Presentamos aquí un reportaje en torno a la huelga maquiladora de Matamoros.
Cientos de líderes huelguistas fueron la cabeza que dio vida al movimiento 20-32. Sólo una hidra podría poner en jaque a la gran patronal imperialista: los comités de huelga de cada empresa, de cada turno. Los miles de huelguistas que pasaron hambre, frío y sostenían las huelga, fueron los verdaderos y genuinos dirigentes de esta hidra de la resistencia obrera.
Como chispa que se regó por la pradera, el movimiento comenzó el 11 de enero en las empresas Dura 3 y 4, AFX, Autolive y Politech. El rumor se esparció en toda la maquila. La CTM, organización de control corporativo y de disciplinamiento de la clase trabajadora, fue a las empresas a decir que no “habría bono”. Los trabajadores, empresa por empresa, comenzaron a cuestionar esto. “Vámonos a huelga” —dijeron— y comenzaron su movimiento, que duró más de 30 días.
En Ideas de Izquierda nos pareció trascendental escuchar a los trabajadores en resistencia y rescatar sus voces de lucha. Por eso conversamos con obreros que protagonizaron la huelga en TPI, AFX, SGC, Coca Cola, Fisher & Company, La Vakita y Agua Blanquita. Estos son algunos de sus testimonios, parte de una lucha dada por miles que se convirtió en un ejemplo.
Agradecemos a Iván, huelguista de Coca Cola, a Sandra y Sary de AFX, por los inmensos momentos que pasamos durante los plantones de la huelga de Matamoros.
“La huelguita” y los moñeros de SGC
SGC es una fábrica de moños en Matamoros, produce para Estados Unidos. Carlos de León Nuñez, dueño y gerente único de la empresa le puso al movimiento el mote de “la huelguita”. El movimiento logró resolver las demandas de aumento salarial y el pago del bono de 32 mil pesos. La plantilla de la empresa es de 150 trabajadores. Hablamos con Nancy Zurita, una joven dirigente de la huelga.
Iniciamos el paro laboral antes de la declaración de que fuera oficial, que fue el 25 de enero. Aquí producimos moños para el cabello que se venden en Estados Unidos en tiendas como Dylas, Wall Mart, Matilda y Hanna. Algunos de estos moños que se venden en temporada navideña y pueden costar hasta 60 dólares.
Desde que estallamos el paro el patrón no se acercó y realizó reuniones sin nosotros. Nos dijo que no estábamos invitados y “váyanse a la huelguita”. Los policías estatales hicieron rondines por la fábrica pero resistimos. Empezamos un “paro loco” con 13 personas y nos mantuvimos por 15 días, fue después del 25 de enero que se sumaron más personas.
El patrón argumentó que no tenía dinero. Nosotros exigimos 20 % de aumento y 32 mil pesos de bono anual. Pero él solo ofreció 7 % de aumento y tres mil de bono único anual. Entonces resistimos. Juan Villafuerte llegó a Autolive y ese día sí nos asustamos, pues llamó a que se levantara la huelga porque venían los estatales. Pero nos quedamos firmes.
Fischer Dynamics explota a sus trabajadores
Fischer Dynamics se fundó en 1905 en Detroit. Tienen plantas en Alemania, China, India, Vietnam y en Matamoros. Producen mecanismos para asientos de la industria automotriz. “Diseñamos y fabricamos sillones reclinables, cierres y mecanismos especiales para vehículos de pasajeros con oficinas en América del Norte, México, Alemania, India y China” enuncian en su página de internet. El movimiento arrancó también el pago del 20-32. Hablamos con Wensceslao Atlahuac Tepeyactli, trabajador de origen indígena y del estado de Veracruz que fue uno de los primeros despedidos del movimiento contra la patronal de Fischer Dynamics.
El 6 de marzo iba a cumplir 12 años de trabajo en la empresa y el día que me sacaron no me dieron ni un peso. La licenciada de Recursos Humanos me dijo: “Hazle como quieras, aquí te aseguro que no vas a sacar ni un peso. Ya estás despedido”. Hay mucha gente a la que le han hecho eso. Me despidieron porque llevé una inconformidad al sindicato, ya que los días que nos tocan festivos y de descanso, no nos lo dan o nos los dan cuando ellos quieren. Aparte hacen cosas y quieren que uno nunca diga nada, que nos quedemos callados. Por eso les molestó mi caso. Sólo estoy pidiendo un derecho.
“La huelga es un derecho de los trabajadores”
TPI es una empresa que se fundó en 1968 en Arizona, Estados Unidos. Produce para la industria eólica y tiene plantas en el Estado Español, China, al igual que en Matamoros, Tamaulipas y Ciudad Juárez, Chihuahua. “TPI ha fabricado más de 43,000 palas de motor de aerogeneradores durante diez años con los estándares de calidad más estrictos” sostienen en su página de internet. Hablamos con Eduardo Leal a las afueras de la empresa ubicada en el Parque Industrial de las Ventanas, a unos días de iniciado el paro laboral.
