Mientras la casta se debate impotentemente sobre las causas de la crisis que las atraviesa, solo tienen que mirar las cosas de frente, cada día con un nuevo ejemplo, los abusos de las AFP que atónitos ven masivamente cuestionados, y ahora los abusos contra los trabajadores inmigrantes que contrastan con los privilegios para las empresas mineras.
Martes 2 de agosto de 2016
El pequeño debate
¿Cuál es la crisis que los atraviesa? El debate se intensifica por momentos. Lagos habló de “crisis institucional”, Marcelo Díaz de “crisis de gobernabilidad”. Insulza terció diciendo que se trataba de una “crisis de los políticos”.
Un debate pequeño y mezquino. ¿Sus soluciones? Ninguna, no saben.
En la derecha, el debate se reduce a la designación a dedo de Lavin en Las Condes, y la gran noticia, la vuelta de José Piñera para defender el modelo, mientras se enervan por sus muchos pre-candidatos presidenciales.
En la Nueva Mayoría, pasan rápidamente al cálculo electoral: Ignacio Walker pone al centro que la DC lleve candidato propio hasta la primera vuelta y sin primarias a las presidenciales, para no regalar el voto de centro a la derecha. Para Insulza, la solución es intentar sintonizar con las demandas de la gente, ejemplificando que el mismo día que 700.000 personas se movilizaban por NO+AFP, se realizaban cabildos constituyentes con una escuálida participación de poco más de 12.000 personas. En realidad, otro tiro contra las promesas de reformas estructurales, ya del todo evaporadas. Cuando es por esto que, en una nueva encuesta, Bachelet vuelve a caer alcanzando apenas 20% de aprobación.
El choque frontal entre los abusos a los trabajadores y los privilegios de la casta de funcionarios y empresarios y sus jefes los empresarios, está en la base de la crisis.
Abusos a los trabajadores, privilegios a las empresas en la capital mundial del cobre
Todo lo que hacen choca contra las demandas, necesidades y aspiraciones del pueblo trabajador. El sonoro grito NO+AFP fue respondido con el silencio descolocado del Gobierno, con el desprecio de “los expertos” (que “la gente” no entiende nada), con la cerrada defensa de la derecha (la vuelta de José Piñera para una “contraofensiva” a favor del modelo). Ahora, el Gobierno hace otra promesa de esas que son cambiar algo para que nada cambien, una posible “ley corta” que no tocará las bases del sistema de pensiones.
Van por más. Ahora arremeten nuevamente por la privatización de CODELCO. Preparando el escenario, diarios empresariales como La Tercera, lanzan su campaña: que en 40 años la cuprífera estatal reinvirtió sólo 10% de sus excedentes (US$ 10.112 millones, mientras aportó al Fisco US$ 98 mil millones). Buscando soluciones, las mismas de siempre: privatizar en forma encubierta. Un ex ministro de Hacienda de la dictadura, Rolf Lüders, vuelve a abogar por los acuerdos con empresas privadas.
Y a la vez que arremeten contra Codelco, los privilegios de las grandes empresas transnacionales de la minería resultan un insulto. En Antofagasta, capital mundial del cobre, las empresas mineras tributaron menos que lo que cobran a los inmigrantes que vienen a trabajar a Chile. Las patentes mineras fueron por $2.244.000.000, mientras que los ingresos por visas para inmigrantes alcanzaron $2.370.000.000.
Signo de la impotencia en la que están sumidos, miran para el lado, mientras sus abusos y privilegios les explotan en la cara, y los trabajadores, los estudiantes y el pueblo, todavía sin alternativa pero con determinación, los impugnan en las calles.