Un cáncer de laringe le quitó la vida, pero su recuerdo queda intacto en su poesía, su obra y su militancia.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Lunes 23 de enero de 2017 12:23
Nació en el año 1952 paso su infancia a orillas de un basural y del Zanjón de la Aguada, un barrio obrero en Chile. Estudió en el Liceo Industrial de Hombres de La Legua, el mismo barrio miseria donde el 11 de septiembre serían colgados de los postes de alumbrado público los primeros carabineros golpistas que entraron a la población.
En 1970 ingresa a la Universidad de Chile, donde se recibió de profesor de Artes Plásticas. Ejerce como maestro entre 1979 y 1983, año en el cual es despedido por su orientación homosexual. Nunca más trabajará como maestro.
Su militancia en el PC chileno fue conflictiva, ya que su homosexualidad tampoco fue bien recibida. En el año 1986, con sus tacos puestos fue a una reunión en la Estación Mapocho, donde el escritor leyó su manifiesto "Hablo por mi diferencia", la audencia quedó muda.
Fue cronista y artista visual chileno, coincidió con el fin de la crónica y el inicio, ya sin resistencia alguna, del mentado periodismo narrativo.
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Las Yeguas del Apocalipsis marcaron tendencia, pero en 1995 Lemebel publicó su primera colección de crónicas, La esquina es mi corazón y al año siguiente creó un programa en Radio Tierra, llamado "Cancionero", donde leía crónicas ambientadas con sonidos y música incidental.
Así comenzó sus pasos como un "cronista urbano" mostrando sus múltiples facetas. Luego vino Loco afán y De Perlas y cicatrices, recopilaciones de crónicas en las que se fue afianzando su singular voz literaria, que mezclaba lo barroco y lo marginal en un tono provocador y libertino.
Su pluma se convirtió en puño por esta lucha que no vamos a dejar morir. Por una verdadera libertad sexual "porque ser pobre y maricón es peor".
Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.