La reciente publicación de los informes de la gran patronal del Estado Español (CEOE) muestran que las horas de huelga entre enero y septiembre de 2017 alcanzaron la cifra de 9,4 millones. Esta cantidad supone un aumento del 127,33 % con respecto a 2016. Asimismo, la patronal ha referido que las huelgas aumentaron un 2,24% hasta septiembre, sumando un total de 593 conflictos. A pesar de que estos datos no son una fuente totalmente fiable, reflejan parte de la tendencia al alza de los conflictos laborales que hemos visto en este año entrante.

Las estadísticas de la CEOE no cuentan las huelgas en servicios públicos ni las que estos patrones califican de motivadas por temas “extralaborales” hasta septiembre se registraron 409 huelgas, un 3,31 % menos que en el mismo periodo del año anterior. Tampoco incluyen los datos de la reciente huelga general de Catalunya.

Estas cifras muestran que el “shock” provocado por el terror a la crisis y el desempleo parece reducirse en muchas empresas. De ahí que las huelgas crezcan en cantidad, duración e intensidad. Sectores de trabajadores cada vez más amplios se lanzan a la búsqueda de mejoras económicas para arrancar a las empresas parte de los derechos perdidos durante los primeros años de crisis.

Este cambio de tendencia lo podemos ver claramente en el aumento de un 68,5% de los huelguistas, cuyo número asciende a 47.378, que va de la mano de una pérdida de un 68,97% de horas de trabajo (alcanzando un total de 2.666.167).

Septiembre ha sido un mes especialmente conflictivo pues se iniciaron 55 huelgas que fueron seguidas por 122.999 trabajadores. Estas huelgas, unidas a las que continuaban abiertas desde meses anteriores han hecho perder a la patronal 2.959.104 horas de trabajo.

Las huelgas de la estiba, el sector transportes, telecomunicaciones, alimentario especialmente taxi, metro y Renfe tuvieron una enorme incidencia entre abril y agosto. Ya en septiembre destacó el sector educativo en Catalunya.

Los trabajadores públicos, un sector cada vez más combativo.

Las horas de huelga de los trabajadores públicos triplican a las del sector privado llegando a los 6.555.638. Estas horas de huelga se corresponden a 156 conflictos que fueron secundados por 272.192 trabajadores.

La intensidad de las huelgas en el sector público es mucho más alta que en el privado, pues a un número de huelgas que apenas llega al 40% del sector privado les corresponden unas cifras que prácticamente triplican las horas de huelga.

La férrea censura de los medios de comunicación del Estado español es sin duda la causa de que este enorme peso de los trabajadores públicos en la conflictividad laboral sea tan desconocido. Únicamente se ha difundido más la noticia de conflictos como el de los estibadores, Aena, TMB, etc. cuando los medios de comunicación de la patronal o los gobiernos se han dedicado a intentar criminalizar a los trabajadores de forma sistemática.

Aunque los trabajadores públicos por lo general no estén rodeados de la aureola de “guerreros de la clase obrera” que acompaña a sectores de vanguardia como los estibadores o la minería, lo cierto es que actualmente son la “infantería” que está llevando a cabo el grueso de los conflictos obreros en el Estado Español.

Además, tampoco podemos descartar la posibilidad de que germinen nuevas vanguardias obreras en este sector, como ya ocurrió en Francia en las huelgas generales contra las reformas laborales de los años ‘90 y 2000 cuando los trabajadores públicos fueron la punta de lanza de los movimientos huelguísticos que tumbaron las reformas laborales de sus gobiernos.

Se hace necesario repensar el panorama de la lucha contra la patronal para lo que resta de 2017 y el próximo 2018. Es algo vital si tenemos en cuenta las cada vez mayores grietas del Régimen del 78, que no son sino ventanas que se abren para que la clase trabajadora pueda emerger en escena y luchar por recuperar todo lo que arrebataron los capitalistas en estos años de crisis.