El anuncio de la reforma Educativa, Laboral, Tributaria y Jubilatoria, es una gran ofensiva, que implica retroceder con los derechos recuperados por la clase trabajadora, lo que significa un empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo para los trabajadores, y torcer la balanza para los empresarios y los patrones.
Además, este avance se profundizó cuando fue la propia CGT la que, negociando una entrega en cuotas y pactada, (con las reformas ahora, y después con los convenios colectivos en las paritarias del año que viene, mientras continúan sin hacer nada contra los tarifazos que afectan el bolsillo) traicionó a los trabajadores para defender los intereses de empresarios y el Gobierno. No se quedaron atrás los gobernadores del PJ quienes acordaron la reforma tributaria que resultaría en un fuerte recorte en el gasto público.
En este sentido, la juventud tiene un papel importante en los planes del Gobierno (y las empresas), y a través del programa de educación formal dual, que fomenta la practica en “ambientes reales de trabajo” de estudiantes secundarios, terciarios, universitarios y graduados nóveles.
Dado que sólo tiene como fin la formación, no se les reconocerá relación laboral alguna y claro no recibirán remuneración, sólo una asignación estímulo de difícil determinación. Ya vimos hace poco la pelea de los estudiantes secundarios contra los borradores de la Reforma Educativa que compartía este punto y fue ampliamente rechazada.
Lo practicantes que trabajarán gratis, estarán sometidos a cumplir con un régimen de asistencia, y su duración será de 6 horas y por un año como máximo.
La única forma de pararle la mano a Macri y los gobernadores es organizando la fuerza de los estudiantes. Para eso necesitamos centros de estudiantes combativos, dispuesto a organizar a los estudiantes en la primera línea con los trabajadores, como ya lo hicimos este año, junto a los docentes, a los investigadores de CONICET y en solidaridad con los trabajadores de AGR y PepsiCo. Centros de estudiantes legitimados por la mayor cantidad de estudiantes que se puedan expresar, sobre qué modelo de centro hace falta, para pararles la mano a los gobernadores y a Macri.
Entonces, ¿Cómo podemos organizarnos en la facu, cuando el periodo de clases terminó?
Elecciones en esta época del año, en la que los estudiantes terminaron su cursado, y sumado a la deserción, implican garantizar que solo se trate de una chapa y es tiempo de revertirlo, garantizando que las elecciones sean en periodo de ciclo lectivo donde concurren la mayoría de los estudiantes a la facultad.
Por eso en la Asamblea impulsamos la propuesta de que estas elecciones sean en mayo junto a las de consejo, tal y como son en el resto de las facultades de la UNT.
Creemos que si se impulsa la más amplia participación y recuperamos los centros de estudiantes con tradición combativa como en los ’70 podremos derrotar esta reforma contra los trabajadores, los jubilados y la juventud.
Y estas batallas no solo se dan en las facultades, sino impulsando una gran campaña ofensiva, en cada call center, en cada fábrica, en cada servicio público, con los compañeros docentes, en las técnicas, con la mayor audacia para llegar a todos lados y que no haya ningún estudiante que no conozca cuales son los principales puntos con los cuales el macrismo planea negociar con nuestro futuro.
Ya quedó demostrado con las amenazas de despido a los técnicos y científicos de la Fundación Miguel Lillo que si los estudiantes nos organizamos con los trabajadores podemos dar vuelta la pelea a nuestro favor.
Desde ya invitamos a todo al que quiera ser colaborador de llevar esta campaña a cabo, a que se sume a discutir a los compañeros obreros, porque los trabajadores son la clave, el motor, para que nos dejen de robar nuestro futuro. Porque este sistema, que nos criminaliza, por lo que nos gusta o no, que nos mate por portación de cara, porque llevamos una gorrita o nos meten en cana por fumar un porro, no va mas y queremos cambiarlo de raíz. |