En un contexto de creciente tensión política, el peronismo negocia ante la posible eliminación de las PASO y la reforma electoral impulsada por el gobierno de Javier Milei. Mientras tanto, Cristina Kirchner busca consolidar su liderazgo y negociar en un escenario adverso. El peronismo bonaerense enfrenta contradicciones y Axel Kicillof quiere jugar en su propio tablero.
Viernes 29 de noviembre 17:11
El gobierno de Milei está decidido hacer una “reforma política”, como parte de una avanzada antidemocrática sobre el de por sí ya restrictivo sistema electoral, que busca eliminar el financiamiento estatal de la publicidad lo que lleva a recurrir al aumento de la financiación privada de los partidos. El gobierno pretende privar a los votantes de todo el país que puedan conocer y acceder a las propuestas de todas las expresiones políticas.
En definitiva, imponer un régimen político en el que sólo puedan tener representación en el Congreso y postular candidatos presidenciales no más de dos o tres formaciones políticas financiadas por los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros, quedándose por fuera millones de personas que no comulgan con los partidos o coaliciones mayoritarias. Una reforma a la altura de las grandes empresas, que podría implicar una virtual proscripción de los partidos de izquierda y otros.
Para eso necesita negociar con todas las coaliciones del Congreso. Mientras tanto, el peronismo está concentrado en su interna, pero ninguno parece oponerse a la “reforma política”. La escandalosa votación de la ley de “ficha limpia” ayer en el Congreso demostró que a cambio de que no salga esta ley que perjudicaría entre otros a Cristina Kirchner, el Gobierno espera el apoyo del peronismo tanto en la designación del juez Lijo como en la aplicación de la reforma electoral proscriptiva.
Te puede interesar: La Rosca Avanza. Del Caño cruzó durísimo al peronismo: pidió que se aclare qué están negociando con Milei
Te puede interesar: La Rosca Avanza. Del Caño cruzó durísimo al peronismo: pidió que se aclare qué están negociando con Milei
La “reforma política y eliminacion de las PASO es parte de la política del Gobierno. Recientemente la pelea por la conducción del PJ concluyó con que Cristina tomó la lapicera del partido. Para ella la eliminación de las PASO sería una oportunidad de entrar en la interna de Macri y Milei, ya que obligaría a Macri a negociar en la mesa chica de cara al 2025, en caso de que las eliminen. Por otro lado, el jefe del bloque del PJ en Diputados Germán Martínez reniega de esa estrategia y sostienen que, sin una instancia para dirimir candidaturas, el peronismo podría sufrir rupturas en varias provincias.
Si se suprimen las primarias en el orden nacional, lo más probable es que tampoco haya PASO en las elecciones provinciales. La eliminación de las PASO provinciales sería un punto en el que podrían ponerse de acuerdo los tres espacios de Unión por la Patria (UP) en la provincia. encabezados por Cristina y Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa. Pero ¿con qué política?
La estrategia de Cristina en la PBA parece ser conveniente a la eliminación de las PASO. Según su lógica, la figura de la exvicepresidenta (ya que es probable que se presente a diputada por la PBA) obliga a sus pares a negociar en la mesa chica antes que ir por fuera y sacar menos diputados nacionales o legisladores provinciales. Este escenario pondría en un brete a Kicillof. Y es en este brete en el que aparece el escenario de desdoblar las elecciones provinciales.
Ahora bien, Cristina con la conducción del PJ bajo su mando se postula como la única candidata de la PBA para asegurar su distrito. En su última carta se propuso como objetivo "enderezar" al peronismo y propone al Partido Justicialista (PJ) como el lugar para hacerlo. Una de los aspectos que propuso fue llevar a cabo una reforma laboral sustantiva. Pero en Rosario Cristina desafió a Milei a desregular la importación de medicamentos y reivindicó el “Capitalismo de consumo” llevado a cabo bajo su gestión, volviendo con la idea de “ampliar” para interpelar a otras fuerzas.
Esta idea ya la había planteado en Santiago del Estero, donde el péndulo fue hacia la derecha. Llamó a incluir a diversos sectores de militantes, pero particulariza a los “militantes empresariales” y el rol de “cristiano” como militante. Es un intento de incluir la idea de una sociedad electoral con el radicalismo y otras “fuerzas democráticas”. A su vez planteó que el peronismo no llegó al poder como la “Revolución Rusa”. Y reafirmó que “me van a venir a hablar a mí que le preste plata a la General Motors que soy anticapitalista, por favor”.
