Luego de que tras ser acusados por al menos 12 cargos, entre los que se encuentra el de "conspiración contra Estados Unidos", el ex jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort y su socio, el empresario Rick Gates se entregaran al FBI, un juez ordenó para ambos arresto domiciliario y una fianza de 10 y cinco millones de dólares, respectivamente.
Los cargos contra Manafort y Gates son los primeros cargos criminales que surgen de la investigación del caso conocido como Rusiagate, a cargo del fiscal especial Robert Mueller.
Por su parte, George Papadopoulos, exasesor de política exterior de la campaña de Donald Trump en 2016 se declaró culpable de mentir sobre su contacto con Rusia.
La investigación encabezada por Mueller, quien ya enfrenta una campaña en contra por parte de The Wall Street Journal y columnistas conservadores, han incluido entrevistas al exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus y al exportavoz Sean Spicer. El exasesor de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn también enfrenta una investigación financiera.
Los problemas políticos que esta investigación puede significar para la administración de Donald Trump aún están por verse, pues los cargos en contra de personas relacionadas con su campaña, su gobierno y su familia echan por tierra la principal defensa del magnate, quien pasó de asegurar que la investigación era un "complot demócrata" a exigir que se investigue también a Hillary Clinton y a su equipo. Los índices de aprobación de Trump, además, están en 38%, el punto más bajo de su presidencia, situación que de conjunto se presenta adversa para el republicano con marco en la cercanía de uno de los viajes más importantes que Trump ha realizado como jefe del ejecutivo, cuando viaje a Asia. |
