Cultura. Amaluna, el Cirque del Soleil en Buenos Aires

Fotografías: Enfoque Rojo

Una compañía de arte callejero que hoy conquista las principales cuidades del mundo.

“La gente puede creer que nos propusimos reinventar el circo y que luego simplemente lo hicimos. Pero las cosas no sucedieron de esa manera. Éramos un puñado de locos que querían hacer cosas, y poco a poco, logramos tener una visión de lo que podría ser el circo moderno”. Advierte René Dupéré, compositor musical de 10 espectáculos de Cirque du Soleil.

Algo de esa reinvención, de esa sensación de estar viendo una serie de formas técnicas y sobre todo estéticas novedosas para los shows circenses, parece manifestarse al presenciar cada uno de sus espectáculos. Las formas acrobáticas, los vestuarios, la música en vivo, la iluminación, son una conjunción de infinidad de rubros artísticos que se combinan en un todo que excede las fronteras del circo tradicional.

A comienzos de la década de 1980, la compañía de artistas que fundó Gilles Ste-Croix comenzó a dar actuaciones en las calles de Baie-Saint-Paul, un pueblo cerca de la ciudad de Quebec. Malabares, danza, fuego, y música en vivo para los lugareños. Desde aquellos comienzos marcaban una diferencia: como condición no usaban animales en sus espectáculos y tenían una preocupación especial por la activa participación del público. Luego de 7 años lograron conquistar el escenario estadounidense y en 1990 se fueron de gira por Europa, hoy en día tienen varios elencos con obras en simultáneo en varios países. El staff de Amaluna es de 120 personas que son parte de la compañía, de las cuales 46 son artistas que aparecen en escena, y el show requiere la utilización de 2.000 toneladas de equipos.

En Las Vegas el colectivo cuenta con siete puestas en escena, entre ellas, "Love", basada en la vida y obra de los Beatles y "Mindfreak" del ilusionista Criss Angel.

La historia del Cirque del Soleil, no coincide con el destino de la mayoría de los espectáculos de arte circense o callejero. Esta es una excepción, que como toda excepción hace a la regla, pero no es la regla.

¿Qué es Amaluna?

Amaluna es una isla encantada, que es dominada por una especie de diosas amazónicas y guiada por los ciclos de la luna. Al comienzo del show se informa que nos invitan a celebrar la mayoría de edad de Miranda, la hija de la diosa Próspera. Una clásica relación de amor romántico y heterosexual atraviesa todos los actos: Miranda juega en busca de su "Romeo", sólo que esta historia no tiene el mismo final trágico que el clásico de Shakespeare, aquí todo es alegría y algarabía. Diane Paulus, la directora artística de la puesta ha expresado que la pieza le rinde tributo a la fortaleza femenina.

Cabe destacar que la trama de la historia de este espectáculo no es lo que mantiene la atención exhaustiva, porque no tiene una narración muy clara y detallada, no obstante no hay lugar para el hastío ni el aburrimiento. El espectáculo que brinda la compañía es realmente deslumbrante. Ningún detalle estético fue descuidado ni desde lo visual, desde lo escénico, o lo musical.

Monociclos, rutina acrobática en barras asimétricas con más de 20 artistas en escena, acrobacias aéreas con movimientos de gran velocidad en 360º que pasan por sobre la audiencia, un escenario que hace aparecer y desaparecer a personajes, y que tiene toda una superficie giratoria. Acrobacias alrededor de una piscina de cristal, música en vivo, y acrobacia en arco aéreo, entre otras.

Uno de los momentos de mayor tensión y donde el público se vio más asombrado fue una impresionante rutina donde una de las diosas va construyendo un móvil con trece hojas de palmera, que parecen acomodarse como si fuesen un costillar de un mamífero enorme y se mantienen en movimientos oscilantes en perfecto equilibrio.

Virtuosismo técnico y sensibilidad estética extrema, para una función de absoluta calidad, que lamentablemente por el costo de sus entradas, que oscilan entre 1200 y 4200 pesos, es para el disfrute de unos pocos.