Conferencia matutina. Ante críticas defiende AMLO al Ejército y la política oficial para búsqueda de desaparecidos

Ante la renuncia de Karla Quintana a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, el presidente fue cuestionado sobre el tema y afirmó que se cumplió un ciclo. Al mismo tiempo, reduce la crisis de las desapariciones forzadas a una campaña de la derecha, cuando en realidad, a esta altura de su gobierno, ya es una responsabilidad compartida.

Llegó a afirmar que se están encontrando muchos desaparecidos según distintos censos como vacunas e inscriptos a programas del bienestar. Ojalá fuera cierto, pero una afirmación temeraria que se presenta sin datos ni pruebas concretas.

Sobre el caso de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco, señaló que no tiene información sobre si la Fiscalía Nacional de la República va o no a atraer el caso y dio a conocer que se analizaron restos humanos pero que no son de los jóvenes.

El mandatario cuestiona que de todo se le achaque la culpa al ejército, afirma que es un ejército del pueblo que surgió de la Revolución Mexicana, como si fuera lo mismo esta fuerza en la actualidad que las tropas de inicios del siglo XX, donde había sectores que participaban por la lucha por tierra y libertad.

Aseveró que es distinto el ejército mexicano del de Chile, como si no tuvieran las manos manchadas de sangre por masacres como la de Tlatelolco, el Halconazo, la de Iguala en 2014. Defiende que en el 68 recibieron órdenes del presidente y del Estado Mayor presidencial. Presume que hay un general detenido por el caso Ayotzinapa, pero también dejó en la impunidad al ex secretario de la Defensa Nacional Cienfuegos, uno de los responsables de la masacre y las desapariciones de los 43 normalistas en 2014.

Lo cierto es que las desapariciones forzadas no iniciaron en su gobierno, pero con la continuidad de la militarización -iniciada durante el gobierno del panista Felipe Calderón por orden de Washington-, el auge del crimen organizado y la colusión entre éste sectores de las fuerzas represivas propician fenómenos terribles como las desapariciones forzadas, la trata de personas y los feminicidios.

El despliegue de uniformados solo potencia una situación de violencia que sirve para mantener bajo el terror a los pobladores de zonas consideradas estratégicas por el gran capital, ya sea por la existencia de parques industriales, ya sea por las riquezas del territorio, y por la posibilidad de explotar mano de obra mucho más barata que en otros países, gracias a la continuidad de la precarización laboral en México.

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A pesar de sus discursos, nada podrá borrar que se negó a recibir a las madres de los desaparecidos y que fingió no escuchar cuando le preguntaron por el caso de Lagos de Moreno.

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Otros temas que abordó durante la conferencia fue la supervisión del Tren Maya y la defensa de los libros de textos, sobre los cuales afirmó que tienen menos errores que en otros gobiernos y que no son comunistas, tienen alguna referencia al comunismo, así como al nazismo y al catolicismo.