El día viernes 8 de marzo la noticia de la muerte Ana Rojas Farías, trabajadora de CODELCO en la División Radomiro Tomic, volvía a ensanchar la lista de muertes obreras en la historia de la minería nacional. La muerte de Ana, no es un caso aislado, es un nueva víctima de la desidia y sed de ganancia empresarial, lo que vuelve a poner en la mesa no sólo la denuncia contra la gerencia de CODELCO que hace años ha sido responsable de otras muertes, sino también la discusión y pregunta de ¿qué debemos hacer las y los trabajadores para terminar con esta situación que nos lleva a perder compañeras y compañeros de trabajos en fatales? y si ¿es realmente preventiva la seguridad que llevan adelante los empresarios no sólo en la minería sino en el conjunto de los rubros?
Sábado 16 de marzo
No hay más palabras que brutalidad y desidia empresarial para describir la muerte de Ana Rojas, quien trabajaba como operadora de camión de extracción CAEX en el rajo de la mina en la División Radomiro Tomic(RT) de CODELCO. Y eso no sólo por lo brutal de cómo ocurrieron los hechos, sino porque como muchas muertes en el mundo de la minería y la industria, se podría haber evitado.
En ese mismo sentido, tanto compañeras y compañeros de trabajo de Ana, así también el Sindicato de Radomiro Tomic lo denunciaron en su comunicado el día del fatal, donde se declaraba que “como Sindicato muchas veces señalamos la problemática que existía en mantención, lo ineficiente, errónea y fallida que era ésta(..) nos hicimos eco de todas las quejas fundamentadas y reales respecto a los problemas señalados por los trabajadores para operar con confiabilidad el equipo o por lo menos con la mínima calidad requerida. Pero no escucharon, o peor, no quisieron responsabilizarse y prefirieron actuar con mediocridad”, esto último haciendo referencia a la Gerencia de la División RT de la cuprífera estatal.
Toda la solidaridad con el paro de RT, hay que exigir la salida del gerente de la División y levantar una Comisión Investigadora Independiente para dar con todos los responsables
Tras esta denuncia y comunicado contra la gerencia de la división, el Sindicato decidió bloquear la entrada a RT e iniciar un paro indefinido demandando la investigación, las responsabilidades, y para que la administración de compañía estatal escuche las reclamaciones contra la precariedad en el tema del mantenimiento que vienen denunciando hace un tiempo y que tiene relación con la muerte de Ana Rojas.
Esta no es la primera vez que en RT somos testigos de la lamentable muerte de una trabajadora, ya el año 2013 en la misma división ocurrió la muerte del trabajador Nelson Barría, esto produjo en aquel año una paralización por parte de los trabajadores que tuvo como resultado la salida del gerente Francisco Carvajal.
En ese sentido, esta vez la responsabilidad no es diferente, y como denuncian desde del Sindicato, quienes han paralizado para terminar con la precariedad que llevó a la muerte de Ana, también hay que plantear las responsabilidades concretas de quienes se llevaron la vida de esta compañera, exigiendo la salida inmediata Julio Díaz, quien actualmente ejerce como Gerente General de la División RT, a la vez, una investigación independiente bajo una comisión compuesta por representantes del Sindicato y delegados de las diversas áreas de RT, la que permita esclarecer realmente los hechos ocurridos y dar con todos los responsables en materias de seguridad, partiendo por la plana mayor de la administración de CODELCO, y con ello buscar una salida a este problema que año a año arrebata vidas a las familias trabajadoras, no podemos confiar en la investigación corporativa que propone CODELCO y que por ahora tiene suspendidos de labores a los Gerentes de Mantenimiento y de Seguridad de la mina RT, no podemos entregarles ninguna confianza a quienes han sido responsables de las muertes obreras durante una década.
No más muertes en los lugares de trabajo, ante la desidia empresarial impulsar Comités de Higiene y Seguridad en manos de las y los trabajadores
Pero la salida a los fatales en la minería e industria, no se puede reducir solamente al recambio de una gerencia por otra o lo que plantea muy en general la Aurora Williams, ministra de minería con su llamado a “fortalecer medidas preventivas y a reforzar permanentemente, los protocolos de seguridad que nos ayuden a cuidar la integridad y salud de nuestros trabajadores y trabajadoras", pero ¿bajo el mismo modelo que no ha dado resultados?.
En CODELCO esto ya ha pasado, como está más arriba el año 2013 se consiguió la salida de Francisco Carvajal, y hace dos años ante la muerte seguida de dos trabajadores, una en El Salvador en el proyecto Rajo Inca y la Mina Subterránea, más allá de las declaraciones de fortalecer la seguridad, hoy nuevamente volvemos a lamentar la muerte de una trabajadora.
Y no sólo sucede en CODELCO, ya durante el 2023, el propio SERNAGEOMIN advertía que en la mitad de ese mismo año las muertes obreras llegaba a la cifra de 12 trabajadores, lo que expresaba la cantidad de todas las muertes que se registraron el año 2022 en el rubro de la minería.
Y es que el problema de fondo, es el modelo de prevención y seguridad en las que se basan la mayoría de las empresas actualmente, el que mucho conocemos y nos hablan en capacitaciones o charlas de seguridad como lo es el modelo basado en la “teoría de pérdidas” o “modelo de causalidad de Bird”, la mil y una vez nombrada “Pirámide de Control de Riesgos de Bird”.
Este modelo ha mostrado estar más que obsoleto para la seguridad y la vida de las familias trabajadoras, no así para los grandes empresarios, el cual reduce tanto la “lesión” de las máquinas y la vida de los trabajadores a los costos económicos para las empresas. Un modelo que se basa en las consecuencias y no en las causas de los incidentes y accidentes, lo que en realidad no previene estos sucesos, y es que Bird casi literalmente planteaba que su modelo parte desde donde se empieza a investigar la raíz del problema por el final – las pérdidas – y se llega hasta el inicio del accidente: el fallo de control. Es decir, no previene, sino que los controles son adoptados post los hechos ocurridos.
¿Y por qué partir por el final y no desde una vez por el principio y realmente las causas de incidentes, accidentes o muertes obreras?, porque ahí empieza el verdadero cuestionamiento a un sistema donde los trabajos y ritmos de producción bajo la lógica capitalista, que no es más que el aumento de ganancias bajo acelerados ritmos de sobre explotación, y quienes trabajamos en la minería e industria ligada a esta sabemos que los ritmos son 24/7.
Por lo tanto, ante un modelo obsoleto para la verdadera seguridad de nuestras vidas, y ante la sed de ganancia sobre nuestra salud que nos imponen las empresas, los únicos que podemos dar una verdadera salida para nuestra seguridad, higiene y resguardo somos las y los trabajadores, ya no podemos dejar en las manos de los mismo de siempre el destino de nuestras vidas.
Ante lo anterior, es necesario que las y los trabajadores peleemos en nuestros lugares de trabajadores por elaborar, discutir y construir protocolos de seguridad bajo la mirada de quienes nos encontramos en la primera línea de la producción, protocolos de seguridad e higiene que se centren en los factores que determinan el ambiente del trabajo y con ello las condiciones bajo las cuáles nos imponen laborar. Protocolos discutidos por todos en perspectiva de impulsar Comisiones o Comités de Higiene y Seguridad bajo control de las y los trabajadores, donde todos podamos ser representados por delegados electos democráticamente por cada área que compone una minera o industria donde se discutan los reales problemas de la seguridad junto a profesionales que pongan sus conocimientos al servicio de resguardar y proteger la vida de los trabajadores, y terminar de poner las ganancias por sobre nuestras familias.