Isaac Newton fue un físico, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés. De niño construía relojes de sol, lentes y prismas. Construyó un telescopio que le brindó celebridad. Nacido el 25 de diciembre de 1642 según el calendario juliano o el 4 de enero de 1643 según el gregoriano.
A partir de 1661 inició estudios matemáticos en el Trinity College de Cambridge. En 1665, a causa de una epidemia de peste, se retiró a Wollsthorpe, su pueblo natal, donde en dos años en soledad elaboró sus más importantes descubrimientos matemáticos y físicos.
Philosophiæ naturalis principia mathematica (Principios matemáticos de la filosofía natural), es una obra publicada por Isaac Newton el 5 de julio de 1687 donde describe la ley de la gravitación universal y establece las bases de la mecánica clásica en la que recoge sus descubrimientos en mecánica y cálculo matemático. Este trabajo marcó un punto de inflexión en la historia de la ciencia y es considerada, por muchos, como la obra científica más importante de la historia.
Los tres libros de esta obra contienen los fundamentos de la física y la astronomía escritos en el lenguaje de la geometría pura. Formuló las leyes de la naturaleza al realizar una síntesis entre la física terrestre galileana con la astronómica de Kepler, y le brindó una base matemática.
En el campo de la mecánica enunció sus tres famosas leyes del movimiento. De ellas pudo deducir la fuerza gravitatoria entre la Tierra y la Luna y demostrar que ésta es directamente proporcional al producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, multiplicando este cociente por una constante llamada constante de gravitación universal. Tuvo además la gran intuición de generalizar esta ley a todos los cuerpos del universo, con lo que esta ecuación se convirtió en la ley de gravitación universal; con ella deducía todo el complicado mecanismo del sistema solar.
Su célebre frase Hypotheses non fingo (No forjo hipótesis) iba al encuentro de las ideas metafísicas medievales. Para Newton es la misma naturaleza la que convenientemente interrogada brinda las leyes y los modelos científicos. Las hipótesis, para ser aceptadas, debían ser acompañadas por la evidencia experimental. Tuvieron una importancia insoslayable sus cuatro reglas del método científico.
Luego de demostrar la necesidad de la herramienta matemática, denota la importancia de los experimentos, expresa que “las cualidades de los cuerpos sólo son conocidas por experimentos…no debemos abandonar la evidencia de los experimentos”. Es de destacar que una de sus obras, un tratado de alquimia, lleva por título Praxis. Teorizó sobre la luz y legó una obra, su Óptica, que iba a ser de gran importancia durante más de un siglo, y la suya fue la primera teoría corpuscular de la luz.
Conocido más como físico que como matemático, sin embargo, su aporte a las matemáticas, al crear una de sus herramientas más poderosas, el cálculo infinitesimal e integral, fue un instrumento que sirvió para dar libre curso al desarrollo de la ciencia moderna.
Es notorio que el cálculo infinitesimal fue desarrollado simultáneamente por él y por Leibniz, de forma independiente, lo que dio lugar a una fuerte polémica. Sin embargo sus diferencias son evidentes. Leibniz empleó un método geométrico, mientras que Newton se basó en métodos algebraicos. Hoy, el método que se utiliza es el de Newton, mientras que se aplica la notación inventada por Leibniz, más clara. Por otro lado, la simultaneidad de los descubrimientos, muestra cómo los mismos no se limitan a la individualidad de un hombre de ciencia, sino que se producen en un contexto social que favorece su maduración.
En 1672 fue nombrado miembro de la Royal Society, que presidió desde 1703. Fue miembro del Parlamento y director de la casa de la moneda.
Murió en marzo de 1727. Había tenido la intención de lograr un acuerdo entre ciencia moderna y cristianismo, pero con el tiempo y el desarrollo de la primera, entre ambos se iba a producir una brecha insalvable.
Fuentes: Ludovico Geymonat: Historia de la filosofía y de la ciencia. Ed. Crítica. 1985. Giulio Preti: Newton, CEAL.. José Muñoz Santonja: Newton, RBA, 2016.
Artículo originalmente publicado el 25 de diciembre de 2017 |