×
×
Red Internacional
lid bot

Adelante Andalucía hacia el 23J: de la ruptura a recoger el legado reformista del PSA

Adelante Andalucía ha confirmado que se presentará a las elecciones generales del próximo 23 de julio por la provincia de Cádiz. Sin un balance del fracaso municipal y de qué ha supuesto la estrategia de los últimos 8 años, Anticapitalistas profundiza la deriva andalucista y el abandono de una perspectiva de independencia de clase.

Roberto Bordón

Roberto Bordón @RobertoBordon13

Martes 13 de junio de 2023

Adelante Andalucía se presentará a las próximas elecciones generales únicamente por la provincia de Cádiz con el objetivo de lograr diputados de “obediencia andaluza”. Teresa Rodríguez, portavoz de la formación andalucista, ha confirmado en redes sociales que Sumar no contó con ellos y que ha preferido dejar el peso electoral andaluz en Izquierda Unida. Para la campaña en Andalucía, Anticapitalistas parece querer incidir en el discurso andalucista reivindicando al Partido Socialista Andaluz (PSA) de 1979 en un planteamiento que compara ambas elecciones, las de entonces y las de ahora con la posibilidad de obtener una “voz andaluza” en las Cortes Generales.

Un discurso no muy novedoso, ya que constituye la esencia de Adelante Andalucía como proyecto pero que cada vez se ve acompañado una mayor incidencia en el aspecto nacional frente al de clase, en el que supuestamente el “andalucismo de izquierdas” también se referenciaría como indican los documentos oficiales que han ido publicando.

La muestra más sencilla es la reivindicación del Partido Socialista Andaluz, el PSA liderado por Alejandro Rojas Marcos que en 1979 se presentó a las elecciones generales integrado en la coalición Partido Socialista Popular-Unidad Socialista liderada por Tierno Galván. El PSA era en aquellas elecciones una fuerza socialdemócrata que luchaba por la autonomía andaluza y que se había constituido durante la dictadura como una fuerza de oposición moderada, en ningún caso revolucionaria, que abogaba por la estrategia de la Junta Democrática de España, a la cual se había integrado en 1974 antes de constituirse como PSA. Posteriormente, renombrado como Partido Andalucista, esta formación no tendría problemas en cogobernar Andalucía durante varios años con el mismo PSOE que hoy en día se ha demostrado como un partido corrupto que impuso la desindustrialización y el modelo de economía turística que destroza las ciudades andaluzas. De este proceso, del cual algunos de sus herederos siguen en política activa, integrados en Adelante Andalucía, no parecen haberse sacado grandes balances públicos, más allá de una tímida afirmación, posteriormente matizada en entrevistas durante procesos electorales, de que se mantendrá la independencia política del PSOE.

La independencia de clase queda para otro día, de forma lógica porque como ya analizamos en las pasadas elecciones autonómicas andaluzas, Adelante Andalucía plantea una estrategia interclasista que subordina los intereses de la clase obrera a la idea de lograr la autonomía o independencia de Andalucía (la formula cambia según el partido que se mire de los que integra la coalición). Esto se pudo ver ya en la huelga del metal de Cádiz, donde por un lado el por entonces alcalde de la ciudad y figura clave de Anticapitalistas, José María Gónzalez “Kichi, prefirió ejercer de arbitro entre obreros y patronal antes que apoyar a los trabajadores hasta el final aprovechando sus posiciones en el ayuntamiento de Cádiz. Al mismo tiempo, los parlamentarios de Adelante Andalucía estaban más preocupados de presentar en la opinión pública el conflicto obrero como un conflicto territorial Madrid contra Andalucía en vez de buscar alianzas con otros sectores en lucha en todo el Estado para tratar de combatir las acciones del gobierno PSOE-UP y de la propia patronal.

Posteriormente, José Ignacio García, diputado por Adelante Andalucía, publicaría un balance en Viento Sur donde se felicitaba de haber transmitido en medios de comunicación esta visión del conflicto desde el eje territorial, al mismo tiempo que admitía no haber mucho por combatir uno de los problemas centrales de la huelga, el bloqueo que suponía la burocracia sindical que terminaría por desactivar el conflicto.

En el plano municipal tampoco ha significado de gran importancia el paso de Anticapitalistas y del nuevo andalucismo tras ocho años en el ayuntamiento de Cádiz. De la auditoria de la deuda ilegítima a ser los mejores pagadores y gestores de la deuda capitalista; del fin de los desahucios a una oficina de asistencia que no combate la raíz del problema; de la remunicipalización de los servicios públicos a apenas lograr avances; de intentar democratizar las instituciones a hacer una web de transparencia y poco más. La realidad es que ocho años de gobiernos de Kichi no han sido muy diferentes de los que ha podido hacer históricamente Izquierda Unida o incluso algún alcalde del PSOE un poco izquierdista. Una cuestión que ellos mismos parecían afirmar cuando gran parte de su campaña en las recientes elecciones municipales fue presentarse como los mejores gestores de los negocios capitalistas, señalando que habían eliminado la deuda y ser los más cumplidores con Hacienda. Cabe preguntarse ¿De qué sirvió entonces la experiencia municipal?

Por ahora y a pesar de la aplastante derrota en Cádiz y la incapacidad de entrar a los ayuntamientos del resto de capitales de provincia, no parece haber propiciado un gran balance público de la estrategia llevada a cabo. Algo necesario porque en el ejemplo gaditano, se ha dado la vuelta con victoria absoluta del PP tras ocho años en los que supuestamente había cambiado la forma de gobernar la ciudad. Anticapitalistas debería reflexionar sobre si después de ocho años la situación ha mejorado para la clase obrera gaditana, para su capacidad de autoorganización y para las posibilidades de una izquierda anticapitalista.

Otro motivo que nos hace preguntarnos si la cuestión de clase sigue siendo relevante en Adelante Andalucía, son las distintas declaraciones que su dirección hace respecto al Estado burgués. Para los andalucistas el objetivo final parece ser una redistribución de los recursos por parte del Estado central tras negociar los Presupuestos con el gobierno central al igual que han hecho ERC o Bildu en la pasada legislatura. Unos Presupuestos que pueden ser, como ya lo fueron en el gobierno PSOE-UP, militaristas y que sin embargo si conceden alguna migaja a Andalucía parece no haber problema. Al fin de al cabo, la propia dirección andalucista toma como referentes a BNG, ERC o Bildu, formaciones que han tomado esta decisión de apoyo a los Presupuestos.

El análisis del rol del Estado en el marco de la democracia capitalista que hacen algunos de sus dirigentes parece apostar por una lógica de toma de posiciones dentro de las instituciones del régimen para cambiarlas desde dentro en una “perspectiva andalucista”. La idea de que una Junta de Andalucía gobernada por los andalucistas en combinación con una fuerte presencia parlamentaria de estos en Congreso y Senado, permitiría reformar Andalucía e iniciar una transición ecosocialista.

Ganar representantes en las instituciones que respeten “la obediencia andaluza” parece ser el gran objetivo de Anticapitalistas en Andalucía. Una “obediencia andaluza” que significa simplemente la adopción de un programa neorreformista adaptado a la situación de explotación y pobreza que sufre Andalucía, pero que no ataca a las raíces de dicha miseria. Este parece ser el discurso épico que desde Adelante Andalucía lanzarán en la próxima campaña, conscientes del batacazo que han supuesto las elecciones municipales y la posibilidad de caer en la irrelevancia en el próximo periodo debido a la falta de figuras públicas y a que sus diputados no tendrán peso en el Parlamento Andaluz debido a la mayoría absoluta del PP.


Roberto Bordón

Andalucía

X