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Red Internacional
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Mundo Obrero. Alimentación: Rodolfo Daer y la CGT no quieren luchar contra la reforma laboral

En el Plenario de delegados y congresales del STIA filial Bs. As., la conducción de Daer solo llamó a depositar confianza en el bloque legislativo peronista.

Domingo 12 de noviembre de 2017 11:38

El jueves 9 de Noviembre se llevó adelante el Plenario de delegados y congresales del STIA filial Bs As, convocado por Rodolfo Daer, para informar sobre el borrador de Reforma Laboral presentado por el gobierno de Macri. Se negaron a convocar a asambleas en todas las fábricas, ni a organizar movilizaciones, ni exigirle a la CGT un paro general, solo a depositar confianza en el bloque legislativo peronista.

Participaron los abogados laboralistas West Ocampo, quien fuera asesor de Daer cuando este fue jefe de la CGT y actualmente representante legal del gremio de Sanidad, junto a Arcomano que es el representante legal del STIA.

Daer empezó desmintiendo los rumores que estuvieron circulando sobre que la CGT había acordado con el gobierno de Macri la reforma laboral. Luego siguieron los abogados laboralistas que desarrollar una visión técnica critica de la ley. Pero la perla se la llevo West Ocampo quien se quejó por que el gobierno no había respetado lo pactado de ante mano y que había que avanzar en la letra chica, negociando con el gobierno y en el parlamento. Con un discurso extremadamente conciliador y derrotista, que afirmaba que los trabajadores somos débiles y que el gobierno fuerte, luego del resultado de las elecciones.

Retomó la palabra Rodolfo Daer para justificar la estrategia que está llevando adelante el Consejo Directivo de la CGT, y que rechaza la reforma laboral pero que mantiene conversaciones con el gobierno y la oposición, para ir trabajando la ley a favor de los trabajadores. Planteó que la mesa chica cegetista está tejiendo alianzas para rechazar la reforma laboral. Contó que la noche anterior había participado de la reunión de la CGT con Pichetto, jefe del bloque peronista en el senado, y Manzur, gobernador de Tucumán. La semana próxima iban a seguir las reuniones con más gobernadores, senadores y diputados del peronismo. Pero no dijo nada de plan de lucha, ni de realizar asambleas en las fábricas y menos convocar a una movilización o a un paro nacional contra la reforma laboral.

Luego se abrió el debate en el Plenario, desde la Comisión de Relaciones Internas (CRI) de Mondelez Planta Victoria, contamos que se venían de hacer asambleas informativas por turnos y que traíamos la preocupación de los trabajadores de Planta Victoria. Es necesario que los sindicatos y la CGT se pongan a la altura de las circunstancias y convoquen asambleas en todas las fábricas y allí votar un plan de lucha para vencer y derrotar la reforma laboral.

El STIA debe exigir que la CGT rompa la tregua y rechace la reforma laboral no participando en ninguna reunión con el gobierno y la oposición parlamentaria peronista. Que hay que organizar asambleas en todas las fábricas, apelar a las bases obreras, porque allí radica la fuerza para partir del desarrollo de los métodos de lucha de la clase obrera, que son la movilización extraparlamentaria, el piquete y la huelga para derrotar al gobierno. Criticamos fuertemente la relación de la CGT con el bloque peronistas, que no era correcta la estrategia de la CGT, de establecer negociaciones con el gobierno y con la oposición peronista como única forma de enfrentar el ataque. Mientras Daer y la "mesa chica" de la CGT se juntaban con Pichetto y Manzur, en Estados Unidos, Macri se paseaba con los gobernadores peronistas mostrando a todas las multinacionales yanqui las garantías que apoyaran la reforma laboral tanto oficialismo como oposición. No hay ninguna garantía de éxitos con los legislativos peronistas, ya que había balance de dos años de gestión Macrista donde le votaron más de 80 leyes.

Luego siguieron algunas intervenciones más, siendo el turno de un delegado, referenciado en la Agrupación Verde de una fábrica chica, quien apoyó la moción de que la CGT rompa con la tregua y convoque al paro general. También intervino el delegado de Felfort, Vidal, quién se sumó al planteo crítico hacia la estrategia de la CGT.

Hacia el final tomo la palabra el delegado Penayo de la CRI de Mondelez Planta Pacheco para plantear que era necesaria la unidad del gremio y dejar las diferencias de lado en el plenario, pero en ningún momento dijo que para eso es necesario hacer asamblea porque si no es una unidad por arriba con Daer y la Agrupación Verde. Dijo que había que luchar contra la reforma y propuso hacer un abrazo al Congreso, no nombró la palabra "paro", ni se pronunció en el debate sobre qué política tenía que tener el STIA en la CGT. Su intervención le sirvió a Daer para bajar el clima de debate sobre la estrategia de la CGT y concluir el plenario diciendo que el mismo era sólo informativo, que el próximo 27 de noviembre la Federación (FTIA) convocaba a un Plenario Nacional de delegados, congresales y miembros de los consejos directivos de todos los STIAs que conforman la Federación, en el predio de pasteleros.

Quedó demostrado en el Plenario que la cúpula sindical de la CGT, de la cual Rodolfo Daer es parte, se predispone a traicionar nuevamente al movimiento obrero. Habrá que ver la resistencia de las bases obreras, por lo pronto cabe resaltar que el plenario expreso que por abajo se viene acumulando la bronca y esa bronca se expresa en las comisiones internas que hacen asambleas y se organizan de manera independiente de los cuerpos orgánicos sindicales.

Ante estos planteos independientes en el plenario se notó a un Rodolfo Daer muy nervioso e irritado con la oposición que lo criticaba, llegando al ridículo de decir que la Agrupación Bordó y el trotskismo le hacen el juego a la derecha.

Por suerte la última palabra la tendrá base obrera y existe una alternativa a la orientación conciliadora del peronismo en el STIA. En este sentido, luego del Plenario del STIA, participamos de la importante reunión del sindicalismo combativo realizada en la Carpa de lxs obrerxs de PepsiCo, los cuales son un símbolo que muestra una perspectiva para poder hacer retroceder al gobierno con la aplicación de la reforma laboral.