Tener que acudir a realizarse abortos clandestinos porque los gobiernos y la iglesia prohíben un aborto legal, seguro y gratuito es una realidad que se vive muy de cerca en en ciudades fronterizas del pais.
Domingo 3 de enero de 2021
Muchas mujeres deben cruzar la frontera a Perú, arriesgando sus vidas en clínicas clandestinas y condiciones de insalubridad para practicarse un aborto. La reciente conquista de este derecho en Argentina pone sobre la mesa la necesidad de que sea legal en toda América Latina.
Para el movimiento de mujeres avanzar en materia de derechos sexuales y reproductivos significa dar pasos hacia la liberación de la maternidad obligatoria, además, forma parte de una lucha que durante décadas se ha hecho presente en las calles, junto con la juventud y las diversidades sexuales. Esta gran conquista que cerró el 2020, hizo temblar a los sectores más conservadores de la derecha latinoamericana que durante toda la pandemia apoyaron las medidas de los gobiernos a favor de los empresarios, empeorando las condiciones de vida, trayendo hambre y despidos.
En Chile, sólo desde el 2017 se empezó a legislar para únicamente tres causales, legislación que choca con la alta data de objeción de conciencia (más del 50% en el servicio de salud pública), por otra parte en los países vecinos como Perú la restricción apunta únicamente a la causal “riesgo de vida de la madre”, manteniendo penas de cárcel a partir de los dos años de condena.
Actualmente, en medio de una crisis sanitaria por COVID19 el acceso a un aborto en casa se restringe mucho más y la actual prohibición en diversos países como es el caso de Chile y Perú, representa mayores riesgos para la salud de mujeres y cuerpos gestantes. Mientras la interrupción voluntaria del embarazo esté criminalizada y la mayoría de los abortos sean en condiciones inseguras, serán las mujeres pobres y trabajadores quienes paguen las consecuencias.
Cruce de caminos: Entre lo legal y clandestino
A pesar de la clandestinidad, existe un porcentaje de jóvenes que desde Chile atraviesan la frontera para efectuarse un aborto. En Perú se estima que el 17% de mujeres que acude a un aborto con pastillas caen hospitalizadas, una cifra que se extiende al 49 % de hospitalizaciones en casos de intervención quirúrgica. [1]->https://promsex.org/wp-content/uploads/2019/02/EncuestaAbortoDiptico.pdf]
Respecto a esto, Cecilia Quiróz editora de La Izquierda Diario Perú, estudiante de Historia y militante de Pan y Rosas Perú, comenta que: "Hay muchas mujeres y jóvenes que cruzan la frontera arriesgando sus vidas, su salud y su libertad, pero ni en Perú ni en Chile el aborto es un derecho garantizado. Esperemos que en nuestro país también tengamos este debate público donde seguramente los fujimoristas, que en los años 90 desaparecían estudiantes y esterilizaban miles de mujeres contra su voluntad, serán quienes lideren y organicen la oposición a debatir y votar por el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo".
¡Que la marea verde cruce la cordillera para pelear por el aborto legal en Chile!
Es tiempo de que nosotras y nosotres, el movimiento de mujeres y disidencias sexuales tomemos el ejemplo de la marea verde en Argentina y que esta inunde toda América Latina y el mundo, por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
Desde Pan y Rosas sabemos que esta demanda está completamente vinculada a la lucha por un sistema único de salud pública, que garantice este derecho en condiciones seguras y contra toda pena moral y judicial a quienes efectúen la decisión de abortar; ya que, mientras la interrupción voluntaria del embarazo esté criminalizada y la abrumadora mayoría deba realizarse en la clandestinidad, cualquier crisis sanitaria solo representará mayores riesgos para la salud de las mujeres.
En un momento histórico donde el pueblo pobre y trabajador alrededor del mundo ha denunciado derechos humanos que han sido vulnerados a lo largo de muchos años esta lucha significa arrebatarle este derecho a los empresarios de la salud que se enriquecen con los abortos clandestinos, y a la iglesia que anclada al estado se financia e interfiere en nuestros derechos.
[1] [Informe del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX) tras una encuesta a mujeres en el Perú
Fer Morales
Antropóloga Social y poeta Slam