Mónica Madelein Garnica Luján, joven madre, trabajadora y estudiante de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, llegó a la sala de terapia intensiva del Hospital Eva Perón de Berazategui el domingo 24, luego de que Miguel Saracho -su pareja y padre de sus tres hijos- la prendiera prendido fuego y le produjera heridas en más de la mitad del cuerpo. Continúa internada en el Hospital del Quemado en grave estado. Él está detenido, acusado de intento de femicidio.
Mónica había intentado denunciarlo en varias oportunidades. Era de público conocimiento en la universidad que sufría violencia en su hogar, como cuentan sus compañeros de curso. En nuestro país, dónde nos movilizamos masivamente por Ni Una Menos, una mujer cada 18 horas es víctima de femicidio. ¿Qué se ha hecho para cambiar eso? Nada para terminarlo, mucho para aumentarlo.
Se desfinanciaron los programas de género, no se aprobó la ley de emergencia en violencia de género que se exige en cada movilización del Ni Una Menos para, entre otras importantes cuestiones, crear casas refugios para sacar a las mujeres de donde sufren la violencia y que puedan salvar sus vidas.
Ningún gobierno se encargó de esto; sabemos que con lo único que contamos las mujeres es con nuestra propia fuerza de organización, que es la que logró conquistar todos los derechos que hoy tenemos.
Quienes integramos Pan y Rosas en el FIT en la UNAJ repudiamos enérgicamente este hecho de violencia y hacemos pública nuestra solidaridad con Mónica y su familia. Reclamamos por justicia para ella y que se apruebe la ley de emergencia de violencia de género. Proponemos construir una comisión de género y diversidad en la universidad y redoblar nuestra organización durante todo el año, denunciando claramente el rol de los distintos gobiernos en la situación actual. | 
