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Mauricio Macri designó como embajador en los Estados Unidos a un digno representante del Gobierno de los CEO. El empresario Fernando Oris de Roa ocupará de ahora en adelante el cargo al que renunció Martín Lousteau, hace siete meses.
El apellido compuesto no es el único requisito que cumple este funcionario, para ser honrado con el nombramiento. Oris de Roa es un hombre de negocios exitoso que se formó en "las aulas de Harvard", tal como lo ensalza Clarín en el título de una nota de ayer. Efectivamente, según consta en su perfil de Linkedin, en 2002 comenzó una Maestría en Administración Pública en la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos.
Carrera
Su trayectoria empresarial ha estado ligada al mundo agropecuario. Entre los años 1970 y 1993, fue presidente de la Compañía Continental de Cereales. Luego, adquirió la empresa cítrica tucumana San Miguel. Entre los logros de Oris de Roa destacados por los medios, se encuentra el repunte de esta firma que, cuando llegó a sus manos, estaba al borde de la quiebra y ahora es una de las principales exportadoras de limones del mundo. La producción de limón es una de las áreas donde se registran mayores niveles de trabajo en negro y precario.
El nuevo embajador también fue socio fundador de la avícola Avex, luego vendida a la brasileña Brasil Foods. Entre otras cosas, aportó fondos como “angel investor” para el crecimiento de Office Net -la empresa fundada por el electo legislador Andy Freyre- y Patagon, creada por Wenceslao Casares.
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El hombre de negocios también cuenta con cierta trayectoria política. Entre marzo y noviembre de 2016 fue Subsecretario de Inversiones del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Además, fue miembro del Consejo Consultivo del David Rockefeller Center For Latin American Studies y del Consejo de administración en la Universidad de San Andrés. Entre otras cosas también trabajó como coordinador del consejo consultivo en el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
Joyita
Desde 2010 es director no ejecutivo de la compañía Orocobre (ORE.AX). Según publicó Clarín el 17 de octubre de este año, la empresa Sales de Jujuy perteneciente a este grupo de origen australiano, encabeza un gran proyecto de extracción de litio en la planta Olaroz. En el marco de la inauguración del parque solar Caucharí, el jefe de gabinete Marcos Peña sostuvo que “acaba de firmarse un memorándum de entendimiento para un par de proyectos más muy ambiciosos. Estos son dos proyectos muy grandes que van a ampliarse y entre los dos en algunos años van a generar casi 100.000 toneladas de litio". La extracción de litio, mineral que se utiliza para la fabricación de baterías, es un mercado pujante y Argentina forma parte del triángulo donde se encuentran las mayores reservas, junto con Chile y Bolivia.
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Desde julio de 2013 Oris de Roa se desempeña además como director de la compañía PDA (Pequeña Destilería Argentina), la única destilería de peras Williams de Latinoamérica, radicada en Allen, provincia de Río Negro. El aguardiente de pera William bautizado Christallino "es el producto final de la Pequeña Destilería Argentina (PDA), un emprendimiento de capitales argentinos y alemanes que exportan el 99, 9 de todo lo que se produce en Allen", según publicó el sitio Río Negro, el 31 de mayo.
Como se ve, Oris de Roa es todo un emprendedor que sabe sacarle el jugo a los productos de la tierra. En noviembre de 2011 el nuevo embajador fue nombrado además director Expofrut SA, perteneciente al grupo grupo belga UNIVEG. En la provincia de Río Negro, esta mega empresa produce pera, manzana, fruta de carozo y cebolla. Junto a Kleppe representan la mayor parte del negocio frutícola del Valle de Río Negro.
Hay otro requisito que Oris de Roa parece cumplir muy bien para empalmar con el perfil del gobierno de los CEO. Se trata de formar parte y estar al servicio de las ganancias de empresas cuyo desprecio por las vidas obreras es indisimulable. Precisamente el mismo mes en que el ejecutivo tomó el puesto de director en Expofrut, desapareció Daniel Solano, un trabajador golondrina oriundo de la localidad salteña de Tartagal. Solano había advertido que la empresa estafaba a sus trabajadores y se quedaba con un alto porcentaje de los sueldos que debía pagarles. La respuesta a sus reclamos y el impulso que daba a sus compañeros para poner fin a la estafa, fue su desaparición. Solano fue visto por última vez cuando efectivos de la policía rionegrina lo sacaron de un boliche una madrugada y hasta hoy no se sabe dónde está. Su familia sigue en lucha por su aparición y exige justicia. Oris de Roa es director de la empresa desde hace los mismos seis largos años que familiares y amigos buscan a Daniel.
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El hombre elegido por Cambiemos, es toda una "joyita". Se formó en el exterior, está en el centro de negocios pujantes, es emprendedor, sabe sacar a flote empresas. Dato no menor, el hombre sabe de limones, cosa que a Mauricio Macri parece interesarle mucho, luego del cruce diplomático cuando Donald Trump frenó el ingreso de la fruta argentina a EEUU. Sin embargo, Oris de Roa trae consigo un rasgo distintivo que parece formar parte del ADN CEO: sed de ganancias a costa de la explotación, precarización y el desprecio por la vida obrera.
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