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Ante la crisis del coronavirus, hay que dejar de pagar la deuda externa

Farid Reyes

Ante la crisis del coronavirus, hay que dejar de pagar la deuda externa

Farid Reyes

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La pandemia del coronavirus ha impactado fuertemente en México, tanto en el terreno sanitario como en el ámbito económico. Por un lado, vemos como los trabajadores de la salud denuncian la falta de insumos y la saturación de hospitales, mientras crecen los señalamientos sobre las cifras maquilladas que da el gobierno.

Por el otro , están las consecuencias económicas que tendrá el Covid-19, se calculan 21 millones de nuevos pobres, la pérdida de alrededor de 1 millón 700 mil empleos formales y baja de ingresos al presupuesto federal por la caída del precio del petróleo. Esto sin contemplar una situación internacional adversa donde el modelo exportador instalado con el neoliberalismo en México va a enfrentar importantes dificultades, con Estados Unidos cayendo alrededor de un 3.5% de su PIB.

Si sumamos a este escenario la caída de divisas por la baja de remesas de migrantes (se calcula cerca de un 20% de menores ingresos) y la baja de ingresos por el turismo, vemos que el panorama es crítico. Se calcula una caída de al menos 6% del PIB, la caída más grande desde 1932 donde la economía fue duramente golpeada con la crisis del 29.

En este contexto, es fundamental discutir la deuda externa del país, ¿cuánto se paga?, ¿a quién se le debe? ¿hay que pagarla? ¿se pueden destinar esos recursos a la salud pública y a reimpulsar la economía?

La deuda externa en números

La historia reciente de la deuda pública de México incluye corrupción (característica de los políticos de los partidos tradicionales), rescates a dueños de bancos, a empresarios azucareros, a constructoras privadas de carreteras y otros fraudes. En el año el año 2000 la deuda pública total, sumando deuda interna (banqueros y capitalistas mexicanos) y externa (bancos y fondos de inversión extranjeros), representaba el 20% del PIB nacional. Desde este año a la fecha ha crecido aceleradamente, actualmente corresponde al 48% del PIB y creciendo.

Durante los últimos sexenios creció de forma importante, no obstante, los años de bonanza económica que experimentó el país. Por ejemplo, con Vicente Fox y Felipe Calderón tuvimos precios record del barril del petróleo, llegándose a cotizar en más de 100 dólares por barril. ¿A dónde fueron todos esos ingresos extraordinarios? Más recientemente, la deuda pública del país que incluye la deuda del Gobierno federal, las empresas energéticas estatales y el Banco de Desarrollo ha aumentado del 2010 al 2019 un 168%.

La deuda externa en este momento se acerca a los 210 mil millones de dólares (mdd), que representa más de 5 billones 250 mil millones de pesos (mdp) una cifra sideral, que, sumada con la deuda interna, supera los 12 billones 125 mil mdd, es decir 500 mil mdd, este es el total de la deuda del sector público federal.

Los pagos que hace México a la deuda pública mes tras mes y años tras año no alcanzan a amortizar algo de lo que se debe del capital, únicamente pagan comisiones e intereses, aun así, los recursos que se van al pago de intereses son enormes, veamos.

En el año 2019, se destinó al pago de intereses de la deuda pública federal nada menos que 666 mil 478 mdp, equivalente al 3% del PIB a nivel nacional. Una cantidad 14% superior al presupuesto que se destina al sector salud que es de 575 mil 328 mdp y 16% mayor a la inversión en sector productivo del gobierno que en este año fue de 564 mil mdp.

Es decir, con el equivalente a los pagos que se realizan por intereses a la deuda se podría más que duplicar el presupuesto anual que se destina al sector salud, pudiéndose contratar más personal, mejorar el mantenimiento y compra de adelantos tecnológicos, insumos como pruebas de Covid-19 o abrir nuevos centros hospitalarios; o bien se podría otorgar un ingreso de cuarentena de 15 mil pesos a más de 45 millones de personas en México, una medida que permitiría garantizar que la gente no tenga que salir de sus domicilios si no tiene ingresos y así asegurar realmente una cuarentena que permita enfrentar la pandemia.

Aunado a esto, hay que decir que el 73% de la deuda está en dólares, es decir que cualquier movimiento cambiario afecta de forma importante el monto “a pagar”, en poco tiempo se puede incrementar en miles de millones de dólares, en los meses recientes, por ejemplo, con la crisis del coronavirus ha aumentado con el dólar en 3 mil mdd. La deuda no deja de aumentar.

Es como una cadena sobre la economía nacional y sobre el país, una deuda eterna a fondos de inversión y a algunos bancos, la gran mayoría del imperialismo estadounidense. Por si fuera poco, es una deuda que ya se pagó más de 8 veces pagando los intereses de los intereses.

Una deuda impagable y fraudulenta

“En el capitalismo se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas”. Esta es una expresión que relata la historia de las deudas en una sociedad donde los que dominan son banqueros y grandes empresarios, como la mexicana.

