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Red Internacional
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Géneros Y Sexualidades. 11 de Octubre: #DíaParaSalirDelCloset

En 1988 se celebró por primera vez el “Día para salir del closet” en honor a la segunda marcha nacional realizada en EE.UU por los derechos de gays y lesbianas, liderada por Jean O’Leary una famosa activista lesbiana.

Martes 11 de octubre de 2016

Salir del closet es una expresión popular que significa hacer pública voluntariamente la homosexualidad o la identidad de género trans. Se celebra a partir de la segunda Marcha por los Derechos de los Gays y las Lesbianas realizada en 1988 en la ciudad de Washington D.C.

El coming out o salir del clóset ha ocupado un lugar central durante largo tiempo en las estrategias de las organizaciones LGTBI. En años donde los mandatos sociales y morales de la heteronorma pesaban más, el hacerse “visible” era considerado como una condición sine qua non para que gays, lesbianas y trans se reconozcan como sujetos políticos.

En una carta conocida como “Un mensaje para las lesbianas y gays (y también para los heterosexuales)” Carlos Jauregui decía: “Tenemos que decirlo: nosotros no creemos que los gays y las lesbianas tengamos un “derecho” a callar que somos gays y lesbianas. Si vos callas no es por tu elección, aunque así lo creas”.

En el año 1990 durante la manifestación del Día del Orgullo Gay en Nueva York se repartió una octavilla titulada “Maricas, leed esto: odio a los heteros”. Quienes suscribían era un grupo de militantes conocidos como Queers anónimos. El problema de la visibilidad era considerado como un paso esencial en la pelea por los derechos de gays, lesbianas y trans. “Ser marica no tiene que ver con el derecho a la intimidad, tiene que ver con la libertad a ser públicos, a ser, simplemente, quienes somos. Significa luchar contra la opresión diariamente: homofobia, racismo, misoginia, los insultos de los hipócritas religiosos y nuestro propio auto odio (nos han enseñado meticulosamente cómo odiarnos a nosotros mismos)”, sostenían los activistas estadounidenses.

Efectivamente salir del clóset para muchos significó perder trabajos, la expulsión de los círculos familiares, la burla y en muchos casos ser blancos de ataques homolesbotransfóbicos. Sin embargo, y durante los últimos años, los avances en lo que respecta al reconocimiento de los derechos LGTBI han sido significativos. La Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género son conquistas por las que el movimiento LGTBI ha peleado durante décadas.

Las formas en la que se vive salir del clóset seguramente no sean las mismas que en décadas anteriores. No obstante sigue siendo difícil ser gay, lesbiana o transexual en todos los espacios sociales. Persiste la discriminación y la violencia. Esta situación provoca que muchas personas mantengan oculta su identidad sexual. Ni hablar que aun existen más de 70 países donde la homosexualidad sigue siendo penada por la ley.

La tradición del movimiento gay de los 70’ unió su lucha a las de las mujeres y los trabajadores y logró poner sobre el tapete que la invisibilidad también es opresión. Ese cuestionamiento fue uno de los pasos para cuestionar las bases de la opresión sexual y de género a la que son sometidas millones de personas en el mundo. Stonewall es el símbolo de esta enorme batalla.

La gigantesca demostración de la fuerza de la mujeres organizadas en el reciente Encuentro Nacional del Mujeres de Rosario no dejan dudas de que se puede enfrentar esta situación de desigualdad a la que la sociedad capitalista y patriarcal somete a las mujeres y a la comunidad LGTBI.


Rodrigo López

Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.