aniversario de su liberación. La joven fue efectivamente liberada el día 18 de agosto de 2016, luego de dos jornadas de intensos entorpecimientos burocráticos que transcurrieron entre la orden de la Corte Suprema tucumana y el reencuentro de Belén con su familia. Quedaban atrás más de 900 días de cárcel.
A Belén un fallo reaccionario de los jueces Dante Ibáñez, Fabián Fradejas y Néstor Macoritto la condenó sin pruebas ocho años de prisión, una condena injusta tras ir a un hospital pública por complicaciones con un aborto espontáneo, en la madrugada del 21 de abril de 2014.
La libertad de Belén fue el primer gran triunfo del movimiento de mujeres, que organizó una campaña de solidaridad nacional e internacional. Las importantes manifestaciones obligaron a pronunciarse al presidente y al gobernador. “Es un tema delicado”, dijo Mauricio Macri y acto seguido aseveró que “ni pensaba” despenalizar el derecho al aborto; Manzur, ex ministro de Salud kirchnerista, dijo que había que ser “respetuosos” de la decisión judicial. Ambos manifestaron, entonces, oponerse a los derechos reclamados desde el movimiento de mujeres. Pero el orgullo de la pelea dada se transformó en un motor para seguir exigiendo la anulación del fallo reaccionario que condenó a Belén y conseguir su absolución definitiva.
Finalmente la absolución llegó el 27 de marzo de este año, algunas semanas después de que miles marcháramos en las calles en el gran paro internacional de mujeres del 8M. La noticia de la sentencia de la Corte Suprema tucumana llegó en medio de una pulseada del movimiento de mujeres contra la cúpula de la Iglesia Católica que por esos días había desplegado una brutal cacería de brujas contra un grupo de compañeras que habían protagonizado una perfomance en la plaza principal, a favor de la legalización del aborto.
Torcerle el brazo a esa justicia misógina y clasista fue un puntapié para empezar a instalar en la agenda provincial todos nuestros derechos. Impulsamos el Foro Tucumano por los Derechos Sexuales y Reproductivos, que debemos fortalecer con la participación de otros sindicatos, con la organización de las trabajadoras tucumanas, las docentes, obreras de los empaques. La bandera por #NiUnaMenos estuvo en el puente Lucas Córdoba acompañando la jornada nacional de lucha por los trabajadores de Pepsico, donde las mujeres nos hicimos eco de esa gran batalla, la sentimos como propia y nos enorgullecemos con el ejemplo de Las Leonas, que fueron el motor que empujó a la organización de toda la planta y los vínculos más profundos de solidaridad, uniendo en la lucha lo que los patrones y el Estado dividen mediante la competencia y el machismo.
Es que con la lucha por su libertad, no sólo Belén volvió a nacer, sino un importante movimiento de mujeres que se puso en pie en la provincia, que recupera el nombre de Marita Verón, de Paulina Lebbos, de Ayelén Gómez para transformar el dolor y la bronca en lucha y organización. Para abrirse paso entre tanto oscurantismo clerical que abunda y atraviesa al Estado, para señalar con fuerza y decisión quiénes son nuestros enemigos y no mendigarles, sino arrancarles todos nuestros derechos.
(*) Gentileza Colectivo La Palta |