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Red Internacional
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Bolivia. ¡Abajo el paro reaccionario de los agroindustriales! ¡Viva la resistencia popular y las tomas y bloqueos obreros! ¡Abajo la negociación del MAS que solo fortalece a la ultraderecha!

Ya son 10 días del reaccionario paro del comité cívico. Es un paro que beneficia a los ricos y millonarios en Santa Cruz. Los intentos de negociación entre el MAS y los cívicos han fracasado. Campesinos, obrerxs, pueblos indígenas y diversos sectores populares inician movilización y cerco a los agroindustriales. Cívicos y derechistas responden con más violencia. Hay que derrotarlos definitivamente profundizando la movilización y la autoorganización de las y los de abajo.

Lunes 31 de octubre de 2022

Décimo día de paro indefinido en Santa Cruz (Foto: público.bo)

Décimo día de paro indefinido en Santa Cruz (Foto: público.bo)

El reaccionario paro cívico cumple 10 días. Los empresarios y líderes de este paro continúan exigiendo que el Gobierno abrogue el decreto del Censo que planteaba su realización el 2024 y que se comprometa a realizar el Censo el 2023. La disputa por la fecha de realización del censo, en la forma, está expresando una vez más, en el fondo, contradicciones e intereses económicos y políticos más profundos. Muestra de ello es que las tensiones y enfrentamientos se agudizan.

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Mientras el paro derechista se radicaliza, viene tomando fuerza el cerco a Santa Cruz, impulsado por sectores populares, campesinos y de trabajadores, que rechazan el paro cívico y que señalan que, si los ricos quieren paro, entonces que paremos todos.

En este marco, hoy, mientras las columnas de trabajadores y sectores populares intentan marchar hacia el centro de Santa Cruz, grupos paramilitares de la UJC (Unión Juvenil Cruceñista) están agravando la violencia en las calles y avenidas buscando evitar que la movilización llegue al centro de la ciudad. Esto está detonando que algunos sectores populares, fundamentalmente de interculturales del Chapare, en el trópico cochabambino, exijan al Gobierno la declaratoria de “estado de sitio” en esta región y despliegue policías y militares contra las bandas derechistas.

Consideramos un grave error este pedido, ya que como demostró el golpe del 2019, no se puede derrotar a la derecha con el uso de sus aliados “naturales” como son policías y militares. Ya que, a lo largo de la historia, y de nuestra historia en particular, es claro que estos aparatos represivos del Estado están al servicio de mantener y preservar el poder de las clases dominantes. Solo profundizando la movilización, desde abajo y de manera independiente, podremos aplastar estos nuevos intentos de asonada derechista.

La movilización popular se da ante el hecho de que, los trabajadores y las trabajadoras, empezaron a ver cómo mientras los patrones cruceños les impiden trabajar, sus negocios siguen funcionando sin interrupción. Por ejemplo, vieron que las empresas como Sofía, del empresario clerical y gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y otras agroindustriales no solo que no paran, sino que han salido a exigir en boca de Rómulo Calvo, presidente del comité cívico cruceño, represión a los sectores de trabajadores, populares, indígenas y campesinos, que han iniciado el cerco a este departamento. Es tal la impunidad de estos representantes derechistas que no tienen reparos en exigir que se garantice combustible para no perjudicar sus negocios mientras impiden el derecho al trabajo de las mayorías populares.

En varias empresas, a las y los trabajadores, les obligaron a tomar libres o vacaciones forzadas para favorecer al empresariado, mientras que, en otras, dependiendo de las necesidades patronales, está prohibido faltar bajo amenaza de descuentos y sin consideración por los atrasos a causa de los bloqueos.

Empresas como Coca Cola, PIL Andina, EMPACAR, Sofía, SAO-ALICORP están recargando las consecuencias de este paro reaccionario sobre las espaldas y los bolsillos de las familias trabajadoras.

Esta situación ha detonado la correcta respuesta de organizaciones populares que han iniciado varias movilizaciones hacia la ciudad de Santa Cruz, así como bloqueos en las principales agroindustrias y destilerías de combustibles, afectando los negocios del golpismo cívico y agroindustrial.

La respuesta de cívicos ante esta determinación fue agravar la violencia derechista. Esto lo vimos durante las últimas horas, luego de que una vez más los líderes cívicos, que son la dirección política del paro, nuevamente patearon el tablero en el último intento de negociación del Gobierno del MAS, del viernes 28 de octubre, en Cochabamba, ante el fracaso de la denominada cumbre por “el censo con consenso”.

