Pequeños productores hortícolas se instalaron desde el martes al mediodía en Plaza de Mayo para realizar un "feriazo de las economías regionales". Allí vendieron más de 20 mil kilos de verdura para denunciar la "crítica situación que atraviesa el sector".
“Las economías regionales están sufriendo desde hace años una crítica situación por las políticas dirigidas al sector, que el gobierno de Mauricio Macri profundiza y agrava”, denunció Roberto Solano, dirigente de la Asociación de Medieros y Afines (Asoma) e integrante de la Federación Nacional Campesina (FNC).
Los productores denunciaron que lo que les pagan por sus verduras es "hasta 10 veces menos" del precio al que se vende luego a los consumidores y pusieron varios ejemplos: por un kilo de cebolla reciben $ 4, por uno de zanahoria $ 3 y $ 7 por la lechuga.
Trabajadoras y trabajadores de ATE de la Secretaría de Agricultura Familiar se acercaron a solidarizarse con los productores.
Con la protesta, que comenzó con una marcha desde Congreso a Plaza de Mayo, reclamaron también el avance del proyecto de Ley de Acceso a la Tierra y la reglamentación de la Ley de Agricultura Familiar.
"Los pequeños campesinos producen el 65% de los alimentos que se consumen en la Argentina pero más del 80% de los mismos no son dueños de su propia tierra y se ven obligados a vivir en condiciones extremadamente precarias", señalaron en un comunicado de prensa.
El proyecto de Ley de Acceso a la Tierra presentado el año pasado por varios bloques prevé la creación de un fondo fiduciario para otorgar créditos blandos para la compra de tierras, a la vez que pone en discusión las tierras de propiedad del Estado que no están en uso para que puedan conformar un proyecto de colonia agrícola integral.
La Ley de Agricultura Familiar aprobada en diciembre de 2014 y promulgada en enero de 2015, y que aún hoy se encuentra sin reglamentar, establece el acceso a la tierra, suspende por tres años los desalojos con el objetivo de regularizar la tenencia de tierra rural, promueve el uso de semillas nativas, entre otras medidas de apoyo. Un aspecto controversial al momento de la votación de la ley fue la eliminación de un artículo que definía el financiamiento.
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En aquel entonces, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, afirmaba que la agricultura familiar representa el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) del sector agropecuario nacional, el 20 % de tierras productivas y el 27 % del valor de la producción. A su vez, comprende 30,9 millones de hectáreas totales y el 65 % del total de productores. Por otro parte, la actividad constituiría el 53 % del empleo rural.
A partir de los años `70 en América Latina y en particular en Argentina se han ido acelerando los procesos de concentración económica en el agro, con expansión de capitales, crecimiento del tamaño mínimo de escala productiva, crisis de la pequeña y mediana producción y expulsión de campesinos minifundistas para la expansión de la frontera agrícola que ha visto transformar millones de hectáreas en un mar de soja, sobre todo desde los años ’90 hasta la actualidad.
Asoma se define como una organización que nuclea a campesinos pobres y medios que producen verduras y flores en el cordón hortícola de la ciudad de La Plata, el cual se extienden hasta Berazategui. Se trata de productores que no poseen tierras propias, que alquilan o trabajan mediante la modalidad de medianeros o porcentajeros, algunas de las formas de aparcería rural. Declaran que poseen pocas herramientas de laboreo y carecen de vivienda.
La Federación Nacional Campesina es una organización de carácter gremial y político que busca agrupar nacionalmente a los campesinos pobres, pequeños productores y sin tierra. Señalan que lo “hacen con independencia del Estado, los partidos políticos, las Organizaciones no Gubernamentales y los otros sectores del campo”. A su vez, buscan la unidad en la lucha con los obreros rurales y los productores medios. |