Luego de 12 meses de iniciada la rebelión de octubre, donde millones salieron a repudiar los 30 años del régimen heredado de la dictadura, los mismos partidos del régimen, derecha y "oposición", salieron a realizar un balance de lecciones, "mea culpas" y desafíos respecto a dicho proceso político que aún sigue abierto.
Domingo 18 de octubre de 2020
El día de hoy se cumple un año exacto del inicio de la rebelión popular en Chile, donde gracias a las y los secundarios, que valientemente saltaron los torniquetes evadiendo el metro de Santiago y protestando por el alza del pasaje, millones salieron a las calles, en un Chile que despertó, repudiando no solo el alza de 30 pesos del metro, sino los 30 años de la herencia de la dictadura de Pinochet y la brutal represión de Carabineros de Chile ocurrida un 18 de Octubre 2019 (y que sigue hasta el día de hoy), donde los primeros disparos de perdigones hirieron a una estudiante secundaria, despertando la rabia, la ira de millones que salimos a repudiar estos hechos que jamás serán olvidados, no solo en Santiago, sino que se expandió en pocas horas a todas las regiones y comunas del país.
Y es que en el marco del aniversario de la rebelión, los partidos del régimen de estos 30 años, que administraron la herencia de la dictadura de Pinochet, desde el Partido Comunista hasta la derecha, salieron públicamente realizando un "balance" llamado como las lecciones políticas del 18 de octubre, en donde cada sector reconoció supuestos aprendizajes, retrocesos y desafíos respecto a su actuar durante estos 12 meses de rebelión.
En términos generales los balances realizados tanto por la "oposición" como por la derecha apuntan a resguardar de conjunto el statu quo y la política de los acuerdos entre cuatro paredes como siempre lo han hecho, y que se expresó desde casi todos los sectores el 15 de noviembre, en el llamado "Acuerdo por la paz y la Nueva Constitución", que estableció un desvío a las movilizaciones y les otorgó impunidad a los violadores, asesinos, mutiladores y represores de Carabineros de Chile y militares, y, por sobre todo, le otorgó oxígeno y sobrevida al gobierno de Piñera, que tambaleó producto de la huelga general del 12N, la más grande de las movilizaciones vistas desde la dictadura.
Estos balances de lecciones políticas de los diferentes sectores y su actuar en este último tiempo, otorgando, incluso desde la derecha de Lavín, por ejemplo, confianza en un proceso constituyente amañado, han buscado armonizar este aniversario del 18O, porque saben que incluso con cuarentena, toques de queda inútiles sanitariamente, habrán movilizaciones contra este gobierno de Piñera, contra la impunidad, por no más represión y por la libertad de las y los presos políticos de la revuelta y del pueblo mapuche.
Ahora bien, respecto a dicho balance, en primer lugar, los sectores de centroizquierda señalaron que el estallido le dio la razón a Michelle Bachelet y su llegada a la moneda el 2013, la misma presidenta que en su mandato asesinaron a comuneros mapuche, como Matías Catrileo. Asimismo el FA salió a reivindicar la candidatura 2017 de Beatriz Sánchez. Además de los mismos sectores de centroizquierda criticaron que aún no logran una verdadera unidad, es decir, buscan construir una concertación 2.0 para entregar migajas y calmantes a las movilizaciones, como acostumbran a hacer.
Por otro lado el Partido Comunista, en manos de Jorge Teillier dijo: “Tras habernos diferenciado a partir del pacto por la Paz (y una nueva Constitución) , al partido le ha ido bien y se nota con su posible candidato presidencial”. Estos dichos no pueden ser más insólitos, puesto que si bien el PC no firmó el acuerdo, a modo de táctica para ahorrarse el repudio de las masas movilizadas, en los hechos han empujado, han llevado adelante en su totalidad este proceso constituyente ad portas del plebiscito del 25 de octubre, haciendo campaña a través del comando "Apruebo Chile Digno" a la Convención Constitucional, como si ésta fuera a solucionar los problemas urgentes de la población, como si no tuviera trampas como los 2/3 donde una minoría decidirá sobre la mayoría, le mienten a la gente, también como acostumbran a hacer, y ahora apuestan las cartas a su principal figura que ganaron en la alcaldía de Recoleta, Daniel Jadue, con quién buscarán otorgar reformas sociales, migajas, y pasividad a las y los que continúan movilizándose.
En tanto los sectores de centroderecha y derecha no se quedaron atrás con su balance de lecciones y aprendizajes ante el estallido social, que les explotó en la cara, y que ahora reconocen en un gesto de amabilidad y bondad, con que debieron haber hechos las cosas antes, cuando sabemos para quién gobiernan, para un puñado de grandes empresarios y capitalistas. Incluso sectores de derecha admiten que el estallido es un proceso necesario que terminará contribuyendo con el país, a la vez que muestran un aprendizaje y que no volverán a cometer el error de algunos discursos de Piñera, como la tan reconocida “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”.
Finalmente uno de los ejes claves que resaltan desde La Moneda, es que Piñera tiene preocupación por el "fortalecimiento Institucional" y de "cuidar la democracia", a punta de represión, de impunidad, arrojando a un joven de 16 años de un puente, protegiendo los intereses de unos pocos, arrojando a la miseria a millones de familias trabajadoras a propósito de la crisis sanitaria, económica y social que desató la pandemia del Coronavirus en Chile.