Hay un acuerdo generalizado en los sectores que componen las comunidades universitarias, así como se expresa en la Chile: el rechazo de la reforma, habría que agregar para no caer en ingenuidades: tal como está hasta el día de hoy. Esa unidad marca un punto común del cual apoyarse sin duda alguna, el problema de fondo es ¿Con qué política se lleva adelante? ¿La política de quién hegemoniza esa unidad? Será la de los rectores que en su mayoría son personeros de la Nueva Mayoría y los administradores de la educación de mercado en las universidades o será la de los estudiantes y los funcionarios que luchan por un nuevo modelo de educación que erradique el mercado y que esté al servicio del pueblo trabajador y pobre.
 
Con ese telón de fondo, con ese contenido es que se hace fundamental qué política se defiende, si contentarse y entender como ganadas un par de migajas que en sí ya rebajan la demanda histórica que tenemos como movimiento estudiantil o dar esta lucha en la perspectiva de la conquista de la educación gratuita universal. Ahí radica nuestra diferencia como estudiantes y funcionarios con los rectores, y ahora se ratifica que también con el Frente Amplio y las JJ.CC. 

El argumento que esgrimen: hay que separar lo importante de lo urgente. La justificación es que no han dejado de lado la lucha por la gratuidad pero que esta no tiene que ver con la discusión de la actual reforma. Yo me pregunto ¿No es urgente y una necesidad para miles de familias poder acceder a la educación de manera gratuita? Así como afirmo que ¡Claramente tiene que ver! Si esta ley es parte de la reforma educativa del gobierno de la Nueva Mayoría que buscaba cooptar nuestras demandas, y lo está logrando con su complicidad. Y ¿Cómo no va a tener que ver? Si algunos de los puntos en discusión son mejorar las condiciones laborales de las y los funcionarios y expandir las matriculas de las universidades estatales, lo cual no se podrá realizar sin financiamiento basal ¿O creen que será por medio de la buena voluntad de los administradores del mercado educativo con una mejor regulación de este? Aún con la mejora de las voluntades sería imposible, porque es el modelo de educación el que lo rige.

La política se mide en la práctica y no en las voluntades o discursos al aire. Hasta ahora se han limitado a seguir la política de los rectores y decanos que buscan pequeñas modificaciones, como en derecho donde Harasic impulsó el aumento de matrículas en 200 estudiantes a 5 años sin un plan de infraestructura serio que permita acogerlos, o como Ennio Vivaldi que ayer salió en EMOL planteando que no estábamos por el rechazo a la reforma si no por modificaciones parciales al actual proyecto de ley saludando la iniciativa del gobierno.

Todo esto mientras por abajo entre funcionarios y estudiantes se muestra el descontento: hoy se movilizan las y los funcionarios en defensa de sus condiciones laborales, pero también tenemos que dar un paso más allá, en la lucha por un modelo educativo distinto, donde sus hijos puedan acceder a la educación y donde sean vistos efectivamente como parte de la comunidad y no como meros empleados que implican un gasto en el engranaje mercantil, sin ellas y ellos es imposible que exista universidad alguna. 

Rechazamos la actual reforma, pero no para que todo quede igual sino para conquistar nuestras demandas. La lucha contra esta ley entonces está profundamente ligada a qué tipo de educación queremos, por ende, a la necesidad de una educación gratuita universal y garantizada por el Estado, al cogobierno universitario con mayoría estudiantil, al paso a planta de todas y todos los funcionarios y la elección universal de las autoridades. Y la posición que toman desde la JJ.CC hasta la UNE quienes se dicen ser el "ala izquierda del FA" implica varios problemas, el político de dejar de lado la perspectiva histórica que ha hecho movilizarse al movimiento estudiantil, que conlleva consigo pasar por encima de lo que hemos votado y por lo que hemos luchado más de 6 años; así como la unidad con quién, hoy para ellos prima la unidad con los rectores, sí, los mismos que mantienen la precariedad laboral y educacional, que administran el modelo actual y del cual se benefician, antes que la con las y los estudiantes de base y funcionarios.
 
Aunque les duela la realidad así es hoy en día. Esas migajas y supuestas "incidencias" no son más que la confianza que depositan en quienes administran el modelo actual, en el parlamento de corruptos, y en las y los rectores. Tengamos unidad contra esta reforma ¡sí! Pero bajo la bandera de nuestra política y no subyugando al movimiento estudiantil, cortándole las manos y rebajando nuestras expectativas, y ahora también a los funcionarios a estar bajo el alero de quienes nos niegan nuestros derechos. 

Por eso, se hace más necesario que nunca levantar a esa juventud que luche por correr la vara de "lo posible" que nos imponen los políticos corruptos al servicio de los empresarios y pasar a la vara de lo necesario para tomar el cielo por asalto, por esa perspectiva luchamos las y los estudiantes de la agrupación Vencer, por poner en pie una juventud anticapitalista que eche abajo el modelo de universidad empresa que esta reforma busca fortalecer.