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Red Internacional
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#Aborto2020: ¿Qué dicen las pibas del Barrio 31 de Retiro?

A horas de la votación en la cámara de diputados, hablamos con pibas de la Villa 31 sobre el derecho al aborto, el rol de las iglesias, y la responsabilidad de quienes intentan frenar que sea ley.

Jueves 10 de diciembre de 2020 18:03

#AbortoLegal2020 Voces en la Villa 31: "En los barrios nos cambiará la vida a las mujeres" - YouTube

Este jueves se vota en la cámara de diputado la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Dentro del debate en el congreso pudimos ver a los llamados “curas villeros”, en voz del padre Pepe Di Paola, hablando en nombre de quienes viven en barrios pobres, como si fuera el vocero de todos y todas. Llegó a aseverar que "el aborto no es un pedido de las comunidades vulnerables". Cuando en realidad habla como parte de la iglesia que el representa, ni siquiera habla en nombre de feligreses como las “Católicas por el Derecho a Decidir”. De igual manera intervinieron en el debate los y las representantes de las jerarquías evangélicas. Más allá de las creencias religiosas, las pibas del Barrio Padre Mugica-Ex Villa 31, dan su opinión en primera persona y son parte de la marea verde.

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Hablamos con varias de ellas entre los pasillos del barrio. Tizziana trabaja en la feria, como muchas otras. Le preguntamos qué opina sobre el derecho al aborto y con seguridad afirma “Yo estoy a favor y me gustaría que lo aprueben, porque ya es hora. Hay muchas pibas que se están muriendo”. Ella considera que la responsabilidad de que aún no sea ley es por “los diputados, el senado, porque hace años venimos mostrando todo”, y agrega que “la iglesia no debería jugar ningún rol, porque la iglesia es la iglesia. Y no puede decidir ni por mí ni por ninguna otra persona. Por eso digo que la Iglesia y el Estado deberían estar separados”.

En el mismo puesto trabaja, en forma precaria, con su amiga Abril. Ella también está a favor del derecho al aborto y cuando le preguntamos qué cambiaría de aprobarse la legalización, nos dijo que “El mundo cambiaría. Es por la salud de las mujeres. Y me jode que nuestra salud esté en manos de gente tan ignorante que ni siquiera lea el proyecto para que se lleve a cabo”, y agrega que “la iglesia no se tendría que meter, son asuntos totalmente separados, y me molesta que el estado aún no sea un estado totalmente laico”.

Ellas están convencidas que los derechos se conquistan luchando, “haciendo lo que estamos haciendo, haciéndonos escuchar”, dice Tizziana. “Como no nos quieren dar bola, tenemos que hacer ruido, salir a la calle, hacer quilombo, hasta que sea ley”. Nos cuenta que fue a casi todas las marchas por #NiUnaMenos y Abril fue parte de la Marea Verde. “Voy a seguir participando hasta que sea lo que tenga que ser. Que el derecho al aborto sea ya, y se apruebe”, reafirma Tizziana.

Evelin opina que “cada uno puede decidir sobre su propio cuerpo”, y que tiene debates entre amigas y familiares. Habla mucho con su prima que está a favor de la legalización. “Todavía estoy en mi propio debate, si estoy a favor o no. La verdad es que está bueno que uno decida sobre su propio cuerpo. Pero espero que sea legal”, nos dice.

Susana, desde el otro lado del mostrador atendiendo la panadería, nos cuenta que también “hay debates entre mis amigas, algunas están a favor del aborto porque se pueden salvar muchas vidas y otras son ‘provida’”, y responde con firmeza que considera que el derecho al aborto implica el derecho a la salud pública.

Yusset, una joven inmigrante, sin trabajo, y con su caja de pedidos de Avon entre los brazos nos dice que “si alguien lo quiere, deberían permitirlo. Es su cuerpo, es su decisión. Y también darle el cuidado que necesita, no darle las pastillas y que se vaya a su casa, porque si tiene algún problema se puede morir. Y si vas al hospital en vez de ayudarte te cuestionan y te hacen mil preguntas”. Por eso, ella termina planteando “que se pudiera hacer en un hospital con el cuidado que se necesita”, y agrega que en el barrio “podes morirte esperando la ambulancia porque no llegan a tiempo”.

Les preguntamos sobre quiénes consideran, o por qué, este derecho viene siendo negado hace tanto tiempo. “Diría que del gobierno, que prioriza más otras cosas que los derechos de las mujeres, como la opinión de la iglesia, las deudas que tienen con el exterior, esas cosas”, nos dice Susana. Y Abril opina que las prioridades del gobierno y dónde se va la plata es en el “lavado de dinero a full, en falsas urbanizaciones como acá en el barrio. Deberían poner mucha más plata en la salud. Acá hay salitas, pero a veces no tienen lo necesario”.

Desde La Izquierda Diario le damos voz a las pibas de los barrios, que son parte de la Marea Verde, de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, jóvenes precarizadas o sin trabajo. Estas entrevistas son parte del nuevo rol de La Izquierda Diario que busca ser un organizador colectivo, con el aporte de miles de compañeros y compañeras en todo el país que envían tanto elaboraciones políticas como testimonios, crónicas y denuncias desde lugares de trabajo, de estudio, barrios.

Entrevistas: Ana Toledo, de La Red de Precarizadxs
Móvil: Ezequiel Montpellier