Tras aferrarse al "modelo Vidal" para enfrentar a los docentes que llevan varios días de huelga, la gobernadora de Santa Cruz imita al ministro Triaca cuando se trata de rechazar aumentos concedidos.
Lunes 20 de marzo de 2017
Fotografía: Big Bang News
La situación en Santa Cruz es crítica, como venimos reflejando en La Izquierda Diario. La gobernadora Alicia Kirchner quiere aplicar la receta de Mauricio y María Eugenia. En realidad, está convencida que no fue un invento PRO: “Si nosotros acá siempre lo hicimos”.
Dejando de lado ese debate, lo cierto es que los parecidos son cada vez más evidentes. Desde hace varias semanas, el conflicto docente atestigua la decisión de Alicia de ajustar la educación pública y a sus trabajadoras. El último miércoles se realizó en Río Gallegos una marcha provincial de docentes que coronaba 72 horas de paro.
Pero también se encuentran en conflicto trabajadores estatales, viales y judiciales. Este último ha despertado en la gobernadora una nueva muestra de sus parecidos con el macrismo.
Hace pocos días, en medio del reclamo salarial que llegó a la toma de edificios, los judiciales lograron un fallo a su favor que implica un aumento automático del 10%. La suba era producto de la aplicación de una “acordada” de la Corte Suprema de la Nación que - utilizando el “régimen de reenganche” - determina la escala vigente para el personal del Poder Judicial. En una primera instancia los jueces del Tribunal Superior de Justicia provincial habían fallado contra el gremio, pero tras un recurso de “reconsideración” otros jueces le dieron la razón.
Pero en una medida inédita la gobernadora - través del fiscal de Estado - reclamó que se declare “nulo e inconstitucional” el acuerdo. ¿El motivo? Según el gobierno, la actualización del 10% “comprometería las arcas públicas”. Pero además desbarataría su plan de aplicar un techo en las paritarias.
En la misma presentación, el gobierno provincial recusó a los integrantes del Tribunal que aprobaron dicho aumento.
Cualquier parecido con el intento del ministro Jorge Triaca de impedir en febrero el aumento a los bancarios y recusar a los jueces que lo autorizaron, no parece casualidad.
