El escenario un club de barrio de la ciudad de Buenos Aires, los intérpretes se presentan uno a uno en la escena, la sala Casacuberta del Teatro San Martín completa, con un público ansioso de presenciar la versión argentina de El Baile .
Pasaron treinta y seis años entre El Baile de Jean-Claude Penchenat y éste. La propuesta: capturar en noventa minutos de danza cuarenta años de historia del país. “Un parpadeo para Europa, una eternidad vertiginosa para la Argentina, que en ese tiempo vivió lo que otros en un siglo.” explica Alan Pauls , uno de los creadores, acerca de la concepción de la pieza. Historia que incluye “insurrecciones militares, hiperinflaciones, saqueos, movilizaciones masivas, cambios abruptos de gobierno, crisis terminales, resurrecciones.”
Sobre el original de Penchenat de la obra ¨Le bal¨ (en la que en 1983 Ettore Scola se basó para su film ¨El baile¨) la versión argentina se propone retomar libremente algunos de sus principios. Sin el uso de texto, plantea contar la historia reciente de un país a través de cuerpos en movimiento.
Mathilde Monnier, destacada figura de la danza contemporánea francesa, junto a Alan Pauls, periodista, escritor, guionista y crítico de cine argentino, son los encargados del desarrollo y puesta de la obra, abordando el contexto y trabajando con bailarinas y bailarines argentinos que fueron seleccionados a través de una audición. La renovada versión es coproducida entre Francia (Le Quai Centro de Arte Dramático Nacional Angers) y Argentina (Complejo Teatral de Buenos Aires), en el marco de la temporada internacional del Teatro San Martín.
La historia política en la obra no es contada de forma cronológica, ya que el devenir de los hechos responden a procesos. En esta versión los cuerpos expresan estos procesos a través de vínculos definidos entre las situaciones y movimientos con el espacio. Cada uno llevando en sus espaldas una partícula de este contexto, que se resume en el carácter colectivo del baile de una Argentina que en los últimos cuarenta años ( y un poco más allá también) supo ver instancias de organización y empoderamiento de lo colectivo.
Durante hora y media suenan temas de Charly García, Virus, Sumo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, El Mató a un Policía Motorizado, Miss Bolivia, Pibes Chorros, Gilda, Damas Gratis, Kumbia Queers y composiciones del maestro Osvaldo Pugliese que guían el desarrollo de la obra y a su vez suponen la deconstrucción de danzas urbanas y populares de la Argentina: murga, tango, escondido, zamba argentina, chacarera, vals tanguero, chamamé, cumbia, cuarteto, señalando que “la historia de un país o de una ciudad también es la historia de los cuerpos, de sus lágrimas, de sus cabellos, de sus pasos y de sus danzas”.
El trabajo coreográfico de Monnier es exquisito, utilizando un lenguaje corporal que juega con la voz y el ritmo, cargando de sentido cada movimiento, mostrando el antagonismo entre lo tradicional y lo moderno. Labor que es llevada a la escena por un grupo de jóvenes y talentosos bailarines y bailarinas, que muestran gran dominio técnico e interpretativo, elaborando pasajes de humor y dramatismo. Lejos de un virtuosismo excesivo, cuentan lo que es necesario para que el espectador arme su propio recorrido.
“En la Argentina de El baile todo sucede al mismo tiempo, todo el tiempo. Por eso en la música que suena en escena coexisten clásicos con sonidos contemporáneos, últimos gritos de la moda con himnos marciales, hits radiales con canciones de infancia, baladas baratas con zambas poéticas. La Historia está como se la puede ver y sentir a diario en las calles argentinas: en fragmentos, como un paisaje de ruinas, que es lo que queda cuando la Historia estalla”, completa el autor.
Y así como la historia tiene presencias que quedaron explícitas, en lo que con excelente agrado los espectadores acabamos de presenciar, también está cargada de ausencias. Al finalizar la obra, una intérprete toma la palabra (la que durante la escena solo vibró a través del lenguaje corporal) y en nombre de todo el elenco se pregunta, lo que miles nos preguntamos desde hace días y días, “¿Dónde está Santiago Maldonado?”.
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FUNCIONES
Jueves a domingos hasta el 30 de septiembre a las 20 hs.
LUGAR Y DIRECCIÓN
Sala Casacuberta
Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530
Coreografía Mathilde Monnier
Concepción Mathilde Monnier / Alan Pauls
Elenco Martín Gil, Lucas Lagomarsino, Samanta Leder, Pablo Lugones, Ari Lutzker, Carmen Pereiro Numer, Valeria Polorena, Lucía García Pulles, Celia Argüello Rena, Delfina Thiel, Florencia Vecino, Daniel Wendler
Dramaturgia Véronique Timsit
Asesor musical Sergio Pujol
Asistencia de coreografía Marie Bardet
Producción y colaboración artística Nicolás Roux
Coordinación de producción Natalia Uccello
Producción técnica Emilia Martínez Domina
Asistencia de dirección Julián Castro, Leo Méndez |