Los obreros ceramistas volvieron a dar un ejemplo. No solo de solidaridad de clase, sino de su apoyo a las causas populares.
Esta semana produjeron una serie de cerámicos que tiene el ya inconfundible rostro de Santiago, y el reclamo de su aparición con vida. Junto a este, el logo del Sindicato Ceramista; también la adhesión de trabajadores papeleros, textiles y madereros.
Junto a decenas de organizaciones y más de 6 mil personas, marcharon a un mes de la desaparición de Maldonado.
Justamente los obreros de MAM hace dos meses luchan contra el cierre y los despidos. Por eso, lo recolectado solidariamente con los cerámicos, fue destinado a su fondo de lucha.
Otro gesto de los obreros sin patrón, que vale recordar que conquistaron una alianza también con las comunidades mapuches del Alto Valle.
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