En TPI producimos las aletas de los aerogeneradores o lo que se le llaman normalmente las hélices. Es parte de la industria eólica de la firma Evestas. Para nosotros la huelga es un derecho de los trabajadores. El sindicato se estaba adueñando de nuestras vidas, ya no sólo nos estaban robando el 4% sino tambien la cuota en el tiempo extra, la que se supone que no deben quitarnos y tambien lo hicieron. Es importante que los demás trabajadores no se dejen manipular. Yo sé que en Ciudad Juárez no tienen un sindicato firme, pero no se pueden dejar manipular. Si ellos se quieren levantar contra TPI por el exceso de trabajo que les dan, adelante, porque no tienen nada que perder. Además hay que decir que las compañeras han denunciado que viven acoso sexual.
“Ya no nos vamos a callar” la huelga de Agua Blanquita
Agua Blanquita es una empresa de purificación de agua en Matamoros, que produce también para Ciudad Victoria, Reynosa desde hace 25 años. Los trabajadores iniciaron su paro laboral en los primeros días de febrero. Su gerente se llamaba Mario Hernandez. El sindicato es de la CTM, al mando de Juan Villafuerte. El movimiento en dos semanas de huelga logró sus objetivos: aumento salarial y el pago del bono anual. Hablamos con Pedro Hernández, huelguista de Agua Blanquita.
Somos 200 trabajadores más o menos, 120 sindicalizados y el resto de confianza. Pero en este proceso nos apoyan algunos de los trabajadores de confianza, porque ellos también saben que aquí las cosas van muy mal. Teníamos un bono de 170 pesos, más 80 pesos de transporte, el cual ya nos lo quitaron porque cedieron el 20 % de aumento salarial. Nosotros exigimos también el bono salarial de 32 mil pesos, ante lo cual querían darnos solo 3,500 pesos. Nosotros exigimos que se respeten nuestros derechos. Nos quieren cobrar todo y no nos pagan como corresponde. Ya estábamos hartos, lo habíamos hablado hace mucho tiempo y ya estaba programado. Lo habíamos decidido para estar mejor. Queremos decirles a los trabajadores que sigan en pie y adelante, peleando por los derechos de los trabajadores que siempre han sido pisoteados. Nosotros aquí seguiremos y ya no nos vamos a callar.
Coca Cola y Arca Continental: “Somos leyenda”
En Matamoros existe Arca Continental. Tiene 700 trabajadores y además de distribuir, embotellan el refresco Coca Cola. Esta distribuidora abastece a Matamoros y el estado de Nuevo León. El movimiento comenzó con la participación de 300 trabajadores. Arribamos al paro el día 2 de febrero con una delegación de la Nueva Central de Trabajadores y conversamos con algunos obreros. Juan Luis Gaytán nos ofreció una entrevista.
Estamos exigiendo un bono de 32 mil pesos y un aumento salarial de 20 %. Hemos discutido entre los trabajadores en la empresa desde hace una semana (finales de enero). El bono lo hemos exigido desde hace tres meses, pero el sindicato no nos querían apoyar. Ahora tenemos un papel que dice que la huelga es legal. Aquí estamos los que somos de ruta y distribuimos el refresco. La mayoría de los trabajadores huelguistas son distribuidores. Nuestra inconformidad es con toda la empresa. Los trabajadores que reparten son los más explotados: la carga de trabajo es excesiva y las prestaciones son muy pocas, trabajan de 10 a 12 horas diarias. Pero los compañeros están resistiendo. Los repartidores son lo que dan las ganancias a la Coca Cola, pero la patronal no quiere escucharnos.
Cada año la empresa realiza una junta en la que nos dice que rompemos récord de ventas. Esto sucede dos o tres veces por año y se emocionan los trabajadores, pero cada año sólo recibimos 10 mil pesos de utilidades.
Nuestras inconformidades son muchas. Quisimos convencer del aumento a los gerentes, pero ellos sólo nos decían “metanse a trabajar y ya discutimos”. Éramos pocos, pero la excesiva carga de trabajo nos llevó al paro. Acordamos que aquellos que quisieran apoyarnos se unieran. En el paro no dormimos y estamos por el bien para todos. La empresa está perdiendo millones por no escucharnos y no dialogar con nosotros. Sabemos a lo que nos atenemos, el presidente dijo que iba a haber un cambio y estamos peleando por ello. Aquí todos los días surtimos en Laredo, Valle Hermoso, San Fernando, Matamoros. Sacamos cajas y cajas por día. Haciendo cuentas venden más de 12 millones al día. No es posible.
