El artículo fue realizado por el medio Interferencia, y da cuenta de los servicios prestados por la empresa de investigaciones de mercado y opinión pública, y las distintas sumas de dinero recibidas desde el 2018 hasta la actualidad.
Miércoles 5 de enero de 2022
FOTO: Interferencia
Una vez más somos testigos de la estrecha relación existente, entre Sebastián Piñera, y el uso de la información y estadísticas de distinto tipo. Así se evidencia en el último artículo desarrollado por el medio Interferencia, en el cual se muestra que la empresa de investigación de mercados y opinión pública, Cadem, habría recibido casi $3 mil millones en compras por parte del actual gobierno.
De acuerdo a Interferencia, serían $2.800 millones las compras realizadas por parte de la Secretaría General del Gobierno (Segegob), que hoy es liderada por el vocero Jaime Bellolio, desde marzo del 2018 hasta la actualidad.
Sin embargo esta relación entre Cadem y Piñera, no es algo nuevo, sino un cuestionamiento que data desde ya bastantes años, puesto que uno de sus gerentes y la cara más visible de la empresa, Roberto Izikson, se desempeñó como Director de Estudios del Ministerio de Secretaría de Gobierno, durante el primer gobierno del presidente, entre los años 2010 y 2013.
Incluso, de acuerdo a Interferencia, Cadem recibió pagos por $184.467.600 durante la última campaña presidencial, proveniente de servicios a la Segegob, Ministerio de Hacienda, Servicio de impuestos Internos, Subsecretaría de Economía, y la Subsecretaría de Comunicaciones.
A estos cuestionamientos a nivel político, también se suman aquellos realizados hace un tiempo atrás, en que se cuestionaba la fiabilidad de las encuestas e investigaciones realizadas por Cadem, habiendo incluso testimonios de ex trabajadoras y trabajadores, que daban cuesta de este aspecto.
Claramente, nada es fortuito cuando existe el uso de información de por medio, y en este caso la relación clientelar entre el gobierno y Cadem, es absolutamente reprochable, habiendo cuantiosas suma de dinero de por medio, y con un historial de cargo de confianza, resultando inadmisible cualquier tipo de vínculo entre este ente privado y el Estado.
