Dos jóvenes palestinos murieron este viernes en un nuevo "día de ira" llamado por varias organizaciones palestinas. El Ejército israelí volvió a reprimir las manifestaciones con gases lacrimógenos y balas de plomo en la Franja de Gaza, según informó el ministerio de Sanidad palestino.
Por tercera semana consecutiva miles de palestinos salen a protestar por el anuncio de Trump de reconocer a Jerusalén como capital israelí, lo que es una verdadera provocación para el pueblo palestino que considera a Jerusalén este como la capital de un futuro Estado propio.
Durante las protestas de este viernes en la frontera entre Gaza e Israel fueron asesinados Zakareya Kafarna, de 24 años, y Muhamad Nabil Muheisen, de 29 años, y ha habido más de 70 heridos, detalló el portavoz del ministerio de Sanidad palestino en Gaza, Ashraf al Qedra. En las últimas semanas ya se cuentan al menos 11 muertos y más de 3500 heridos, como así también cientos de detenidos.
Este último es el caso de la joven activista palestina Ahed Tamimi, de 16 años, que fue encarcelada esta semana junto a su madre y una de sus hermanas, provocando el rechazo de los palestinos y el reclamo internacional, que se extendió por las redes sociales.
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El líder de Hamas, Yehia Sinwar, había dado un discurso el jueves llamando a otro "día de la ira" y en una reunión con jóvenes manifestó que "todos los palestinos deben ir mañana (por este viernes) a enfrentarse a la ocupación para derribar la declaración de Trump".
Tanto en Cisjordania como en Gaza jóvenes palestinos acudieron a manifestarse cuando el Ejército israelí respondió con "métodos de dispersión de manifestaciones", que no es otra cosa que una forma elegante de nombrar la cacería que están acostumbrados a desatar contra los palestinos. La combinación de gas lacrimógeno, balas de goma y granadas de estruendo, es solo el inicio de una brutal represión que se salda en cada jornada con muertos, heridos y detenidos.
Según los medios locales la Policía de fronteras disparó armas de fuego en algunas protestas de Cisjordania.
Este nuevo "viernes de ira" se da a tan solo un día de la votación en la Asamblea General de la ONU de este jueves, en la que se rechazó el reconocimiento del presidente de EE. UU., Donald Trump, de Jerusalén. A pesar de que Trump y su embajadora en la ONU, Nikki Haley, habían amenazado directamente con recortar cualquier tipo de ayuda a los países que voten contra EE. UU., lo que provocó una anormal cantidad de abstenciones, la mayoría de los países votaron contra Estados Unidos.
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Este viernes, por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas volvió a recordar que con este reconocimiento Estados Unidos había perdido toda credibilidad como mediador en el conflicto palestino israelí. Esto no solo muestra el lugar incómodo en el que quedó Abbas, que siempre tuvo una linea colaboracionista, sino también el terremoto político que provocó la decisión de Trump en una región ya de por sí convulsiva, y en la que intervienen militar y políticamente los principales actores regionales y mundiales. | 