Ayer en la noche se produjeron enfrentamientos en la localidad de San Carlos, antes ya se venían registrando fuertes tensiones en el Pailón, en la destilería de Palmasola así como en San Julián, desde dónde anunciaron que frente a la brutalidad del paro obligatorio de los cívicos y la represión y discriminación contra su gente, que vive del día a día y necesita trabajar, iniciaban este lunes una marcha hacia Santa Cruz.

Lo más grave se produjo durante el sábado, llegando el sub gobernador, Daniel Velásquez, del municipio de Concepción en la Provincia Ñuflo de Chávez, a amedrentar y agredir, con chicote en mano, a las mujeres de la Nación Ayorea. Esta agresión sin embargo no fue recibida de manera pasiva, ya que tanto mujeres como hombres ayoreos expulsaron a este subgobernador. Sin embargo, como se conoció a través de las redes sociales y las denuncias que se fueron difundiendo, como represalias a la resistencia ayorea, habrían demolido e incendiado sus viviendas.

Esto sucede debido a que el comité cívico de patrones elitista, racista y discriminador impulsa el paro en un intento de ligar forzadamente sus intereses económicos tanto en las gobernaciones y sus empresas con la demanda de censo el 2023. Buscan nacionalizar el conflicto para de esta manera asestar un fuerte golpe político al Gobierno y avanzar en el reagrupamiento derechista, reconstruyendo el bloque social y político que fue la base del golpe de Estado del 2019.

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Mientras el MAS y los golpistas parlotean, desde abajo se van radicalizando las medidas

La política que desde el Gobierno del MAS han mantenido, durante todas estas tensas jornadas, ha sido la de intentar dialogar con los cívicos, estableciendo varias mesas de trabajo y reuniones incluso en la ciudad de Santa Cruz.

La cumbre por “un censo con consenso” realizada en la ciudad de Cochabamba el pasado viernes 28 de octubre tampoco pudo convencer a los cívicos cruceños de suspender sus medidas de fuerza.
La política de negociación permanente que el Gobierno de Arce despliega, lejos de debilitar a la derecha cívica la fortalece, ya que ven cómo pese a su propia debilidad y fragmentación, Arce y su Gobierno han venido cediendo en todas y en cada una de las demandas de los cívicos. Recordemos que así sucedió, con las dos medidas de fuerza que realizaron durante el 2021, ante las cuales el MAS terminó retirando sus proyectos de ley.

Hoy desde el Gobierno, al igual que antes con Evo Morales, pretenden utilizar la voluntad de lucha de las organizaciones populares, para presionar a los cívicos a negociar, buscando evitar que la creciente actividad popular adquiera un rumbo independiente y abiertamente enfrentado a las clases dominantes cruceñas. Usan la movilización para mantener una estrategia de conciliación permanente con las clases dominantes.

Sin embargo, el inicio de masivas movilizaciones que se dirigen al centro de la ciudad de Santa Cruz, con los bloqueos y el cerco al parque agroindustrial, pone en evidencia que la población está reflexionando sobre las consecuencias del paro cívico. Los primeros que pagan esta pugna entre el Gobierno y la élite cruceña son las y los comerciantes pobres, trabajadores informales y los trabajadores y trabajadoras que en las fábricas son tratados como pongos de hacienda. Los obreros y obreras tienen que pagar el triple en los pasajes y las alzas de los precios en los mercados de productos de la canasta familiar. Campesinos y pequeños productores agropecuarios también son afectados por la reaccionaria medida de fuerza de Calvo y Camacho.

¡Viva la movilización y cerco al empresariado agroindustrial! ¡comités de autodefensa ante la violencia de la UJC! ¡Masificar la movilización!

Hoy los bloqueos a las fábricas y empresas donde los patrones no paran es una buena iniciativa para bloquear sus ganancias, pero no es suficiente. Debemos llenar de asambleas las fábricas y los bloqueos para verdaderamente enfrentar a la derecha empresarial, ocupando esas empresas y ponerlas a funcionar bajo el control de las y los trabajadores y al servicio de toda la población que sufre el paro.

Es urgente avanzar en la coordinación democrática de todas las organizaciones obreras, campesinas y populares movilizadas contra la asonada derechista, para así definir entre todos los movilizados los pasos a seguir en la lucha y evitar que los esfuerzos que se vienen realizando en el cerco a los agroindustriales sean nuevamente malgastados en las mesas de negociación del Gobierno.

¡Avancemos hasta derrotar definitivamente al golpismo racista agroindustrial!
¡Viva la movilización y cerco al empresariado agroindustrial!
¡Comités de autodefensa ante la violencia de la UJC! ¡Masificar la movilizacion!