Tras el cambio de mando y el seco “vamos a conversar” de Piñera al General de Carabineros Bruno Villalobos, este último tomó la iniciativa y el pasado lunes presentó su renuncia, acosado por acusaciones de montajes y fraude al fisco, a propósito de la fallida Operación Huracán y el escandaloso Pacogate que ya suma más de 26 mil millones de pesos.
Este lunes Villalobos presentó su renuncia, la que fue aceptada sin reparos por el mandatario, quien a su vez nombró en reemplazo a Julio Pineda.
El nombramiento de Pineda no pasó desapercibido, dada su relación a duras críticas relacionadas a la represión que sufrió Rodrigo Avilés en las manifestaciones del 21 de Mayo del año 2015 en donde fue apuntado directamente por el chorro de un carrolanzaaguas lo que lo arrojó al piso causándole graves lesiones que mantuvieron en velo a su familia y a organizaciones que solidarizaron con su situación. Esto dado que fue Pineda quien, investigando lo ocurrido, concluyó que Avilés se habría caído solo y que no había intercedido la acción de Carabineros.
Así mismo se cuestionó su relación con el caso Pacogate. En el curso de la investigación Flavio Etcheverría, acusado de ser el líder del fraude al interior de Carabineros, apuntó que Julio Pineda habría estado en conocimiento de más involucrados en las operaciones fraudulentas. Luego de estas declaraciones de Etcheverría, Pineda, cuando era Jefe de la Dirección Nacional de Personal, habría llamado públicamente a "dar vuelta la página" sobre el fraude en la institución.
Luksic y la crisis de Carabineros
A raíz de su nombramiento, el bonachón empresario Andrónico Luksic no quiso quedar por fuera del debate. El poderoso empresario llamó a no seguir afectando la confianza en Carabineros, no dañar inocentes y no perjudicar al grueso de la institución.
Lo que olvida Luksic es que la desconfianza y el repudio que representa Carabineros no reside en 2 o 3 manzanas podridas, sino que esta desconfianza nace de lo más hondo de esta institución. Una institución que planta evidencia para armar montajes sobre el pueblo mapuche, que reprime a mujeres y estudiantes, que se presta para secuestros y defraudaciones. Esto es lo que odia la población.
Luksic sale en defensa de la institución mediante la caricatura de los “60 mil esforzados carabineros que resguardan las fronteras”, como si no existieran policías abusivos y corruptos, como si no hubieran muertos ni lesionados por la represión, como si no hubieran montajes ni persecusión. La misma caricatura que levanta para su enorme riqueza, la de una empresario bonachón que discute a través de la red del pajarito azul. |