El pasado domingo 10 de diciembre, durante la hora de visitas, esperando en la entrada de la Comisaría de Prisión Preventiva de Puente Grande se observó algo poco común: un grupo de mujeres de la XIII Caravana de Madres Centroamericanas, hicieron una larga fila, teniendo fotos de sus hijos desparecidos dentro de la prisión.
Como es de esperar, Jalisco es un paso de la ruta migratoria hacia los EE. UU. Aunque no hay mucha comunidad extranjera dentro de esas cárceles, la búsqueda se hace dentro de ella, en medio de una sobre población con aproximadamente 5892 detenidos, siendo el penal más grande y poblado en dicho estado.
La determinación de las madres es muy grande, por ello hacen una gran búsqueda preguntando a cualquier persona que pueda darles información de su familiar desaparecido.
Así fue como en un salón del penal donde, se hacen talleres de adicción se hizo una enorme fila con los reos mostrando su nombre y país de origen, y así ayudaban a las madres a recabar más información que brinda mayores posibilidades de éxito en comparación con las cárceles y penales del sur del país, donde hay más diversidad de población extranjera,procedente de diversos países, por ejemplo, de Colombia, Venezuela y Estados Unidos, entre otros.
Una ardua lucha
La búsqueda de un familiar en las cárceles y penales se hace una tarea interminable, un camino sin fin para las 60 personas que piden ayuda, entre un mar de fotos, y hay que hacerlo con pequeñas fotos y entre el enrejado que separa a las familias de los presos, por lo que Derechos Humanos de Jalisco hicieron más copias de fotos de los extranjeros desaparecidos para hacerla llegar a otros puntos del estado de Jalisco.
Una de las maneras de hacer más ágil la búsqueda es por el papeleo y buscar por huellas o algún tatuaje. Una de las madres de los desaparecidos comentó que un “coyote” le dijo que su hijo estaba en la cárcel y que podría estar ya en Estados Unidos, así lo comento Vilma Marlene Carmona, madre de Yensi Omar Carmona, el cual perdió contacto con su hijo el pasado mayo del 2017.
En muchas cárceles hay muchos presos a los que no se les han impuesto sentencia, así que los familiares tienen la esperanza de encontrarlos. Y debido a que no tienen acceso, sólo les queda imaginar lo complicado que es vivir dentro. Sobretodo en un lugar en el que, según Manuel Onofre, Comisario de Seguridad Preventiva, la capacidad es apenas para 3000, por lo que la situación en los penales es degradante con casi el doble de población.
Según las autoridades de Jalisco, éstas sólo desean que ellas puedan encontrar a sus familiares, así que, aseguran que todos los reos pasaron para dar información y que se les desea que encuentren a sus hijos, pero ni Derechos Humanos ni el penal ni ninguna institución ha garantizado ayudar a las madres de los hijos desaparecidos
Entre el sexenio de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, que está por concluir, han sido los años de más desaparecidos en nuestro país, donde la trata y el tráfico de migrantes ha sido más descarado y cínico, donde las leyes no tienen ningún peso y no se da ninguna seguridad de vida a quien tiene que estar de paso en este país.
Las carencias de la gran mayoría de los centroamericanos y sudamericanos en sus propios países hacen que las necesidades de tener un poco para sus familias, aun poniendo en riesgo su vida, los orillen a tener que pasar climas extremos, policías racistas y asesinos y un país donde ser migrante es discriminativo, donde tu vida ya no está segura en ningún lado, donde la indiferencia de una buena parte de la sociedad se hace evidente.
Los esfuerzos de organizaciones y comunidades que apoyan a estas valerosas madres en búsqueda de sus familiares desaparecidos es poca pero las alienta a no rendirse y continuar con su lucha, que también debe ser parte de nuestra propia lucha contra los mismos opresores y explotadores que ha obligado a millones de trabajadores a emigrar en busca de un lugar en la cadena mundial de explotación imperialista. |