El 29 de noviembre de 1969 se cristalizaba en un LP la música de la primer banda de barrio que supo cimentar la canción en castellano en un nivel hasta ese momento desconocido.
Sábado 29 de noviembre de 2014
Ya son 45 años del lanzamiento de uno de los discos y de las bandas más influyentes de la historia del rock nacional, Almendra, que dentro de su repertorio cuenta con temas que hoy ya son clásicos indiscutidos, pero que allá por el 69, eran la vanguardia en el ambiente del rock.
La música de Almendra muestra un abanico de ideas que dieron por tierra con la normas para hacer música en Argentina. La metáfora junto con la poesía, entramadas en melodías sugestivas a la idea de que “algo más” existía que cantar en inglés (idea que predominaba en la mayoría de los grupos), dio fuerza y argumentos a un sector de la juventud a cantar en su idioma y romper con el fetichismo de la canción en inglés como idioma establecido.
“Somos seres humanos… Sin saber lo que es hoy un ser humano”
La nueva dimensión que abrió el disco puede sintetizarse en el tema “Color humano”, que mezcla diversas concepciones, desde The Beatles hasta el jazz y el tango, dio rienda suelta a la creación artística por fuera de los marcos de la industria musical, de hecho la duración de la canción ampliaba los ya clásicos tres minutos que debía durar un tema. Almendra fue concebido, tenía su propósito: "La premisa de crear una música con una libertad de horizonte total. Almendra no fue una casualidad”. Así describía Spinetta el proyecto que existía en la banda. Y se ve confirmado en cómo irrumpió en el naciente rock argentino.
Desde la tapa del LP dibujada por el Flaco, resistida por la discografía alegando que se había “extraviado” el boceto original, pasando por la descripción de los temas que estaban enumerados sin el nombre y en su lugar una lágrima, un ojo y un destapador de inodoros, contando el estado sentimental que la canción expresaba fue, además de novedoso, sinónimo de algo que hasta el día de hoy a muchos le parecería extravagante; hasta llegar a su música, la forma que tomaba su arte.
Los Larkins y Los Esbirros fueron las bandas que se fusionarían dando dando vida a Almendra, en 1968. Spinetta comenzó tocando en Los Larkins, al tiempo que dividía sus ensayos entre las dos bandas. Los Larkins que eran liderados por Rodolfo García, futuro baterista de la banda, y en Los Esbirros tocaban Edelmiro Molinari (guitarra eléctrica) y Emilio Del Guercio (bajo). Con el paso del tiempo, el Flaco Spinetta fue haciendo confluir a los dos grupos, donde vale recordar al tecladista fugaz Santiago “Chago” Novoa, que dejó sin motivo la banda. Se llamaron originalmente “Los Beatniks”, luego “La Organización”, “El Tribunal de la Inquisición”, hasta se propuso el nombre “Vicuña”, y “Aquelarre” (banda posterior de Del Guercio y García), hasta llegar a “Almendra”.
Eran finales de 1968, con la dictadura de Onganía en el Gobierno y en la calles, el Cordobazo estaba a la vuelta de la esquina. Los mismos jóvenes a los que les llegaban a principios del 69 el simple con las canciones “Tema de Pototo” y “El mundo ente las manos”, fueron los mismos que en mayo del mismo año daban comienzo, junto a la clase obrera cordobesa, a un período de aguda lucha de clases que planteó la necesidad de la lucha por el poder, período que se cerraría con el golpe de Estado de 1976. Es así como Almendra, como expresión artística de la juventud, hacía fines de los 60 formó parte de una generación que vivió un período fundamental de la historia argentina, como lo fue la intervención de las coordinadoras obreras en todo el país.
Música y arte en Almendra parecen ser dos categorías que el lenguaje no dificulta para pensar la banda. El disco es un todo, es conceptual. Nada de él se debía explicar por fuera del mismo disco, que logra una relación profunda entre lo artístico y lo sonoro.
En esa relación también, quien escucha tiene un lugar consciente para la banda. Semanas antes de la salida del disco, Almendra repartía un volante escrito a máquina que decía: "A lo largo de seis meses de intenso trabajo, de proposición total hacia lo que es nuestro, hemos comprendido que lo que en un momento puede llegar a trascender deja de ser exclusivamente propiedad del autor y se transforma en algo legítimamente de todos. Por eso el 15 de enero es una fecha importante tanto para nosotros como para ustedes. Es la salida de nuestro primer long play. Es nuestra salida hacia ustedes". Esa relación, esa “salida hacia ustedes (nosotros)” es la marca imborrable de un disco que plantó bandera y hoy sigue sonando.