Según se ha difundido, por la mañana, el Profesor Gerardo Salas se desmayó en su taller de soldadura. Al no contar la escuela con un médico capacitado, el maestro no recibió atención oportuna y murió de un infarto, a pesar de los esfuerzos de sus compañeros por reanimarlo.
La ambulancia tardó 15 minutos en llegar y no contaba con el material y el equipo necesario para atender el caso.
Los maestros denuncian que en las escuelas ya no hay médicos por órdenes del Director General de Secundarias Técnicas, Manuel Salgado Cuevas, quien opina que no son necesarios.
A los alumnos del turno matutino no se les permitió retirarse a sus casas para evitar que vieran el levantamiento y el traslado del cuerpo. Sin embargo, en el turno vespertino se impidió la entrada.
Según los compañeros de la 108, Salgado ordenó que no se dijera nada sobre el fallecimiento, la Directora del plantel se mostró insensible y se cerró la puerta del taller como si no hubiera pasado nada.
Nos preguntamos si el infarto que sufrió nuestro compañero no es consecuencia de las duras condiciones laborales que enfrentamos los maestros, con grupos saturados, la opresión de las autoridades y sin estabilidad laboral.
¡Médicos escolares ya!
Con toda razón, los compañeros exigen el regreso de los médicos escolares a las escuelas.
Entre las múltiples carencias de las escuelas, la ausencia de médicos escolares es especialmente indignante, mostrando la completa indiferencia de las autoridades educativas y del gobierno por la salud de alumnos, maestros y el personal de apoyo a la educación, mientras se destinan recursos millonarios para implementar la reforma educativa que liquida los derechos del magisterio y privatiza la educación.
La nula importancia que la SEP y los gobiernos federal y locales le dan a nuestras vidas y las de nuestros alumnos, también se vio recientemente con el derrumbe del Colegio Enrique Rébsamen, que operaba ilegalmente con la anuencia de las autoridades y en el que perdieron la vida 19 niños y 7 adultos (maestras y trabajadoras de apoyo), con los peritajes express en las escuelas y dictámenes irregulares o falsos luego del sismo del 19S, para regresar a clases y volver a la “normalidad” lo más pronto posible, aún con espacios acordonados o estructuras en riesgo, sin importarles la seguridad de la comunidad escolar.
Desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase nos solidarizamos con la familia del Profesor Gerardo Salas y con los compañeros de la Técnica 108, nos sumamos a la exigencia de médicos en todas las escuelas y exigimos juicio y castigo a los responsables de la falta de atención médica en los planteles. |