Crisis política. Aumenta la tensión y se profundiza el giro a derecha en Bolivia

Se está viviendo un nuevo momento de inflexión en la realidad política boliviana, que profundiza el giro reaccionario del gobierno de Luis Arce Catacora. En las últimas 48 hs se dió la detención de Humberto Claros, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), y Ramiro Cucho, dirigente del Consejo de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), además de una seguidilla de operaciones judiciales contra otros representantes del evismo, acusados ahora por terrorismo.

La feroz persecución judicial impulsada desde el gobierno se ha complementado con la sorprendente e irregular resolución del TCP (Tribunal Constitucional Plurinacional) que anuló la resolución de amparo constitucional que el evismo ganó en abril del 2023 que reconocía la legalidad del congreso de Lauca Ñ. Con esta nueva resolución, que retira la tutela concedida, Luis Arce y toda la oposición de derecha, a la cabeza del TCP, se termina de sepultar en términos “legales” las aspiraciones del evismo para encabezar la próxima fórmula electoral del partido. Es decir, Evo Morales deja de ser presidente del MAS-IPSP quedando la fórmula del partido en manos de Grover García y la sigla del MAS en manos del sector renovador.

Sin embargo, si estas disposiciones que acabamos de señalar ya son suficientes para indicar un pronunciado giro represivo y autoritario, el gobierno de Arce profundiza esto aún más con el anuncio de liberar la importación y comercialización de combustibles por parte de privados, avanzando de esta manera en la eliminación gradual del subsidio y alentando al ajuste de precios en función del mercado. Tal disposición, exigida por agroindustriales y empresarios, la justifican con las dificultades del gobierno para obtener dólares –que retienen los mismos empresarios exportadores- para financiar la importación de hidrocarburos subsidiados.

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Para completar el cuadro de la situación nacional, mientras continúa la persecución judicial a la oposición evista, el gobierno se reúne con la CAO (Cámara Agropecuaria del Oriente) para reafirmar nuevas y más concesiones económicas y financieras a este sector oligárquico y antipopular. Se discute la reducción de impuestos y financiamiento a nuevos emprendimientos productivos.

Con esta batería de medidas del gobierno de Arce, se allana el camino a la oposición de derecha y al empresariado para retomar el control del Estado y la economía. En este sentido el gobierno de Arce envía un claro mensaje sobre contra quienes pretende descargar la crisis económica: las, los y les trabajadores del campo y la ciudad.

“Renovadores” y derechistas buscan transformar en definitiva la derrota de Morales

Luego de 24 días de bloqueos de caminos, finalmente la suspensión de los mismos por parte del evismo reveló las debilidades y el aislamiento que el ex presidente no pudo revertir, alentando al gobierno y a la oposición a pasar a una ofensiva política y judicial que aún está en desarrollo. Las graves acusaciones contra los principales dirigentes campesinos y contra decenas de detenidos durante los bloqueos, alentadas por toda la oposición de derecha y el empresariado, quienes incluso llegaron a solicitar nuevas leyes contra las protestas sociales, no solo son expresión de la disputa política interna del MAS sino que adquieren una enorme relevancia social al convertirse en el punta pie inicial para criminalizar toda protesta social. Lo hacen en momentos en que el malestar social crece producto del alza de precios y el conjunto de medidas antipopulares que el gobierno de Arce ha comenzado a aplicar.

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Sin embargo, la ofensiva política y judicial del gobierno de Arce contra el evismo, buscando terminar de un solo golpe con la crónica disputa interna en el MAS, está muy lejos de garantizarle a Luis Arce y los renovadores la posibilidad de retener el poder del Estado el 2025. En primer lugar es difícil creer que con esta ofensiva el gobierno y la derecha lograran evitar que el evismo no impulse nuevas medidas de presión y movilización social.

Si desde el gobierno consideraron la relativa debilidad y aislamiento de Morales como una situación definitiva, es altamente probable que estén equivocando el diagnóstico. En amplios sectores populares que aún no se movilizaron estas medidas pueden ser recibidas con desagrado y molestia, más cuando las condiciones de vida de la población se continúan deteriorando cotidianamente. Lejos de terminar con el evismo, es muy probable que la represión actual no solo que lo preserve sino que incluso termine transformándose en un boomerang para Arce y todo el gobierno a alentar la resistencia callejera ya no solo contra el gobierno sino contra toda la institucionalidad estatal.

En segundo lugar, el desplazamiento de Morales de una eventual candidatura, lejos de traducirse en un fortalecimiento del gobierno de Arce y los renovadores, en realidad los debilita aún más, ya que son vistos como los que llevan adelante un plan económico crecientemente anti obrero y anti popular, alentando de esta manera la posibilidad de que sea la derecha y la ultra derecha los que capitalicen aún más el descontento creciente, echando por tierra las aspiraciones de las clases medias blanco mestizas del MAS de retener el control del Estado y allanando el camino para un retorno “democrático” de la derecha golpista.

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Hay que enfrentar el giro reaccionario impulsando la movilización independiente

El giro reaccionario y derechista adoptado por el gobierno de Arce, lejos de ser una novedad y de exculpar de responsabilidades en prácticas tan abusivas como las actuales sostenidas por Evo Morales en sus últimos años de gobierno, son en realidad expresión de cómo el poder político tiende a instrumentalizar el aparato judicial en función de intereses de camarillas y de las clases dominantes, que en momentos de crisis como la actual, pretenden que sean los sectores populares quienes reciban el peso de las medidas de ajuste.

Toda la batería de disposiciones represivas, hoy lanzadas contra el evismo, serán rápidamente usadas contra todos aquellos dispuestos a enfrentar el ajuste. Por esta razón, se hace urgente que las y los trabajadores y el pueblo, rechacemos de manera inmediata y enérgica las detenciones y la persecución judicial hoy en marcha.

Desde la LOR-CI exigimos la inmediata libertad de todos los dirigentes y campesinos encarcelados, y llamamos a impulsar la más amplia movilización y organización para enfrentar esta arremetida derechista encabezada por Arce y los tecnócratas del MAS.