Nuestras inconformidades son muchas. Quisimos convencer del aumento a los gerentes, pero ellos sólo nos decían “métanse a trabajar y ya discutimos”. Éramos pocos, pero la excesiva carga de trabajo nos llevó al paro. Acordamos que aquellos que quisieran apoyarnos se unieran. En el paro no dormimos y estamos por el bien para todos. La empresa está perdiendo millones por no escucharnos y no dialogar con nosotros. Sabemos a lo que nos atenemos, el presidente dijo que iba a haber un cambio y estamos peleando por ello. Aquí todos los días surtimos en Laredo, Valle Hermoso, San Fernando, Matamoros. Sacamos cajas y cajas por día. Haciendo cuentas venden más de 12 millones al día. No es posible.
Leche Vakita: insólito paro sin sindicato
Leche Vakita se sumó al movimiento 20-32 en su segunda oleada, pero sólo lograron el 20 % de aumento. Al no tener contrato no accedieron al bono que negoció el sindicato. Platicamos con Manuel, miembro de la huelga de Vakita.
Nosotros lo que pedimos es un aumento justo: antes de la lucha apenas nos incrementaron el 1 %. Las condiciones de trabajo son muy duras, muchas veces los camiones se descomponen y sale de nuestro bolsillo el dinero para que vuelvan a andar. La empresa entrega leche a San Fernando, Reynosa y Río Bravo. Cubrimos la misma región que los compañeros de la Coca Cola. Aquí también se envasa la leche. No nos dan comisión y no tenemos sindicato, ni el de Villafuerte ni el de Mendoza. Combramos el puro sueldo base y somos 150 trabajadores. Nosotros pedimos lo justo: Mejores condiciones de trabajo.
AFX: “tenemos hambre de justicia”
En su sitio de internet dice: “AFX Industries es el proveedor independiente, líder en el mundo, de componentes de revestimiento interior envueltos a mano. AFX también es un proveedor de cuero interior y componentes interiores moldeados por inyección para el mercado automotriz.” Sandra Álvarez y Sarahí Cortés participaron como ponentes en un foro de solidaridad con la lucha en Matamoros, que se realizó el día 16 de febrero en la Ciudad de México. Ahí contaron su experiencia.
Sandra: El movimiento organizó a más de 35 mil trabajadores. Todo comenzó cuando el líder de la CTM expuso que no sería posible el bono de 32 mil pesos. Unos 500 obreros representantes de los trabajadores nos opusimos. Yo era del Comité de Empresa y nos enfrentamos a las ideas de Juan Villafuerte. AFX fue la tercera empresa que se fue a paro. El descontento se esparció como un reguero de pólvora. Estuvimos 20 días en la empresa. Miraba a mis compañeros y teníamos todos muchas dudas. El delegado del segundo turno fue inmediatamente despedido. Mis compañeros me preguntaban qué hacer. Yo no sabía que iba a pasar, pero pensaba que teníamos que ir hasta el final, aunque no teníamos dinero y pasamos hambre.
El movimiento fue, en primer lugar, de mujeres. Las mujeres lo tenemos en la sangre. Trabajamos 12 de horas de lunes a viernes y el emblema de la empresa es “somos una familia”. Yo sabía que me iban a correr, pero ahora vamos a luchar por nuestra reinstalación. Obligamos a los de Recursos Humanos y a los gerentes a ir a la empresa en la madrugada ¿Cuándo habíamos visto esto? Primero nos ofrecían 4 mil pesos. Pero les arrancamos 32 mil con la lucha.
Sarahí: Días antes del movimiento, Sandra fue a las reuniones de los comités de empresa en las que se notificó que no habría bono. Entre compañeros de nuestra área en AFX queríamos saber qué sucedía con el bono y el aumento salarial. Entendimos qué no debíamos permitir y nos propusimos protestar. Vamos a parar, dijimos a los compañeros.
El sábado 12 de enero a las 6 de la mañana, utilizando Facebook y Whatsapp, nos organizamos para ir al paro. Teníamos que pelear por lo justo. Recibí el mensaje y se lo mandé a todos mis compañeros de las empresas. La mayoría de mi turno (noche), se sumó al movimiento. Fue muy bonito. Ya era justo protestar. Nuestro salario es limitado y lo que nos movia era la suerte de nuestras familias. Ahí estaba el motor del movimiento. Si con la huelga estaba en juego el futuro de nuestras familias, sabíamos que esto era justo. Ya no podía ser peor nuestra situación de vida. Teníamos hambre de justicia.
La hidra
Fue Lenin, el revolucionario ruso, quién dijo que “la huelga oculta de algún modo la revolución”. En la huelga los obreros muestran quién manda en esta sociedad. No se mueve un camión, no se prende un foco, no se produce ni una sola mercancía sin la participación de las y los obreros. Lenin sugirió que la huelga es la hidra de la revolución.
En la huelga los obreros demuestran quién produce verdaderamente la riqueza de la sociedad: los trabajadores son la sal de la tierra, los que deben organizar y reorganizar la sociedad entera. La huelga libera a los trabajadores y cuestiona la dominación capitalista.
Querían rendida a la clase obrera, pero no contaban con que los trabajadores representan la hidra de mil cabezas contra los patrones y sus gobiernos.
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