Schiaretti, que no había hablado del tema hasta este momento, realizó las declaraciones ayer durante un recorrido por obras públicas en Río Cuarto.
Ante las preguntas de los periodistas sobre la reforma previsional, el gobernador afirmó que “el Gobierno nacional es el que tiene que explicar esta medida. Yo no soy parte de este gobierno. Yo expreso el modelo cordobés”. Aunque distintos medios cordobeses presentaron los dichos del gobernador como una toma de distancia respecto del macrismo, Schiaretti se parece más bien a un equilibrista que intenta quedar bien con todos.
La buena sintonía que ha tenido en estos dos años con el gobierno nacional han desencadenado una sorda disputa al interior del peronismo cordobés. El ex gobernador José Manuel De la Sota, retirado momentáneamente de la política pública pero muy activo en las redes sociales, se opuso a varios de los acuerdos entre Schiaretti y Macri. Aunque los desacuerdos tienen como fin último resolver quién manejará el partido que viene gobernando la provincia desde hace casi dos décadas, expresan que hay un gran descontento que hay en sectores que forman la base electoral del peronismo, centralmente en los sindicatos, con las políticas de ajuste del gobierno nacional y con el apoyo brindado por el gobernador.
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La mayor ruptura que se produjo hasta el momento fue la división del bloque de Unión por Córdoba en Diputados. Desde la asunción de Macri, los diputados del peronismo cordobés apoyaron la mayoría de las leyes impulsadas por Cambiemos pero se mantuvieron dentro del interbloque UNA. A partir de la renovación de la Cámara Baja, cuatro de ellos se integraron al interbloque Argentina Federal, claramente alineados con el gobierno. Adriana Nazario, pareja de De la Sota, se mantuvo dentro del massismo y votó en contra de la reforma previsional, rechazada por un 70 % de la población del país.
Hay ajustes y ajustes
Desde el delasotismo ya advirtieron que pueden recurrir al mecanismo de internas si las discrepancias se acentúan. Así lo anunció Natalia De la Sota, concejala capitalina y vocera de su padre en las últimas semanas, en un brindis de fin de año que se realizó anoche. Rodeada de referentes que responden al exgobernador, la concejala se refirió a la administración de Mauricio Macri como un gobierno de derecha y liberal, y consideró que el peronismo debe "defender a quienes menos tienen". Además, cargó contra los gobernadores justicialistas que apoyan las medidas del presidente “por conveniencia para la chequera de sus provincias”.
Sin embargo, hace pocas semanas se expresó en la Legislatura provincial una unidad completa entre schiarettistas y delasotistas a la hora de aprobar el presupuesto provincial. El mismo planteaba, entre otras cosas, un recorte en el gasto público superior al promedio y exenciones impositivas a grandes empresas por $ 3.300 millones para el 2018. Recuerde el lector que el monto total del “bono compensatorio” que se otorgará a los jubilados y beneficiarios de la AUH es apenas un poco mayor.
También aprobaron los legisladores –schiarettistas y delasotistas– de Unión por Córdoba el Consenso Fiscal firmado con Nación. Si De la Sota se oponía tanto a la reforma jubilatoria, los legisladores que le responden deberían haber protestado contra ese Pacto (y contra el mismo presupuesto provincial).
En realidad sí hubo legisladores peronistas que votaron en contra del Consenso Fiscal; uno de ellos es el Secretario General de los Empleados Públicos, José Pihen. Pihen, a pesar de su gesto “combativo” y su afinidad con De la Sota, le acaba de regalar a Schiaretti un acuerdo paritario para el 2018 de 11 %.
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Una ayudita de mis amigos
Pero volviendo a Schiaretti, el gobernador destacó en sus declaraciones que sus diputados apoyaron la reforma previsional porque “nosotros garantizamos la gobernabilidad y el Pacto Fiscal”.
Sin dudas, Schiaretti ha sido uno de los mayores dadores de gobernabilidad del macrismo, tanto mediante la aprobación de leyes clave como en las negociaciones con los demás gobernadores. En este marco, la ayudita de los amigos sindicalistas como el delasotista Pihen no ha sido menor.
Apenas unos días después de la firma del acuerdo salarial con el SEP, el equipo económico nacional anunció la relajación de las metas inflacionarias, estimando el aumento de precios para el 2018 en un 15 %. La subsiguiente escalada del dólar complica a la economía provincial, ya que casi el 95 % de la deuda pública está en moneda estadounidense. Pero sobre todo, limita los planes del gobierno provincial para ajustar los salarios de otros gremios estatales, entre los que se encuentra el de la docencia. Juan Monserrat, su Secretario General, ya anunció que discutirá las paritarias en febrero, cuando termine el receso estival.
Es de notar que mientras para los trabajadores se trata de paritarias a la baja e inflación, a las patronales del campo se las premia con la disminución de las retención a la soja a partir de enero.
Esto abre las perspectivas de una mayor lucha de los trabajadores en Córdoba para los próximos meses. Las protestas contra la reforma previsional (cacerolazos incluidos) y la silbatina que recibió Pihen al querer hablar en la movilización del 14 de diciembre demuestran que el apoyo electoral que tuvieron Cambiemos y Unión por Córdoba en octubre no significó un cheque en blanco para el programa de ajuste. Más que nunca hay que exigir a los sindicatos que llamen a un verdadero plan de lucha, discutido en todos los lugares de trabajo, para preparar un paro real con movilización para derrotar todas las reformas de Macri. |