Foto: Luis Gandarillas
Como parte del nuevo código del sistema penal, el gobierno a través del legislativo, ha redactado el artículo 205 que criminaliza la práctica médica. Frente a esto las y los médicos llevan a la fecha 28 días de huelga y movilizaciones. La jornada de este lunes 19 de diciembre, en la ciudad de La Paz, protagonizó una importante marcha de profesionales del sistema de salud público, privado, de la seguridad social y estudiantes de medicina, quiénes fueron reprimidos por la policía, hubieron detenciones y heridos. A esta medida se sumó también el paro de las farmacias que mantuvieron sus puertas cerradas en solidaridad con los galenos. Y por otro lado, las personas en situación de prostitución también están en huelga, exigiendo atención médica.
Este escenario lo que está expresando, es algo que lo vemos paulatinamente en distintos sectores, y es que el gobierno del MAS, desde el punto de vista político va girando cada vez más a soluciones neoliberales, y desde el punto de vista jurídico, elige medidas cada vez más punitivas. Decimos soluciones liberales porque ya el gobierno intentó atacar la conquista de los trabajadores en salud de las 6 horas para imponer 8 horas de trabajo por el mismo salario y sin los derechos que la Ley General del Trabajo garantiza al resto de los asalariados. Asimismo, ante esta reaccionaria medida, licuaron las deudas que tenía el Estado boliviano con la Caja Nacional de Salud, agravando aún más la precaria atención médica que brindan estas cajas.
El gobierno ya había intentado implementar estas medidas neoliberales para el sistema de salud, manteniendo una Ley de Pensiones (Ley 065) que con algunos atenuantes preserva el régimen de capitalización individual heredado de Sánchez de Lozada. Y, decimos que jurídicamente busca una solución penal ya que el gobierno del MAS pareciera considerar que la crisis de la salud se resuelve con cárcel a los supuestamente privilegiados médicos. Evaden así su responsabilidad frente a las condiciones precarias de la gran mayoría de los centros de salud, ante la ausencia de tecnología, equipamiento, ítems, etc., pero también frente a su responsabilidad con el sistema universitario, controlado por camarillas tanto del MAS como de la oposición, que lanzan al mercado de trabajo “profesionales” sin especialización y sin la adecuada preparación académica y práctica que permita que puedan brindar un servicio eficiente y seguro a toda la población boliviana. Es decir, el problema de la salud es mucho más profundo y complejo y el gobierno sólo quiere “castigar” y con esto no resuelve nada.
Algunos problemas del artículo 205
Desde el discurso gubernamental, el artículo 205 es una medida para “evitar” la mala praxis médica. Es decir, lo que está haciendo el gobierno, es apoyarse en la real situación de una amplia mayoría de personas que son víctimas del desastroso y caótico sistema de salud pública boliviano, incluidos los cientos y miles de casos de impericias y negligencia médica. El problema es que el gobierno pretende resolver esta profunda crisis del sistema de salud apelando a medidas punitivas y eludiendo cualquier discusión que lleve a analizar de fondo el problema estructural. Por ejemplo, hoy, un amplio espectro de profesionales que son médicos generales se ven obligados, ante la extrema carencia de especialistas en el país, a realizar estas tareas clínicas especializadas sin contar con capacitación ni el correspondiente título de especialización. Con el nuevo código del sistema penal, esta práctica puede ser penalizada, lo que significa que miles de galenos se excusaran de atender o llevar adelante estas atenciones agravando de esta manera el ya malo servicio de salud.
La situación en la que trabajan cientos de médicos y enfermeros es tan precaria que hace apenas unos días circulaba en las redes un video que mostraba como en Santa Cruz en un centro de salud, los médicos tenían que dar respiración artificial a un enfermo utilizando una especie de inflador manual. Es decir, los trabajadores de ese centro de salud, tenían que turnarse para bombear oxígeno al paciente. Así hay cientos de casos, muchos de ellos ni se los conoce, y el gobierno de esto no quiere hablar. Asimismo, todos conocemos que en los hospitales públicos los pacientes deben comprar no sólo sus medicamentos sino todos aquellos accesorios que sean necesarios para su tratamiento; gastos que en general, son inaccesibles para la amplia mayoría de la población trabajadora, campesina e indígena del país.
Además, si bien el artículo 205 afirma que toda mala praxis debe ser probada con ayuda a reglamentos y protocolos de intervención médica, lo que no dice este gobierno, es que no existen o están mal estructurados los tan mentados protocolos y reglamentos médicos, dejando en una situación de inseguridad jurídica a todo al personal médico del país.
Trabajadores cubanos y venezolanos usados como rompe huelgas
El colegio médico ha denunciado la última semana de que habrían llegado decenas de médicos provenientes de Venezuela y Cuba con el objetivo de paliar la crisis abierta por la huelga que sostienen los trabajadores de la salud nacionales. Lamentablemente el “internacionalismo” que comulga el MAS, tiene un fuerte componente estalinista proveniente del PCML y el PCB y otros grupos menores que han cultivado estas prácticas al servicio de los patrones y de diversas fracciones burguesas. Así mientras el MAS ataca a los médicos y a los trabajadores en salud, negándose a afectar los intereses de los empresarios y de la burguesía nacional para que sean estos sectores privilegiados y enriquecidos los que financien un nuevo sistema de salud, lo único que hace es convertir en esquiroles a los trabajadores de otros países, en este caso, como los de Venezuela o Cuba. Vergonzosa política de Raúl Castro, Maduro y Evo Morales.
Rechazamos esta práctica del gobierno ya que lo único que provoca es darle instrumentos y argumentos a la vieja derecha neoliberal y patronal que ven facilitada su labor para montarse sobre el conflicto médico y sus legítimas demandas. En esta misma dirección, la burocracia de los médicos viene proponiendo que sea la reaccionaria y medieval Iglesia Católica la que funja de mediadora en el actual conflicto. No podemos más que rechazar esta posible mediación de tan cavernarios derechistas.
Por un plan obrero y popular para resolver la crisis de salud
Frente a la tremenda crisis del sistema de salud, agravada por el nuevo código del gobierno, los socialistas revolucionarios consideramos que se hace urgente la elaboración de un verdadero plan, que discutido democráticamente, en los hospitales, en las universidades, en las fábricas, en las empresas, en las comunidades, elabore un nuevo sistema de salud financiado con impuestos progresivos a las grandes fortunas, aumentando sustancialmente el presupuesto de salud y terminando con los abultados presupuestos de seguridad interior y fuerzas armadas; instituciones estas que solo sirven para reprimir a las y los trabajadores y al pueblo. Es necesario impulsar una gran revolución en el sistema universitario para terminar con los grupos enemigos de toda innovación académica y científica como de toda participación democrática de las y los estudiantes cuyo resultado es la titulación de profesionales mediocres y sin sentido crítico que han obtenido su título sólo por cargar el portafolio de los profesores; comportamiento que se expresa también en muchos de los funcionarios públicos y representantes gubernamentales actuales. |