Luego de este fin de semana ordenó a los senadores que le responden a avalar la candidatura de Ariel Lijo a la Corte Suprema. Afin al gobierno de Milei.
El pensamiento del gobernador Kicillof también viene centrado en el 2025. La consultora Pulso Research midió cómo viene impactando la interna en la PBA y los resultados no son buenos para el peronismo de conjunto. La intención de voto hacia el peronismo kirchnerista bajó 10 puntos, y Cristina dentro de la oposición sigue siendo la principal figura del peronismo, con 27 puntos respecto a los 7 que acumula Axel. Igualmente hay que recordar la relatividad de los datos de las encuestas, vistos los resultados electorales de los últimos años.
Esta reforma electoral busca que solo puedan presentarse a elecciones los grandes partidos que bancan los empresarios y la casta. Pero mantener las PASO en la provincia es una opción viable para el mismo Axel Kicillof, ya que le permitiría dirimir fuerzas en una interna y negociar con los resultados en la mano. En caso de acoplarse a la situación nacional, se abre la caja de pandora a todo tipo de posibilidades como desdoblar la elección provincial o mantener la lista sábana para que fortalezca a los candidatos aliados a Kicillof y así evitar un desastre en la Legislatura bonaerense. Al propio Kicillof le han digitado la campaña e intervenido el ejecutivo con Insaurralde post PASO del 2021.
Esta negociación es potenciada por el massimo en la PBA, que fue el impulsor de la eliminación de las PASO, en el marco de que el ministro de transporte Jorge D¨Onofrio (puesto a dedo por Sergio Massa) se encuentra entre la espada y la pared por presuntos casos de corrupción en la administración pública. También se presentaron dos proyectos de diputados liberales para suspender o eliminar las PASO.
En este marco es que vimos cómo la tensión entre Kicillof y sus pares camporistas llegó a un límite cuando Jorge Ferraresi (intendente de Avellaneda) rompió el bloque de concejales en territorio de Mayra Mendoza (intendenta camporista). Dicha decisión desató la furia de la quilmeña, quien en un extenso posteo responsabilizó a Kicillof y a Ferraresi por falta de obras en su municipio mientras fue ministro de Alberto Fernádez, puesto a dedo por Cristina. A esto se le suma que el sector camporista reclama tener participación en la caja millonaria que maneja Ferraresi por el puerto de Dock Sud.
Sin embargo, más allá de la pelea por el poder, en la contienda entre Axel y Cristina no parece haber diferencias de programa y en la próxima votación por el Presupuesto, Kicillof necesita el aval de sus pares para aplicar uno que es de ajuste. El presupuesto proyectado para 2025 propone un megaendeudamiento y no cambia la estructura de gastos para favorecer sectores sensibles como salud y educación. Esta semana ya oficializaron el RIGI bonaerense mediante el Boletín Oficial Nº 15.510, que beneficia con exenciones impositivas a grandes empresas con inversiones millonarias.
En esta sintonía, acompañando tanto Cristina como Massa son responsables de las políticas que propone el gobierno provincial de cara al año que viene. En una provincia que cuenta en su territorio con las dos zonas con desocupación más alta del país (Gran Buenos Aires con 9.1 y Gran La Plata 9.9). Como es vox-populi tanto Cristina como Axel son los candidatos que proponen en primer orden ser los principales pagadores de la deuda externa que ata a nuestro país a los intereses del FMI.
La gran pregunta consiste en saber a quién beneficia la ruptura interna del kirchnerismo provincial. En primer lugar, porque de darse la eliminación de la “reforma política” sería un paso drástico en cercenar los derechos democráticos. En segundo lugar, a Javier Milei, como demuestran los primeros indicios de las encuestas. En tercer lugar, Cristina intenta capitalizar el espacio con un discurso más a la derecha, aunque pueda pueda significar la garantía de una derrota electoral en 2025. El poder en la PBA expresa de forma concentrada las tensiones del peronismo a nivel nacional.
No existen grandes diferencias entre Cristina, Axel y Massa respecto a su programa económico como para explicar esta interna, salvo el manejo de la lapicera por el PJ. Sin embargo, el avance en una “reforma política” parece convenir más a Cristina por su lugar de mejor opositora frente al gobierno de Milei, aunque con un llamado a “fuerzas democráticas” radicales, con un tono en su discurso girado a derecha. Todas sus alas están dejando correr el programa de ajuste de Milei.