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), fue un enorme fraude donde los dueños de bancos, aseguradoras y fondos de inversión “quebraron” y fueron rescatadas por el Estado mexicano. No obstante, quebraron justamente por cobrarse lo que se habían prestado entre ellos mismos, violando las leyes y ganando millonarios intereses que se cobraban. Aun así, el gobierno del PRI neoliberal de Zedillo endeudo al pueblo trabajador mexicano con una deuda que, se calcula terminaría de ser pagada en 2070, pero es una estafa que no deja de aumentar en el mercado y por la cual ya se pagó más por los intereses que por el monto inicial de la deuda.

Otros dos fraudes muy sonados fueron el rescate carretero en 1997 que costó 165 mil mdp, más de 600 mil mdp actuales ya que el peso de ese momento vale 3.6 veces más que el actual; y el que se cometió cuando Fox con el PAN en el gobierno, del cual su “gran” aliado hoy, el PRD, fue crítico, un regalo a los empresarios de 27 grandes ingenios por más de 30 mil mdp (110 mil mdp actuales).

Ahora bien, la corrupción de este régimen político mexicano envuelve el manejo de los recursos que entran del endeudamiento, siendo que no es posible identificar el uso y destino específico de los recursos provenientes de la deuda. Esto es así dado que la Secretaría de Hacienda deposita los recursos en una cuenta general de la Tesorería de la Federación que, como señala el especialista en deuda externa Eric Toussaint, se utiliza para el financiamiento del Presupuesto de Egresos, donde la mayor parte de estos recursos se reinvierte en el pago servicio de la deuda. Por tanto, se pide deuda para pagar deuda, siendo una usura que no para de crecer, a la cual se destinan cientos de miles de millones que bien podrían ir a la educación o a la salud del pueblo, sobre todo ahora que enfrentamos la pandemia.

Por otro lado, la manera en que la deuda se refinancia es con emisión de bonos. Los dueños de estos bonos son: fondos de inversión buitres como Black Rock que destruyen países comprando deuda cuando los países “quiebran” y luego especulando con esos títulos, JP Morgan que es la primera gran “sociedad de inversión” imperialista fundada en 1799, banqueros de los más ricos del mundo, fondos de pensiones que especulan con la jubilación de millones como Calpers en California Estados Unidos, y bancos como Bank of América, BBVA o Santander.

Es decir que la deuda se la debemos a multimillonarios que residen en las Islas Caimán y viajan de vacaciones a Dubái o a gastar millones a Las Vegas. Algunos de ellos capitalistas mexicanos que compran bonos con la confianza de que sus amigos políticos están en el gobierno por lo que tienen garantizado el pago del interés.

¿Se puede dejar de pagar?

La deuda en México, dada la enorme corrupción y fraude que la rodea bien puede calificarse como lo que en derecho internacional se llama “deuda odiosa”, una deuda que debido a sus características no habiendo sido contraída para el beneficio del pueblo, puede ser desconocida de forma soberana.

En distintos momentos múltiples países han dejado de pagar y desconocido deudas de esta naturaleza. Algunas veces a partir de realizar auditorías que revelan la enorme corrupción del manejo de los recursos y del endeudamiento, otras veces apelando a una opresión imperialista de la que se liberan (como en el caso de múltiples excolonias).

En México encontramos ejemplos de esto, en 1861 y 1867 Juárez desconoce la deuda con potencias imperialistas, en 1883 el Congreso Mexicano hace lo propio, más adelante, en 1943 se desconoce el 90% de la deuda con la banca privada extranjera y se niega el pago de interés atrasados, ante lo cual el cartel de los banqueros acreedores se ve forzado a aceptar.

Si existe una voluntad manifiesta generalizada de los trabajadores y del pueblo por dejar de pagar este fraude, es posible detener esa sangría y destinar los recursos necesarios a salvar vidas y a garantizar condiciones dignas para quienes hoy están sufriendo la pandemia, así como un programa de salida a la situación económica.

En una situación de crisis se manifiesta toda la crueldad del capitalismo, el verdadero rostro de un sistema donde ganan unos cuantos millonarios que incrementan su riqueza, al tiempo que la inmensa mayoría la vive cada vez peor. En un país tan grande como México hay recursos para salir adelante, el problema es que los acaparan un puñado de ricos.

Es momento de poner sobre la mesa los intereses de los trabajadores, hay que suspender inmediatamente el pago de los intereses y de la deuda pública interna y externa, auditar este fraude, y desconocer toda la deuda que no haya ido a los intereses populares.

Lo anterior como parte de un plan económico integral de salida a la crisis, que impida la corrida del dólar y la fuga de capitales nacionalizando el sistema bancario y poniendo todos esos recursos a disposición de un plan de rescate racional, donde se priorice el interés de los trabajadores y de los pequeños productores. No hay muchas opciones en la crisis, o se beneficia a los ricos o se beneficia al pueblo.

Webliografía

La deuda pública de México: la otra guerra - Mirada Crítica
https://www.youtube.com/watch?v=a7vqO_um4vc&t=362s
Carmen Aristegui - Entrevista con Éric Toussaint 5 de Octubre 2018
https://www.youtube.com/watch?v=ovrCY4fXFnI


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